Anna la Monarca de Arendelle estará destinada a un matrimonio que le traera conveniencia política. Lo que no sabe es lo que el destino tiene preparado para ambas.
(Omegaverse)
PD: es mi primera historia así que estoy abierta a críticas.
Anna no podía ver nada ni siquiera la expresión de Elsa , la oscuridad era absoluta, aún sentía el placer recorrer cada fibra de su cuerpo, sentía el cuerpo de Elsa sobre ella , su omega aún jadeaba apenas hacia unos minutos habían consumado su matrimonio, por un lado Anna se sentía tremendamente feliz pero por el otro se sentía culpable , sentía que de alguna manera se había aprovechado de la situación, temía de la reacción de Elsa para cuándo volviese en sí pero ese lado egoísta suyo también le decía que estaban casadas y que no era nada malo , que esto hacían las parejas normales y se volvió a refutar a si misma acaso eran normales las condiciones en las cuales se unieron ambas? ;maldición! parecía una encrucijada. Fue interrumpida de sus pensamientos por un beso inesperadamente apasionado de Elsa, la rubia aún estaba con ánimos de otra ronda, Anna no pudo evitar reaccionar si antes le era difícil contenerse ahora era peor una vez que ya supo lo compatibles que eran sus cuerpos y obviamente su cuerpo ya respondía al más mínimo roce que tenía con la omega. Elsa paso sus manos hacia el vientre bajo hasta acariciar su doliente erección, Anna jadeo al sentir el roce de los suaves dedos de la omega, podía sentir el cuerpo desnudo de la rubia sobre el suyo, la humedad que se hacía presente sobre su vientre, la alfa de nuevo volvió a estimular los pechos de la omega con sus manos , sentía como se agitaba la respiración de Elsa pero esta vez quería sentirla más aun así que soltó sus pechos y la abrazo para rodar y ella quedar encima de la pequeña rubia, una vez encima de Elsa y a pesar que sentía a la par del placer un dolor que latía desde su muslo, comenzó por besar los pechos de la omega, su avida lengua atrapaba esos puntos sensibles para luego descender con leves mordiscos pasando por su ombligo y vientre bajo hasta llegar a ese pequeño botón de placer que se escondía entre suaves pliegues, la lengua de Anna rozó ese sensible lugar de la omega primero con suavidad para luego realizar movimientos más bruscos pero con cuidado de no lastimarla con la fuerza ni con sus colmillos, la alfa podía sentir la excitación como el sabor de la omega y aunque Elsa apretaba sus muslos y le dificultaba un poco la respiración, Anna también sentía que su excitación aumentaba cada vez más, enterraba sus uñas en las caderas de Elsa atrayéndola más hacia sí causando que la omega suelte gemidos tanto de dolor como de placer, la tortura era tanta para la omega que comenzó a retorcerse de placer, su cuerpo tembló ante el orgasmo que le proveía la alfa con su boca. Anna se separó de ella dándole descanso también de alguna manera se sentía orgullosa, era la primera vez que hacía algo así y ya logro proveer placer a su esposa. - Quiero hacerte sentir bien también- murmuró Elsa mientras hizo que Anna se pegue a ella ya que la rodeó con sus delicados brazos el cuello de la alfa y estando cara a cara volvieron a besarse, Elsa estaba más allá de la razón o vergüenza, ya no podía resistir a los pedidos de su cuerpo y en ese momento ya no le importaba lo que la alfa hiciese con ella porque todo lo que hiciese se sentiría bien, la misma Anna se frotó por la húmeda entrada de la omega que la lubricaba al mismo tiempo para luego introducirse lentamente dentro de ella, coloco todo su peso por la pierna sana, la sensación de tener a una hermosa mujer retorciéndose bajo suyo la excitaba en demasía, comenzó a aumentar de a poco la fuerza y velocidad de sus embestidas, sintió como la cadera de la omega respondía a sus embistes y abrazaba con sus piernas la cadera de Anna para que se enterrase más profundo en ella. Elsa estaba en la cumbre del éxtasis nunca se había sentido tan físicamente afín con otra persona , se sentía colmada por sentir el peso del cuerpo de aquella pelirroja... El placer en un punto era casi insoportable. Anna comenzó a embestir cada vez más rápido y más fuerte. La omega sentía que se iba a derretir y hacerse completamente una con la alfa que estaba dentro suyo invadiendo su ser cada vez más profundamente. Elsa soltó un gemido colmada por un líquido deleite y una gran sacudida de placer, era demasiado placentera la sensación de compartir su satisfacción con aquella alfa, tenerla encima de ella jadeando, ese olor a menta que también le era embelesador y sentir como se contraía dentro de ella eran las sensaciones más placenteras que podía haber tenido en su vida, Anna permaneció un largo tiempo dentro de ella, aún besándola y disfrutando de ser solo una con su omega. La omega se separó de Anna ,la alfa se acostó a su lado sentía que quizás la omega se sentía vulnerable así que la abrazo con todas sus fuerzas por más que esta le dio la espalda, ya que Anna quería hacerle sentir calidez y seguridad, Elsa se mantuvo en absoluto silencio hasta que Anna se fijó en su respiración, en realidad se había quedado dormida, Anna se sentía más culpable que la primera vez , esta vez había deleitado el cuerpo de aquella mujer en celo con toda la alevosía, momentos atrás fue invadida por el deseo de hacerla suya y a la par de hacerle sentir más que bien, de todas maneras como había pensado antes era su esposa tratando de acallar la culpa y así con esos pensamientos recorriendo su mente durmió la alfa con aquella hermosa omega desnuda entre sus brazos.
Al día siguiente Anna despertó y no vio a la omega a su lado pero sentía un raro malestar combinado con un dolor en el pecho por encontrarse desnuda y sola, a penas se incorporó y se vistió, notó como los mosquitos habían hecho un festín en su piel, si no sintiese ese pesar en su corazón hubiese reído ante tal cosa, con dificultad y cojeando salió afuera de la choza y el sol golpeó su cara, cosa que le pareció extraña ya que ella estaba temblando de frío, mientras salia del follaje vio a Elsa sentada en la playa mirando hacia el mar. Se acercó a ella pero mientras lo hacía su visión se comenzaba a nublar, trato en lo posible en enfocar su vista y carraspeó un poco para hablarle. - Buenos días Elsa, te encuentras bien?- La omega se dio la vuelta y la miró con rabia para levantarse y quedar cara a cara frente a la alfa. - Eres igual que todos los alfas, te aprovechas de los omegas de alguna manera, en verdad me das asco y trata de olvidar lo de anoche que para mí no es más que un abuso de una alfa " coherente" hacia una omega que está en celo- gritó la rubia fúrica con el ceño fruncido. Todo lo que le había dicho causó un dolor punzante en el pecho de la alfa y cuando iba a responderle le costaba respirar y no le salía la voz y abruptamente todo se había oscurecido, tan solo le parecía oír a lo lejos como alguien decía su nombre. Cuando volvió en sí vio el rostro de preocupación de la omega , el dolor no se hizo esperar trato de incorporarse y sentarse ya que estaba acostada en el suelo con frío y Elsa le estaba cubriendo la frente con un paño húmedo, al sentarse observó cómo su muslo se veía visiblemente abultado, probablemente la herida se iba a infectar así que debía actuar rápido. - Elsa por favor podrías buscar el trozo de hierro que deje el bote salvavidas- La rubia no le refutó ni dio ningún comentario más bien obedeció en silencio sin rechistar. Mientras Elsa se alejaba, Anna trago sonoramente saliva y maldijo su suerte ya que cauterizar una herida que traspasaba el muslo entero parecía que iba a doler un tanto.
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