Anna la Monarca de Arendelle estará destinada a un matrimonio que le traera conveniencia política. Lo que no sabe es lo que el destino tiene preparado para ambas.
(Omegaverse)
PD: es mi primera historia así que estoy abierta a críticas.
Anna de a poco consiguió calmarse, se trató de concentrar en su respiración, trataba de calmar también los golpeteos de su corazón, ahora su miedo tenía rostro, se sintió soberanamente estúpida cuando recordó esas miradas que se dieron en el mismo día de su boda, esa maldita tuvo el atrevimiento de ir a su boda.
Apretó los puños pero luego recordó que la monarca Northuldra estaba casada y que también estaba con un futuro heredero, como una persona con el trastorno de bipolaridad saltó de la rabia con tensión corporal incluida a las carcajadas, era todo demasiado irónico, su lado más escoria se alegraba de que Honeymaren ya estuviese con otra persona pero su lado más bondadoso no quería que Elsa sufriese por alguien, además no sabía si aún se correspondían o si habían roto, ella misma era la 'victima' de un matrimonio arreglado ya que era común eso en gente de sangre azul.
Cuando ya podía controlarse por completo libero su rostro del escondite hecho por sus manos y elevando la mirada se encontró con los ojos azules de Elsa, el encontrarse con ese rostro tan angelical solo la hizo tomar más fuerza de decidirse que haría hasta lo último para conquistarla y no le importaba si eso significase jugar 'sucio', podía notar la sorpresa en la expresión de la omega, sonrió la alfa, quizás en la mente de la rubia ella había enloquecido cosa que ella misma también sospechaba. Se aclaró la garganta y comenzó a romper el silencio con su voz, que a pesar de ser un poco aguda era firme. - Debo disculparme por lo de recién, no estuvo bien mi reacción, me parece interesante saber que mi esposa no es tan fría como parece, obviamente me moleste porque nunca es bueno saber sobre el pasado amoroso de un cónyuge y me deje llevar por mis emociones y antes que digas nada yo sé que fui yo misma la que te pregunte así que también disculpa por ello.
- De acuerdo acepto tus disculpas-respondio secamente Elsa.
- No quiero que el ambiente empeore entre nosotras, realmente debo confesar que estoy interesada en (tí)... conocerte más, quisiéra empezar por al menos una amistad y no que estés en guerra siempre conmigo,ni siquiera estamos ni a medio año de nuestro matrimonio y realmente tiene que ser todo tan tortuoso para ambas?- Elsa no podía llevarle la contraria, veía esos ojos verdes suplicantes, si pudiese comparar en este momento a Anna con un animal sería como un perro que mira suplicante al amo para que le convide un bocado de algo.
-Hmm... Lo consideraré, supongo que la confianza debes ganarte la pero tomaré en cuenta lo que has dicho.-
Anna le otorgó una sonrisa de oreja a oreja, aún en su sonrisa se podían ver sus colmillos, la alfa no podía creer que ya había obtenido un avance con su esposa, una pequeña batalla ganada pero le falta a aún la guerra.
Después de eso se mantuvieron en silencio por un rato pero por primera vez no era incómodo, ambas estaban comiendo frutas hasta que Anna fue la que rompió el silencio.
-Yo se pescar con lanza, lo aprendí de mi padre mientras salíamos a veces de caza-
Elsa enarcó una de sus cejas. -Su majestad ya se hartó de mi cacería de frutas- dijo la omega mientras fingía indignación y posaba una mano en el pecho.
Anna volvió a sonreír y asintió con un gesto exagerado. -Solo voy a pedirte que me consigas una rama un poco larga ya que como verás aún sigo lastimada para no decir lisiada- Elsa se levantó y sin la más mínima oposición fue a buscar la rama. Mientras Anna sacaba la navaja que siempre guardaba en su cintura, estaba más que agradecida con su propia precaución aunque ni en sus sueños más locos pensó que estaría en esta situación, se sentía a la par extrañamente feliz, ver a la omega más calmada se sentía bien y era una sensación que no deseaba perder.
Cuando pudo dilucidar la silueta de Elsa comprendió que su esposa era poseedora de una presencia notable que le hacía erizarse. De repente la omega comenzó a acelerar su paso y estando cerca de la alfa tropezó con una piedra y Anna por inercia se paró y la sostuvo entre sus brazos ignorando el dolor, Elsa se puso tensa, sintiéndose tan cerca de la pelirroja, Anna la retuvo cerca de sí y le preguntó si estaba bien, con los labios de ambas peligrosamente cerca Elsa solo asintió una de las manos de Anna que la sostenían tocaba el hombro en el cual tenía una dolorosa mordida cosa que hizo que la omega se sonrojase, se incorporó rápidamente y ayudó al final a la alfa a volverse a sentar.
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- Te veo mucho mejor- comentó Elsa mientras se agachaba y ponía detrás de la oreja los cabellos rebeldes de Anna, la pelirroja no pudo evitar también sonrojarse ante tal contacto, Elsa se apartó y se fue a agarrar la rama que había caído al suelo, Anna con su navaja empezó a afilar uno de los extremos, debía pescar antes de que sea más oscuro así que Anna comenzó a dirigirse hacia el mar con ayuda de la nueva lanza de madera , el mar estaba frío, la arena cedía ante sus pies, se sentía bien dentro de todo, se metió más en el mar hasta que el agua le llegaba a la cadera y enfoco su visión en el agua, trató de quedarse lo más quieta posible hasta que vio un sargo y sin dudarlo arremetió contra aquel pez, al fin algo más sustancioso para comer también la ayudaría para su recuperación el comer pescado, victoriosa volvió hacia la costa con su caza.
Elsa ni pudo evitar quedar sorprendida por tal acto, realmente aunque le costase admitirlo Anna no era de esas personas con poder que dependían en su totalidad de sus sirvientes, sea autosuficiente y parecía genuinamente gentil, tal vez si quería conocerla después de todo estarían juntas hasta que la muerte las separase o algo así.
Anna aparte de pescar encendió una fogata gracias a las ramas y hojas secas que trajo Elsa, la rubia lavo la varilla que se le había incrustado a Anna y lo uso para el pescado , tan solo era cuestión de esperar a que el pescado se cocine por completo.