5. ¿Qué tiene ese Gèrard que no tenga yo?

372 29 38
                                    

...Una de epi...Tiene un gran golpe en la cabeza. Tiene más magulladuras, pero me preocupa el golpe. Hay que estabilizarla. Tiene poco pulso. Cuando la estabilicemos llevadla corriendo a hacerle un TAC... ¡Flavio, una de epi joder! ¡¿ Qué coño te pasa?!

Flavio estaba comenzando a marearse. No escuchaba nada. Solo voces, y órdenes que no era capaz de seguir. Era Anne. ¿Qué cojones había estado haciendo para acabar así? ¿Cómo coño se lo iba a contar a todos? Y lo más importante... ¿cómo se lo iba a decir a Gèrard?

No podía pasarle nada. Gèrard, Anne y Aroa formaban la familia más perfecta que había visto nunca. No podía faltarle ninguna pata a esa mesa. Tenían que salvarla. Fuese como fuese, y costase lo que costase, pero anne tenía que salir de allí. Y tenía que salir bien.

---

-¿Qué te pasa Gè?

-Ay, Eva, qué susto- exclamó sobresaltado al no haber visto a su amiga aparecer .- Nada, realmente no me pasa nada.

-¿Y por qué estás así? - Le conocía demasiado bien. No podía engañarla. No a ella.

-No lo sé. Es una sensación extraña. Es como si supiese que algo va mal. Y no pudiese hacer nada para remediarlo porque ni siquiera se que es lo que va mal. - se desahogó.

- Bueno, piensa que no pasa nada. Que todo va bien Gè. De nada sirve preocuparse por algo que ni sabes si existe. Está en tu cabecita rubiales- consoló Eva a su amigo mientras le daba toquecitos en su cabeza.

-Sí, será eso, imaginaciones mías. Vamos con los demás - contestó a su amiga poco convencido de su respuesta.

Y qué bien hacía en estar poco convencido, porque aunque duela, había dado en el clavo.

---

-¡Bien! Joder, menos mal...

-Que susto, creía que la perdíamos.

-Buen trabajo equipo. Da gusto trabajar con profesionales como vosotros- felicitó la doctora Díaz a sus compañeros - por cierto Flavio, ven. Quiero hablar contigo.

Flavio siguió a la doctora fuera del box de urgencias en el que habían atendido a Anne unos minutos atrás. Iba cabizbajo, pensativo. Sin todavía creerse lo que estaba viviendo. Anne, joder, Anne. ¿Qué hacía allí? ¿Por qué? Joder, que de preguntas tenía en su cabeza...

-¿Me puedes explicar qué ha pasado ahí dentro? -preguntó entre preocupada y un poco furiosa- llevo cinco años trabajando contigo Flavio y nunca he visto tanta falta de profesionalidad por tu parte. - sentenció.

-No es falta de profesionali...

-¿Y qué es Flavio? ¿Qué cojones es? - le interrumpió -Casi se nos va, te pedía cosas y ni caso. No te he visto trabajar así de mal en cinco años que llevo contigo.

-Es que es... Anne- acertó a decir.

-Sí. Anne Lukin Baraibar. He visto los papeles. Y ya veo que tu también. -contestó irónica- pero más te hubiese válido atenderla bien y no estar tan pendiente de sus datos personales...

-No, no es eso... no es eso joder... es... mi... amiga. Una de mis mejores amigas.- contestó notando como una lágrima se derramaba por su mejilla derecha haciendo que otras tantas la siguiesen sumiendose en un llanto desconsolado que dejó a la doctora blanca.

IrmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora