Vacaciones en Longchamps 3

Capítulo 1-El expreso a Longchamps

A esta altura del partido ya no tengo ni que introducirme, pero por las dudas lo hago igual. Mi nombre es Alejandro Nieves, soy un triste empleado en Microcentro hasta dentro de unos minutos cuando llegue mi horario de salida, pero en lugar de ir a mi casa de Urquiza tengo que ir hasta Longchamps a pasar una semana en la casa del pesado de Fede.

Al fin sonó la alarma de salida, así que a tirarme de cabeza en el subte (también llamado subtetris a las 5 de la tarde) en dirección a Consti, aunque debo ir a Carlos Pellegrini, la cual se conoce también como "Carlos Peligroso" debido a las altas chances de ser ensandwichado entre dos personas que huelan feo.

Algunos dirán que esto lo hago para joder a la población, pero la realidad es que lo hago para ir sentado, subtetris desde Florida hasta Alem y que ahí pegue la vuelta. Claramente no me voy a fumar a toda la gente como sardinas aunque sea por una estación, lo otro que debe ocurrir es que no suban luchonas con bendis ni futuras luchonas (embarazadas ni madres para quien no entienda) y tampoco futuros cadáveres (personas que tienen documentos con números negativos)

Iba todo perfecto, yo cómodo sentado en el subtetris pero tristemente toda historia feliz viene con letra chiquita en el contrato, el subtetris llegó a Carlos Peligroso y de ahí a combinar con el subte C para ir a Constitución mientras yo esquivaba cachos de carne andantes que parecían personas. Tras una odisea subterránea y después de imaginar que estaba en el camión de reses por ir al matadero llegué a Consti, o Prosti como mas les guste.

La pantalla se iluminó con el siguiente mensaje: "Andén 5 a Alejandro Korn servicio directo" así que me subí al tren y al poco tiempo reventando otra vez, pero ahora peor. Era como si todo Almirante Brown se hubiera subido al mismo tren, y entonces el tren arrancó en dirección a Alejandro Korn (o Alejandro Maíz para el burro de Fede) y se me paró adelante una pareja que se puso a discutir todo el viaje a los gritos por el tema de la cena, sin contar la cantidad de toneladas de carne que había en el tren a nada de romperme las dos piernas.

Sin duda la próxima que tenga que viajar en un horario así hasta Zona Sur me tomo un tren normal que por lo menos se que mis piernas no me van a putear en 97 idiomas distintos por esta irresponsabilidad que cometí. Llegamos a Adrogué y el tren se liberó un poco y recordé lo que era no sentir dolor en las piernas (aunque el tren seguía reventando como bomba de terrorista) y yo por dentro pensando en formas de alejar a todo el tren, la única que se me ocurrió fueron gases pero alguien me ganó y se echó uno que era muy venenoso.

El tren llegó a Longchamps y yo a nada de vomitar por fumarme el aire contaminado, en eso le mando un mensaje a Fede diciendole: "No me pases a buscar pero si esperame en Danone que recién bajo del tren" mientras me compraba un alfajor y un cappuccino en un kiosco para evitar descompensarme y que llegara el 74 que hace una semana volvió a llegar hasta Longchamps, y como siempre una espera de media hora entre colectivos. Creo que la leyenda cuenta que si uno ve dos internos de la línea 74 en la misma dirección, que todos sus deseos se harán realidad (nótese que el 74 creo que a duras penas tiene 5 coches en toda su flota y por eso es la peor línea de colectivos).

Insisto que uno cuanto mas putea, mas rápido ocurren las cosas, yo a las puteadas por el mareo y justo llega el 74, así que lo tomé en dirección a Danone. Entre el tren que era una heladera rota y el colectivo que parecía una licuadora oxidada de tantos sacudones que pegaba ya no sabía si estaba yendo a lo de Fede o a un matadero clandestino. Colectivo en Danone pero Fede no estaba (aunque ya me imaginé que eso iba a pasar).

En eso llega Fede y me sorprende por la espalda: -¿Que estás haciendo pedazo de cerebro sin conexión?- le dije mientras me paré en guardia creyendo que era algún Brian de Los Lonchanes amigo de lo ajeno, a lo que Fede salta a abrazarme diciendo su típico discurso rosa: -Sabía que me querés en el fondo y que te encanta estar conmigo Ale, sos el mejor, vos sos un amor de persona y además...- lo cual fue contestado así: -Fede, no llegué y ya me mareaste, vamos a la casa que ya hiciste las compras y hace frío- y con eso Fede me siguió abrazando y se vengó de todas las que le hice enchufándome un beso, dando inicio a la primera persecución del invierno.

Ya fui a comprar naranjas a Calzada y a pasar vergüenza a Glew ¿Que situación vergonzosa me traera este viaje?