Capítulo 7-La fiesta vecinal

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Viernes de vacaciones, hace ya una semana que llegué a Cartonia y me pasó de todo, a veces creo que el municipio de Almirante Brown no me quiere. Pero después recuerdo que vivo como a 40 kilómetros y se me pasa por completo.

Yo cómodo en la cama, viendo el techo y buscándole forma a las constelaciones que forman los hongos que crecieron en el techo por tanta humedad, hasta que de repente tengo encima a 55 kilos de insoportable encima. -Ale, Ale hoy es la fiesta vecinal en el club, vamos que te vas a divertir. Hay comida, juegos, baile, clases...- me vino a decir eso el pesado y a interrumpir mi actividad. Los hongos del techo no son constelaciones reales pero estaba a nada de mandar a Fede a las constelaciones de una patada. -Fede ¿Era realmente necesario que te me tiraras encima? No son las luchas libres esto, y esas son actuadas desde mi punto de vista- y lo tiré al piso como bolsa de papas.

-Ale dale levantate que ya nos vamos, la fiesta arranca a las 10- me dijo mientras empezaba a sacudirme en la cama para que reaccione, me terminé levantando...y por consecuencia lo levanté a el con ganas de usarlo de clavo y enterrarlo de cabeza en el piso, pero como me está indemnizando por lo del hospital se lo dejé pasar. Nos metimos al primer colectivo hacia la estación y todos felices (aunque yo por las dudas le pedía ayuda a Román por teléfono).

Unos minutos después llegamos a la estación y de ahí al Círculo Social de Longchamps, donde la fiesta vecinal tomaba lugar. Tras pagar 50 pesos de entrada fuimos adentro del club a ver que había, yo aproveché para recorrer los puestos pero se ve que a Fede lo perdí por el camino, habían muchas mas cosas (claramente mas hermosas) que en la feria de la estación.

Me quedé en un puesto de plantas que vendía unos cactus hermosos y yo me quería comprar uno para poner en casa, ya que no puedo tener plantas porque se me mueren de nada, pensé en comprar un cactus porque son lo mejor. No requieren amor, atención, plata, alimento ni nada, además se cuidan solos, mejor que cualquier adopción y trámites engorrosos. Todo perfecto hasta que siento algo que se me prende en el brazo derecho, era un salame con patas proveniente de Longchamps de la marca Federico Hernández.

-Ale, aproveché para inscribirnos en el torneo de truco del club. Nosotros somos una pareja invencible...- mi cerebro se apagó tras la primera parte de la frase, de todas las personas que tengo para que sean mi pareja en un partido de truco Fede es la última opción de todas las suplencias de extrema urgencia. Le contesté con lo siguiente: -¿Torneo de ruleta rusa no hay? pero de preferencia con todas las balas así te inscribo yo sin consultarte-

En eso del otro lado de la reja de entrada lo veo, mi salvación, mi único héroe en este lío, Román apareció en la fiesta. Por supuesto yo soy capaz de cualquier cosa con tal de no ser compañero de Fede en el torneo porque se que nos van a masacrar como a turista gringo en Afganistán si juego con el y se pone a tomar. -Román que bueno que pudiste venir, hay de todo acá, me siento en un shopping de Miami sinceramente- le dije antes de revelarle que el iba a ser el compañero de Fede en la mesa de truco. En eso Fede se le tira encima a abrazarlo y a ser Fede con el pobre Román, lo que me impide contarle las buenas noticias (buenas para mi y malas para el) y le dice: -Román vamos a ver que hay, todos los años vengo porque yo practico kickboxing acá- y se lo llevó de arrastro a ver todos los puestos de la fiesta.

Entre paseo y paseo se hizo la hora de comer y había una demostración del grupo de tango en el salón principal, por lo que nos sentamos a comer algo (Fede a manguear a Román) y a ver el espectáculo. -Román, esos 90 pesos que invertiste en la hamburguesa de Fede son tu llave de acceso directo al cielo- le dije ya que al menos se quedó callado el insoportable y no mugió ninguna canción. Oportunidad perfecta para contarle a Román pero...justo le dan ganas de ir al baño y arranca el torneo. Fede tironeandome del brazo hacia la sala de juego ¿Es este el momento ideal para gritar y patalear? Probablemente.

Primera ronda y nos toca contra dos viejas...A veces creo que la vida me odia o me tira señales, son dos de las viejas que conocimos en el bingo. -Hola queridos que gusto verlos de nuevo- nos dijo una de las dos viejas y nos hechó una carta que dolió bastante, y entre vueltas y vueltas palizeamos a las viejas. -Ya se pueden casar chicos- nos tiró la otra vieja después de la victoria, y yo con ganas de dejarles una maceta de sombrero a cada una pero no hace falta acelerar el proceso porque sus próximas vacaciones por la edad que tienen son en un cementerio.

Pasaron los partidos y fuimos teniendo éxito. -Fede, al final fue un buen movimiento meternos en el torneo, disculpá si dudé- le dije, y de repente apareció la pareja de la semifinal a la cual nos íbamos a enfrentar. Román por un lado (quien no fue al baño, sino que a buscar a su compañero) y por el otro lado Lemon (una fiesta perfecta arruinada). Y empieza la partida y ya Lemon poniéndose a gritar porque "estábamos haciendo trampa". Yo para abusar de la situación con Fede le hice señas falsas como besitos, mordida de labios y guiños para que Lemon se volviera loco,a lo que Lemon se levantó y tiró toda la mesa y las cartas y todo dando lugar a su descalificación. (De todo corazon perdoname Román pero era una chance única).

Final contra Ema y Fran (quienes no se que hacían ahí ya que Danone trabajaba hoy que yo sepa) donde por poquitos puntos perdimos pero aunque sea se rieron con las frases que tiramos como: "Se me cayó la carta" "No grites que no vendés nada" "Estás armado hasta los dientes" y otras frases que siempre digo jugando al truco. Nos dieron una torta de La Espiga de Oro como premio, pero como somos buenas personas se la regalamos a Román.

Y se estaba terminando la fiesta y dieron lugar al sorteo de los números de entrada (una tele me hace falta pero también necesito saber como llevo una tele desde lo de Fede al corazón de Villa Urquiza) Y salió el 62, mi número sorteado. -Felicidades número 62, el premio es un paseo por el castillo guerrero en Domselaar- dijo la directora al micrófono. -Gracias por venir a la fiesta del Círculo Social, nos vemos pronto- dijo la directora dando cierre a la fiesta.

-Y Ale la pasamos bien y tuvimos una tarde diferente...¿Ale?- me dijo Fede mientras yo pensaba por que me sonaba Domselaar. 

Vacaciones en Longchamps 3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora