Capítulo 8-El castillo del horror

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Sábado por la mañana y yo ansioso y en dudas, hoy íbamos a ir al castillo guerrero de Domselaar. Juro que el nombre Domselaar me suena pero no logro recordar de donde viene, aunque mas allá de eso aprovecho a vengarme de lo que me hizo ayer Fede y me le tiré encima mientras dormía...aunque se ve que no me salió bien porque aun dormía. Le pegué un tremendo empujón y aún dormía en el piso, así que pasé a mi arma suprema y empecé a golpear una olla con un cucharón y ahí se despertó.

-¿Que pasa?¿Quien es? Dejame dormir Ale- fue lo que me dijo Fede recién despertado a fuerza de cacerolazos. -Dale Fede que nos tenemos que ir al castillo, te dejé el desayuno en la mesa así que andá apurándote- le contesté mientras veía como era que teníamos que hacer para ir hasta allá lejos. Colectivo hasta la estación y 51 en dirección a Brandsen. -Nos vamos Ale, andá moviéndote- me dijo Fede una vez desayunado y cambiado de ropa, -¿Ahora a vos te agarró el apuro de golpe Fede?- le contesté y lo agarré de los pelos. -Por favor no seas vos, una cosa es dentro del partido de Almirante Brown, pero otra cosa es en el resto del conurbano-

Mientras esperábamos un colectivo en Danone yo aproveché y le pregunté a Fede -¿De chico vos tomabas los restos del Danonino? porque no podés tener la fábrica a pocas cuadras y ser tan...bajito- La respuesta de Fede fue una patada en mi tobillo y mi contestación a su agresión fue la siguiente: -Cuidado boxeador, no me vayas a boxear la rodilla que después me tenés que alquilar una silla de ruedas- (Se que estuvo mal pero tenía que aprovechar la oportunidad que se me dio esperando el colectivo frente a Danone) Y ahí vino el 74, nos subimos y Fede notaba que yo estaba en duda de algo.

-Ale, ¿en que estás pensando? estás muy callado y pensativo- me preguntó Fede y yo ni pelota hasta que el 74 dobló en dos ruedas en la esquina de Berlín y Chiesa y me terminé cayendo del asiento (y a Fede se le cae la cara si se llega a reír) -Fede, me suena Domselaar pero no se de que, y estoy tratando de acordarme, de verdad perdoná si no te doy bola- le dije. -Domselaar está ahí abajo de Korn- me contestó Fede, creo que es demasiado pedirle a Fede que no sea tan Fede.

Y una vez en la estación nos fuimos a tomar el 51 en dirección a Brandsen para llegar a tiempo a la visita guiada pero sigo con la duda, se que Domselaar lo escuché antes en alguna parte pero no recuerdo donde. En eso Fede se pone a cantar en el 51 y volví en si para hacer lo que mejor me sale...ademas de comer y dormir, que es amenazar a Fede con un: "una letra mas y te enchufo un beso desde acá hasta que lleguemos" aunque se ve que se me pasó un poco la mano con el volumen porque todo el colectivo quedó en silencio.

Después de un viaje con un incómodo silencio desde Longchamps hasta Domselaar nos bajamos del 51 y veo un Mercedes que me parece conocido, para tener un Mercedes en Zona Sur hay que ser millonario...o suicida. -Ale, ¿te gusta ese Mercedes que lo andás mirando tanto? Mirá que no es una chica llamada Mercedes y no podés casarte con un auto- fue la primera idiotez del día. Lo agarré de los pelos y cuando me dispongo de amenazarlo con besarlo recuerdo por que me sonaba tanto Domselaar. El maldito anciano tiene una bruta quinta cerca del castillo guerrero y ese es su Mercedes.

-¿Que vas a hacer si me porto mal Ale?- me decía Fede tomándome el pelo...Ahora el está arriba de la rueda y esto se siente espantoso sinceramente, puede amenazarme todo por este maldito anciano. No tuve mas opción que ceder ante (casi todos) sus caprichos hoy. Uno es ateo hasta que se encuentra a su empleador en las vacaciones, ahí le reza a todas las deidades existentes a la fecha, si llega a meterse el anciano al castillo juro que grito en 59 idiomas diferentes. Dicho y hecho el anciano se mete en la visita guiada.

-Buenas tardes, gracias por elegirnos como visita, este es el castillo guerrero de Domselaar y yo voy a ser su guía durante este recorrido- fue la introducción de nuestra guía. Por dentro estaba deseoso de que la visita fuera rápida, aunque afortunadamente había mucha gente y seguramente el anciano no se de cuenta de que estoy acá con este pesado. En un momento a Fede le agarra hambre y me pide que le compre un pancho (como siempre), le enchufé un pisotón y le dije: -¿De donde querés que saque un pancho si magia no hago? y si hiciera haría un hechizo para que dejes de ser tan bobo- y Fede se puso en una posición como para enchufarme un beso por lo que me arrepentí y le dije que le iba a comprar todos los que el quisiera. Este va a ser un día sumamente difícil sin dudas.

En un momento del paseo le dieron ganas de sacarse una foto a Fede, pero no podíamos. Fede para extorsionarme decidió acercarse al anciano para pedirle que nos sacara una foto, aunque mis reflejos dijeron "no" sin ninguna duda y saqué unas fotos para Fede con mis pobres pulsaciones mas altas que el costo del dólar. Después de que todo el paseo terminó y cada uno para su casa Fede se me acerca y me tira de la manga. -¿Y el pancho que me prometiste?- me preguntó Fede. Le contesté que se lo compraba en Longchamps claramente. -Tal vez ese señor mayor del Mercedes sabe donde se venden panchos- me le tiré encima a Fede como si fuera un partido de Rugby y lo llevé de arrastro a la primera estación de servicio que vi. Y sale mas barato un pancho de 150 pesos que el seguro de vida, y ya que estábamos en la estación de servicio aproveché para ir al baño (aunque tristemente no me morí, pude descargar algo de tensión) y al salir pasa el Mercedes del anciano a toda velocidad por la ruta y Fede grita: -Cuídese anciano, no maltrate a Ale porque va a ver-. Taquicardia en camino sin duda, pero no sin que antes le de su castigo a Fede, lo agarré de los pelos y cuando me disponía a retarlo llega el 51.

Con Fede vivo miles de situaciones difíciles pero no puedo separarme de el, además toda esta adrenalina de hoy fue muy emocionante. ¿Que es lo que realmente significará esto? 

Vacaciones en Longchamps 3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora