Capítulo 9-Último tren a Capital

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Llegó el domingo y con esto el fin de mis vacaciones, por raro que parezca esta es la primera vez que sinceramente no anhelo volver a Villa Urquiza. Me quedé tan a gusto con la adrenalina vivida en Longchamps que de verdad quisiera quedarme un ratito mas...pero el anciano abre mañana por lo que no se va a poder.

-Buen día Ale, gracias por esta semana, ya te dejé algo para desayunar en la mesa. Seguro que ya te querés volver a tu casa ¿verdad?- me dijo Fede bien temprano...algo me está sonando raro de esta situación, Fede está con un humor raro pero calculo que está triste porque me voy (aunque puede ir a visitarme cuando el quiera si no fuera tan vago de tomarse un colectivo, un tren y el subte hasta Urquiza) En el desayuno me pongo a chusmear las redes y veo dos cosas: La primera es que el tren solo llega hasta Burzaco por arreglos en las vías, y la segunda es que hoy hay un festival en la asociación japonesa de Burzaco. En otras palabras aprovecho la situación para subirle el ánimo un poco a Fede.

Entonces salimos por Espora y Fede un poco mas alegre y mas...el...aunque le falta el cacho infantil aun (¿Lo habrán abducido mientras dormía y me lo cambiaron por una versión mejorada?) -Esto es lo que se llama desgracia con suerte Fede, me quedo un ratito mas y ya que estamos hacemos ejercicio para llegar y comemos cosas ricas en el festival- le dije a Fede con lo que volvió a ser el...pero potenciado.

-Pero Ale vos seguro no sabías que el kickboxing es de Japón y que acá hay un lugar llamado Sakura, además a mi me encanta el ramen y...- estuvo todo el trayecto desde que lo reviví. Lo bueno, era el Fede de siempre. Lo malo, yo me lo tengo que fumar hasta que lo pueda devolver. Y llegando a la rotonda de Burzaco pasa el 338 y se baja Kichi, esta si que era una sorpresa agradable ya que se da cuenta que estamos nosotros y se nos acerca.

-¿Que tal tanto tiempo? están yendo al festival seguramente, yo aprovecho que los domingos no abre el local y vine a pasar un rato, además de que mi hambre de comida japonesa ya molestaba- dijo Kichi al acercarse a nosotros. En eso Fede me pregunta en voz bien baja quien era el, pensaba pegarle pero ya con lo que me costó acomodarlo le contesté bien por primera vez en mi vida (supongo): -Fede el es Kichi, ¿No te acordás cuando pasamos semana santa con el y con el otro?- y ahí se acordó.

Al fin llegamos al festival y se estaba sorteando un auto. -Es un buen Nissan pero hay mejores en el mercado y con otras funciones a las que podríamos adaptarnos- dijo Kichi respecto al auto. -Kichi...no me mates pero para mi todos los autos son mas o menos iguales, mientras tengan 4 ruedas me sirven- le contesté (Mi conocimiento en automotores es directamente proporcional al nivel de idioteces de Fede a esta altura del partido con la diferencia de que yo lo intento) Y Fede tenía que meter un bocado también alegando lo siguiente: -Con ese auto me puedo ir hasta Estados Unidos finalmente- La cara con la que nos vimos Kichi y yo fue digna de hacer un meme, Fede debe creer que ir a Estados Unidos es como ir de Capital a La Plata, además de que a la primera burrada que diga se le van a reír tanto en la cara que el chavo del 8 va a ser un funeral al lado de el.

-Es temprano todavía, podemos hacer el "segundo desayuno"- les dije a Kichi y a Fede mientras iban a buscar un lugar donde sentarse, así que aproveché y compré algunas cosas de panadería y tres cappuccinos para compartir entre nosotros. Al volver la cara de Kichi era la de un rehén pidiendo auxilio a todo lo que se mueva, definitivamente Fede lo volvió loco con su mejor ataque, la tormenta de boludeces. Pero bueno, ya pasó, primero comer y después lo demás, y ahí nos pusimos a comer diferentes cosas de pastelería japonesa y a tomar unos cappuccinos que el día estaba bastante frío.

Una vez comidos y con algo mas de energía fuimos a recorrer los puestos, y yo aproveché y les compré unos muñecos a Kichi y a Fede. Kichi super contento con su peluche de Totoro, y Fede sorprendido de que le regalé un perrito. -Sabía que debajo de ese corazón de piedra me querías Ale- y Fede me tacleó para abrazarme adelante de toda la gente. -Fede está todo el mundo viéndonos...¿conocés algo llamado discreción?- le dije mientras Kichi se reía (aunque siendo mi mejor amigo se perfectamente lo que el está pensando).

Llegó el almuerzo, Kichi se compró un poco de sushi, yo un ramen...y Fede me mangueaba una hamburguesa. -Ale, necesito una hamburguesa para vivir, voy a comprar una, salen 100 pesos nomás...- todo así y le di los 100 pesos bajo la condición de que no sea tan denso como mermelada de titanio. -Ale, Fede está muy raro y vos también, te vuelve loco y es como si no pasara nada- me preguntó Kichi mientras comíamos. -Lo se Kichi, algo le pasa, pero la adrenalina que siento con el es de no creer, además de que es adictiva- y en eso Fede vuelve pero sin la hamburguesa. -Ya me la comí y estaba riquísima- dijo Fede...Esa hamburguesa tuvo menos duración que pila alcalina, y mientras comíamos y conversábamos estaban las presentaciones de diferentes disciplinas como karate, canto, entre otras.

Mas adentrada la tarde fuimos a un taller cultural a hacer origami y caligrafía. En la primera todo hermoso exceptuando mi torpeza. -Kichi, te salen super naturales las grullas si te digo mi opinión- a lo que el me contestó: -Hace ya varios años que envuelvo los pedidos del negocio, así que se desenvolverme con el papel- y de ahí pasamos a caligrafía donde Fede tiró un comentario muy inapropiado: -Las letras estas cuando te las tatúan te chamuyan de que dice amor y en realidad te tatuaron la palabra lata- no lo conozco definitivamente, toda la sala nos quedó mirándonos por culpa de este salame que tiene un aplazo directo a marzo en conducta. A pesar de mi torpeza y de que escribir con un pincel no es una tarea sencilla quedé bastante conforme con mi resultado de la palabra "correcto".

No sabemos en que momento el festival llegó a lo último pero ya estábamos en el sorteo final y uno de los premios era una Playstation 4 que a mi me vendría barbara. -Ale, si te la ganás comprate el "Dar Sul" ese juego es lo mas- me dijo...o algo así porque yo ni la hora le di a Fede y entonces el gritó: -Yo necesito de Dar Sul, dame mas Dar Sul- y le contesté: -Dar contra el suelo en todo caso salame- y como siempre no gané. Último sorteo el auto. -Ale si lo llego a ganar te llevo a dar una vuelta y nos pegamos el viaje por el sur- me dijo Kichi, a lo que Fede objetó: -Pero Burzaco ya es Zona Sur, ¿van a ir mas abajo?- y me harté y le enchufé un coscorrón sin compasión...además de que no ganamos nada.

Terminó el festival y los 3 en espora. -Yo voy a la rotonda a tomar el 338, gracias por el momento compartido- dijo Kichi y siguió viaje a la rotonda de Burzaco, en eso Fede me cincha de la manga y está con una mirada muy inocente como queriendo decirme algo. -Fede ¿que es lo que te pasa? estuviste todo el día raro- y en ese momento Fede me pone las manos en la cara y me cuenta lo que le pasa.

-Ale...la verdad es que yo siempre te invito y tengo un carácter así porque no te quiero perder, vos a mi me gustás mucho- fue la respuesta de Fede ante la presión que le puse. No sabía que decir ni que pensar porque toda esa adrenalina que siento con el es placentera, no lo dudé mas y le di (ahora si le di y no le enchufé) un beso bien apasionado en plena avenida Espora, y Fede sonreía como si se hubiera ganado el telekino, pero...no lo sentía bien asi. -Fede, nos estamos olvidando de algo, a ver si adivinás- le dije después del beso, a lo que me contestó que es muy pronto para casarnos. -No Fede, siempre que terminan las vacaciones te corro por Espora para pegarte, y hoy no va a ser la excepción- y empecé a perseguirlo por toda la avenida hasta la rotonda, donde el se escapó cuando cortó el semáforo y quedamos cada uno de un lado de la calle, yo con Kichi y el en Longchamps.

-Kichi, creo que lo que pensaste y lo que te conté en secreto se hizo realidad- le dije mientras se acercaba el 338 y el se iba así como yo volvía a mi querida Villa Urquiza. Estas vacaciones fueron llenas de adrenalina pero aunque llegaron a su fin, pueden significar el comienzo de algo más.

Vacaciones en Longchamps 3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora