🄷🄾🄽🄴🅈 | 🄻.🅂

Capítulo 1: ¿Quién Es Louis?

La luz de la mañana comenzaba a filtrarse por la ventana de la habitación, lo cual era molesto y no le permitía dormir a la joven castaña que se encontraba debajo de las cobijas, soltó uno que otro quejido en forma de protesta, pues, a su parecer, aún no le era la hora para levantarse, sin embargo ahora que había despertado ya era imposible que vuelva a recuperar el sueño perdido por lo que muy a su pesar, decidió levantarse, quitando la cobija de encima de su cuerpo y caminando pesadamente al baño sin abrir los ojos, fue un milagro no haberse caído en el transcurso de su pequeña caminata.

Todo lo hizo como si fuera en automático, llegó al baño, comenzó a cepillarse los dientes con la mirada fija en el lavamanos y una vez los considero limpios, lavo su rostro tomando poco después la pequeña toalla colgada a un lado y secándose cuidadosamente su rostro hasta que finalmente estuvo seco y se miró al espejo, fue cuando reacciono y grito tan fuerte que es muy probable que toda la colonia lo escuchara. Retrocedio y resbaló al suelo, dándose un fuerte golpe en el trasero, la puerta del baño se abrió de golpe haciendo que esta se golpeara en la pared, había entrado otro individuo, uno que tampoco conocía.

- ¡Eleonor! ¿Qué sucedió? ¿Porqué gritas?

La mencionada giro su rostro al chico que habia llegado a su rescate, aún tenía una respiración acelerada y miraba hacia todas partes esperando reconocer al menos una cosa, pero nada, no había absolutamente nada que ella recordaba, era suyo. Se levantó del suelo con lentitud, estando alerta a todo y evitando mirarse al espejo. Louis la miró con detenimiento, demasiado confundido ante el comportamiento tan extraño que su novia demostraba en ese momento.

- ¿Qué te pasó? ¿Te resbalaste?

- Eh...

Fue lo único que pudo decir en ese momento, lentamente camino al lava manos, mirándose al espejo con un notorio nerviosismo, sus manos estaban temblando. No era ella, la que estaba en el espejo, no era ella, ¿De dónde había salido ese cabello lacio y suave, esas facciones finas, esa nariz, esos ojos...? ¿Quién era la que estaba en el espejo?. Louis parecía aún más confundido, se acercó lentamente detrás de ella y la sujeto de los hombros, dándose cuenta de lo alterada que estaba cuando la vio brincar ante su tacto y darse la vuelta con pánico.

- Hey, hey... Tranquila ¿Qué te pasa?

- Yo... Quién... - de su boca solo salían balbuceos y al oírse así misma se dio cuenta que también no era su voz, sujeto su garganta con sus dos manos, sin poder creer lo que estaba ocurriendo. - No se... Yo...

- Ele. - Louis la volvió a sujetar de los hombros recibiendo la misma mirada de sorpresa y miedo que hace un momento, se preocupo aún más. - Estas muy alterada, tranquila, no pasa nada, estoy yo aquí para protegerte ¿entendiste? Vamos, cambiate, el desayuno ya esta listo, te espero abajo ¿esta bien? - se acercó calmadamente para besar su frente y tranquilizarla, aunque no hubo demasiado cambio - Todo está bien.

Louis se alejó, saliendo del baño, aún preocupado, pero eso lo hablarían en el desayuno. Eleonor en cambio, continuó en su posición, se miró así misma una vez más en el espejo y tocó su rostro, buscando de alguna manera que todo fuera una mentira, pero no era así, era su piel, era su cuerpo, pero eso debía ser un error. Salió del baño con lentitud, mirando en el cuarto esperando que Louis no estuviera ahí y cuando no lo encontró, corrió a la mesa de noche que estaba a un lado de la cama y en donde se encontraba un celular. Dedujo que era suyo pues tenía una funda demasiado femenina como para ser del chico que se había ido, para su suerte estaba sin contraseña y sin perder tiempo comenzó a investigar en sus aplicaciones algún indicio de quien era o si seguía teniendo los mismos contactos que recordaba.

Sintió que estaba entrando en crisis de desesperación cuando no encontraba nada familiar en el teléfono, en fotos había una gran variedad de ella con atuendos de ensueño y lo único que había averiguado hasta ahora era que se llamaba Eleonor y que al parecer, trabajaba como modelo. Necesitaba contactar a alguien, necesitaba respuestas de lo que estaba pasando o en cualquier momento explotaria. Entró a Instagram y sin pensarlo dos veces comenzó a buscar el perfil de un amigo y cuando lo encontró, sintió que ya tenía la salida de todos sus problemas.