VI. En la mansión Uchiha

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"No es aterrador conocer el dolor.

Aterrador es saber que no puedes regresar

a la felicidad que solías tener..."

...

El cazador había llegado por su presa puntualmente, avanzó sigiloso por el pasillo.

No había cámaras de seguridad en el lugar, ya había investigado antes. Guardó su arma en su saco negro y luego tomó el elevador tranquilamente, como si nada hubiese pasado. Mantenerse tranquilo era una de las reglas que había que tener en cuenta para ser bueno en el negocio. Mientras llegaba al piso 6 sacó su celular y mandó un mensaje.

Mensaje de texto: Anciana muerta en recepción. Limpia.

Como él era el único asesino Uchiha o Red Killer, como se les llamaba dentro de la familia desde muchas generaciones atrás, contaba con un Blanco; una persona que se encargaba de limpiar o modificar las escenas que dejaba el Red Killer.

De repente, el número seis se coloreó de naranja y entonces Itachi se guardó las manos en los bolsillos y avanzó sin prisa rumbo al departamento en donde estaba esa persona a la que hace mucho que no veía.

La recordaba entre flashes. Sus hermosos y míticos ojos del extraño color lavanda claro y su también su extraño cabello color berenjena. Esa chica había capturado su atención aquella sangrienta noche y ahora la volvería a ver.

Sería interesante.

o

Era de mañana y los pacientes de Kuroshinzou estaban en el jardín a eso de las doce del mediodía, aprovechando que las nubes gruesas cubrían el sol.

Un joven de coleta alta estaba sentado en una silla mientras jugaba ajedrez con su doctor. Asuma estaba fumando, pensando en alguna estrategia, pero sabía que no tenía opción: iba a perder, como siempre. Shikamaru era demasiado listo en juegos mentales, le encantaban esos juegos y siempre los practicaba, como si de entrenar la mente se tratara.

— Check mate. –exclamó el joven. Asuma bufó y se acomodó en la silla mientras su paciente re-ordenaba las piezas para jugar otra vez. – ¿Quieres decirme algo? –inquirió sin verlo.

— ¿Eres psíquico? –levantó las cejas, sorprendido de que lo supiera.

— No, solo soy un buen observador.

— Pues bueno, te lo contaré. Resulta que fui a hablar con Kakashi; el doctor de Hinata, ¿la recuerdas? –Shikamaru asintió con actitud de aburrimiento. –Bueno, sabes que ella es igual a ti, a ustedes les pasó lo mismo...

— ¿Y cuál es el punto de todo esto? –musitó aburriéndose cada vez más con la conversación.

—Pensé que Kakashi podría ayudarnos, estoy seguro que Hinata le ha contado todo a él, cuando ella estaba aquí parecían muy cercanos. –se encogió de hombros e hizo su primer movimiento en el juego.

— ¿Y? –dijo y luego movió un peón.

— Kakashi no dijo mucho, aunque sé que oculta algo. –exclamó haciendo otro movimiento.

— No me gusta el rumbo que está llevando esta conversación. –acotó liberando el alfil.

— Hinata es otra víctima de los Uchiha. Con ella y contigo tal vez se podrían re-abrir sus casos... –dijo Asuma moviendo el caballo.

— Excelente, excepto por el hecho de que cuando ellos sepan que se re-abrió la investigación la cabeza de Hinata y la mía estarán rodando por alguna de las calles de la ciudad.

¡Que le corten la cabeza!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora