"Porque la venganza es un
Plato que se sirve frío..."
...
Él no sabía exactamente en qué momento se había decidido a salvarla. ¿Sería acaso que aprovechó la oportunidad de que Madara tuviera asuntos qué atender y no le interesara ver la muerte de Hinata? Para él las coincidencias no existían, solo lo inevitable. Así que supuso que era cosa del destino el que Hinata siguiera viva. No era cosa de él. Él no era héroe de nadie.
- Por allí. -Le indicó Itachi unas escaleras con enredaderas que llevaban hasta el suelo firme desde la ventana de su habitación. Aunque le disgustara, Hinata tuvo que aceptar la ayuda de Itachi para poderse bajar hasta la escalera y empezar a descender. Tuvo que tomar sus grandes y rasposas manos, sus cálidas manos. Ella misma temblaba un poco, no era nada fácil tener al asesino de su familia ayudándole a escapar. No sabía cómo reaccionar a ciencia cierta. Por un lado quería que él muriera, que sufriera, por otro lado, no podía desearle eso si le estaba sacando de aquella boca de lobos. Itachi le provocaba terror, le daba mucho miedo su presencia entera, sus ojos rojos, su mirada fría y sin emociones.
Ella se sentía confundida, preguntándose si realmente aquello estaba pasando y deseando que Kakashi estuviera ahí con ella para que le dijera si era verdad que Itachi le estaba salvando la vida o si sería una alucinación. Ni un loco le creería cuando le dijera que Itachi Uchiha la había ayudado a escapar de una muerte segura en la mansión Uchiha y que aparte le salvaría la vida al prometerle que le diría a Madara que en verdad la había aniquilado.
Cuando terminó de bajar la escalera quiso correr, pero Itachi corrió detrás de ella, alcanzándola de inmediato y la jaló del brazo con fuerza hasta hacerla chocar contra su pecho. Inmediatamente Hinata se separó de él lo más que pudo.
- Hey, ¿a dónde vas? ¿Acaso sabes el camino para salir sin que te maten? -La regañó. Hinata soltó un quejido y se llevó la mano libre al agarre de Itachi, entonces él se dio cuenta de que había apretado su brazo más de la cuenta y enseguida la soltó. -Lo siento. -Se disculpó sintiéndose un poco idiota por olvidar que debía tratar a las chicas con delicadeza, era culpa de su trabajo, casi nunca socializaba con mujeres, de hecho, casi nunca socializaba con nadie. -Vamos al estacionamiento. -Le ordenó e indicó el camino para que ella empezara a caminar. Él la siguió muy de cerca y pronto se hallaron en un espacio de tierra blanda donde había varios autos estacionados.
Llegaron entonces frente al auto de Itachi. Él sacó las llaves y abrió el portaequipajes.
Hinata lo vio con cara de "No entraré ahí".
- Solo será mientras paso la caseta que está en la entrada de la mansión. -Le aseguró. Hinata no quería entrar. Igual y a Itachi le daba la gana dejarla ahí y nunca más abrir el portaequipajes, o a saber a cuántos muertos había trasladado allí, un momento, ¿esa manchita de allí era sangre seca? -Solo entra, maldita sea. -Se quejó Itachi cabreado, en cualquier momento podrían descubrirlo y sabía que si lo hacían no lo dañarían a él, sino a su pequeño hermano Sasuke; su talón de Aquiles. Entonces, enojado, Itachi cargó a Hinata a la fuerza y la dejó caer en la cajuela y sin asegurarse de si había entrado bien o no, solo bajó la tapa con fuerza. No escuchó ningún golpe, así que supuso que ella estaba bien. -Tontas chicas. -volvió a quejarse. "Todavía que me las doy de santo y me pongo a salvarla, se queja del portaequipajes", pensó de mala gana.
- Itachi. -habló Fugaku detrás de él. El corazón de Itachi estuvo a punto de sufrir un severo paro cardíaco.
- ¿Sí, padre? -Se volvió hacia él. ¿Habría visto algo?
- ¿Qué crees que estás haciendo? -Lo interrogó Fugaku con una ceja enarcada y los brazos cruzados. ¡Mierda! Seguro había visto a Hinata.
- Tío Madara me ordenó asesinar a alguien y justo ahora voy a deshacerme del cuerpo. -le explicó intentando mostrarse seguro de sí mismo, aunque falló en sostenerle la mirada a su padre.
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¡Que le corten la cabeza!
De TodoHinata es esquizofrenia, mutismo y psicosis, es vacío, es color blanco. Kakashi es psiquiatra, es oscuro pasado, es misterio. De pronto ha llegado un nuevo integrante al hospital mental que estará dispuesto a que la chica muda hable y revele sus sec...