"Cualquier poder que no se basa en la unión, es débil"
Jean de La Fontaine
Aquel día conoció el miedo.
Era un día normal en la vida de Hinata Hyuga. Era viernes trece exactamente y el clima estaba nublado. Mientras venía de camino a su casa, Hinata venía recordando a Sakura quien le dijo haber leído en una revista que estaba comprobado que los viernes 13 eran los días en que menos accidentes automovilísticos ocurrían, lo que resultaba irónico considerando que los viernes trece eran de mala suerte.
Después de llegar de la escuela, su padre la había regañado porque Neji le contó durante la comida que otra vez la había visto con ese chico llamado Kiba que era un don nadie en la preparatoria a la que asistían Hinata y él.
— Déjala en paz, Neji. Ya es hora de que mi hermana se consiga un novio que la pervierta. –se rio Hanabi mientras su padre le mandaba una mirada severa, sin embargo, la pequeña no le hizo el menor caso.
— Hinata, creo que no tengo que decirte que te alejes de ese muchacho de inmediato. –exclamó Hiashi al tiempo en que se llevaba un poco de sushi a la boca.
— Para empezar, Kiba no es malo, solo que no le gusta preocuparse tanto por las materias. –Lo defendió Hinata fieramente, pues detestaba que Neji fuera tan prejuicioso y que además Hiashi le creyera todo –. Además, que yo sepa, Kiba no ha reprobado nada.
— No, porque todas las ha pasado con seis. –Se mofó Neji.
Hanabi se aguantó la risa, Neji también, pero al parecer eso no le hizo ninguna gracia a Hinata.
— Creo que estás celoso de él. –musitó ella mirando a su primo con seriedad, procurando herirlo –. Porque él es ingenioso, alegre y le agrada a todas las personas. No es un amargado que se la pasa encerrado en su cuarto, como tú, primo.
— No es más que otro Naruto. –contraataco Neji con una mirada filosa y apenas hubo terminado de haber dicho eso, abrió los ojos como platos al darse cuenta de que había hablado de más –. No... perdón Hinata, no quise hablar de él...
— Neji, eres la persona más grosera que conozco. –Se levantó Hinata enojada, sintiéndose humillada frente a su familia. Aquél insulto dio de lleno en el corazón de Neji quien intentó detener su marcha de la mesa, pero Hiashi le hizo una señal de que la dejara irse.
Hinata subió corriendo las escaleras al segundo piso y se metió a su cuarto. Cerró la puerta con fuerza, con la intención de que los demás escucharan el portazo y se dieran cuenta de que estaba en verdad enojada.
— Neji, eres un tonto. No debiste mencionarle a Naruto. –Lo regañó Hanabi. –Sabes que es un tema tabú cuando Hinata está presente, aún le duele que él se haya ido a estudiar fuera, a pesar de que nunca llegaron a ser más que mejores amigos... gracias a ti, debo agregar.
— Vamos, Hana, sabes que no fue mi intención... lo dije sin pensar. –musitó preocupado.
— Ya tranquilícense y terminemos de comer en santa paz. –Hiashi alzó la voz y no se dijo más, los tres continuaron comiendo.
En su cuarto, Hinata no aguantaba su enojo. Odiaba que su padre y Neji siempre criticaran a las personas con las que ella se relacionaba. Eran unos totales prejuiciosos, los odiaba, aunque literalmente. Ella sacó los auriculares y su Ipod del cajón del buró, se puso a escuchar música a todo volumen, tirándose en su relajante cama de agua. Intentaba normalizar su respiración, pues siempre que se enojaba empezaba a respirar muy rápido y profundo, y eso no le gustaba, había visto en una serie de televisión que así le hacían las personas que tenían ira.
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¡Que le corten la cabeza!
CasualeHinata es esquizofrenia, mutismo y psicosis, es vacío, es color blanco. Kakashi es psiquiatra, es oscuro pasado, es misterio. De pronto ha llegado un nuevo integrante al hospital mental que estará dispuesto a que la chica muda hable y revele sus sec...