Capítulo 6

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COMPAÑERO

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COMPAÑERO

Tan pronto como finalizó la lectura, Iza lo comprendió. Y no se quedó allí, su mente viajó más allá hasta darse cuenta de algo. Derek no solo había perdido a su familia seis años atrás en esta misma época; ahora también acababa de perder a su hermana. Perder accidentalmente a tantas personas era un enorme infortunio, e Iza no podía siquiera imaginar lo que Derek debía estar sintiendo. De estar en su posición, no tendría ni la más mínima idea de qué hacer, de cómo continuar.

Su constante expresión enfadada cobraba más peso ahora.

Una vez que dejó la sala de reprografía tal y como la había encontrado, Iza salió y buscó a Derek con la mirada. Estaba a unos pocos metros de la puerta, sostenía con ambas manos su copia del periódico y lucía muy concentrado en esta. Desde que oyó la puerta abrirse, levantó la cabeza para fijarse en Iza, quien lucía un poco apagada. Se detuvo delante de él.

—¿Ahora qué sigue? —preguntó Derek, como si su repentina salida no hubiese sucedido. Iza también trató de deshacerse de su repentino cambio de ánimo, por lo que volvió a enfocarse en su trabajo.

—Pues, toca descubrir quién escribió el artículo que le interesó a Laura... —Su voz fue perdiendo intensidad mientras leía la hoja en busca del autor—. Un tal... Darren Meadows. —Leyó—. Necesito ir a la sala de computadoras para ver si consigo contactarlo. ¿Me esperas aquí o...? —Alargó, sin saber si Derek aún se encontraba de humor para seguir investigando.

—Te acompaño.

Iza se detuvo en el escritorio de Agnes, quien por estar al teléfono solo contestó con una sonrisa cuando su amiga le regresó la llave. El par continuó avanzando hacia un salón de grandes puertas de cristal, en cuyo interior se encontraban pequeñas mesas individuales —separadas a los lados por unas cuantas pulgadas— con computadores bastante antiguos. La sala estaba casi desierta, a excepción de dos de adolescentes que parecían estar utilizando los recursos para jugar videojuegos. Iza tomó asiento frente a una pantalla, mientras que Derek optó por quedarse de pie a su lado, aunque con los ojos fijos en el monitor. La mujer tecleó el nombre del autor en la barra de búsqueda, y navegó por unas pocas páginas antes de encontrar el sitio web del periodista de Beacon Hills.

—Tenemos una dirección y número de teléfono —comentó ella.

Derek apoyó una mano en el respaldo de la silla y se inclinó hacia adelante para poder ver mejor. Iza trató de permanecer neutral, aunque por dentro estaba haciendo malabares para apagar la chispa de emoción que aquel simple acto había ocasionado. La reducida distancia le permitía captar el perfume de Derek. Mientras él leía, Iza no pudo evitar observar su rostro durante un instante. Comenzaba a darse cuenta de que solo lo miraba cuando estaba distraído con otra cosa, era algo que quizá debía dejar de hacer. Por la cercanía, la voz grave de Derek se oía distinta cuando habló, al menos para ella. Había estado tan inmersa en la situación, que Iza deseó que no se hubiera notado del respingo que acababa de dar.

Night Howls | Derek HaleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora