¿Qué pasa cuando dejas a dos Caníbales en una ciudad y tienen el deseo de devorar al otro?
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Porque no todos somos lo que mostramos y porque a veces hacer sufrir a otros por una satisfacción propia es más importante.
Recuerda, las personas...
¿Cuanto tiempo había pasado desde el ultimo asesinato? Tal vez un mes pues la carne de la chica era mucha y aun cuando me gustaba la carne fresca, no siempre podía permitirme matar chicas x por la ciudad como si nada. Osito habia estado muy preocupado por mi, por nuestra estabilidad económica y de hecho ambos nos pusimos a buscar un empleo con mejor sueldo, el se puso a trabajar en el vanilla y yo vendía droga junto con Segismundo. Era difícil mantener todo esto pero debía hacerlo por mi Horacio, sus gustos eran caros y no podíamos permitirnos sus camisas de marca ni nada, de hecho todo su sueldo se gastaba casi en cosas para el... Yo, bueno mi sueldo era para pagar el alquier, deudas, comida y ademas lo que me quedaba lo guardaba para futuras emergencias.
-Osito... Debes dejar de comprar esa ropa tan cara, Es solo ropa mi niño y tienes mucha mas ropa que nadie-
-Si crees que es lo mejor yo dejare de gastar tanto dinero en ropa- Osito me miraba con esa sonrisa amable, era una brisa de verano amable que pasa para refrescar tu alma.
-Puedes ahorrar dinero y luego comprar todas tus cosas- Lo que decía era verdad, yo guardaba mucho dinero pero al final siempre lo gastaba en mi hermano.
-No pasa nada Gustabo, ademas creo que tal vez pueda ganar mas dinero... El otro día un chico me hablo luego de mi baile, dijo que era muy guapo y que si salia con el a comer o algo me pagaría-
Un sugar daddy, eso le habían propuesto a Horacio y yo no estaba muy convencido de esa idea, pero el estaba grande para escoger si quería salir con ese tipo un par de veces.
-Si te interesa o lo encuentras bien, pues deberias ver si surge algo con el-
Los ojos iluminados de mi Hermano, esa sonrisa amplia tan dulce y sus pequeños saltitos que me hacían ilusion.
-Gracias Gustabo -
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Estaba jugando en mi teléfono cuando me llego un mensaje de Horacio, se notaba desesperado pues no dejaba de mandar mensajes, me suplicaba que fuera a verlo ahora mismo.
"Gustabo hice algo sin querer... Ven por favor."
"Responde por favor"
"Ayúdame, ven a esta ubicación rápido... Yo no se que hacer"
Horacio no decía nada más así que esperé su ubicación y cuando la tuve me subí a una camioneta que me regalo Segismundo. Cuando llegue al lugar le mande un mensaje a Osito.
"Estoy fuera, sal y abre la puerta por favor"
El lugar al que me mando era en el barrio de los ricos, estaba frente a una mansión promedio pero se notaba que vivir en este lugar no era muy barato.
-un día yo podré pagar algo como esto para los dos, seremos felices. -
Fue lo ultimo que dije antes de ver cómo me abría la puerta un Horacio bañado en lagrimas, tenía la ropa mal puesta y unos golpes algo notorios.
