Capitulo 5

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Unhappy happiness

Narra Horacio

Luego de la persecución fallida, fuimos llevados al hospital para ser tratados y recuerdo conocer a Claudio o más conocido como el Dr. Muerte por un tatuaje de calavera que tenía en su rostro.

-Eres lindo.- dije sin pensar mientras miraba sus ojos perdido en ellos.

-Tu también Horacio pero no puedo salvarte de comer barrotes, lo siento pero si puedo darte esto.- me regalo una hermosa sonrisa acompañada de una paleta sabor fresa.

-Gracias... ¿Puedo venir otra vez? Osea no como herido sino a verte.- tenia el corazón a mil, mi mente y corazón tenían una pelea interna gigante en la que uno pedía ser prudente y el otro insistía en ir a por todas sin miedo alguno.

-Puedes venir a verme, estoy aquí casi siempre.-

Ese fue el final de nuestra conversación porque cuando salí de la consulta fui subido de nuevo a un patrulla, recorrimos la ciudad y luego comisaria, el mismísimo infierno y ese era el único lugar al que aún no quería llegar pero bueno. Caminando hacia mi celda pude encontrarme con Gustabo, él estaba en la celda de al lado mio y en voz baja hablábamos con cuidado de no ser escuchados por los policías, no era la idea que nos dieran un tiempo extra por estar haciendo puta vida social.

-pss Gustabo, ¿puedes hablar? -

-Si, puedo ¿que pasa? -

-Sabes que me aburro cuando no hago nada y quiero contarte algo.-

-¿Que me quieres contar?-

-¿Viste al doctor muerte?-

-Claro que si, no dejabas de coquetear con él

-Pues me trato muy bien y quiere que vaya a verlo más veces ¿debería ir?- recuerdo la ilusión formada en cada palabra que salía de mi boca.

-Deberías ir a verlo, no pierdes nada y puede que hasta llegues a ganar más de una cosa de él.-

Estuvimos toda la condena hablando o jugando juegos tontos como al piedra, papel y tijeras, claro que más de un policía nos dijo mierda pero Gustabo me pedía guardar silencio porque no queríamos estar más tiempo del necesario... Extrañaba mi cama y mi celular.

-¿Cuánto nos queda? -

-Calculo que más o menos una hora, así que esperate y agradece que no estamos como Segismundo que fue de los más heridos.-

Gustabo tenia razón, Segismundo había sido el que recibió casi todo el impacto del choque al ser el conductor, me daba algo de pena pero él seguía en el hospital y nosotros aquí comiendo barrotes que me resultaba mucho mejor que estar mal un mes por un atraco fallido... Eso era lo peor de todo, habíamos fallado y literalmente perdimos armas, dinero y comida pero Gustabo no se veía molesto, él estaba bien, dijo que luego podríamos conseguir muchas cosas mejores que eso. Estuvimos una hora más cuando un agente amable nos sacó de donde estábamos y nos dijo que dejáramos de hacer el mal, que debíamos pensar en el futuro y bla bla bla... La verdad me emocionaba un poco pensar en mi mismo como

HORACIO EL HÉROE DE LA CIUDAD

Era un lindo sueño pero no podía hacer eso, no cuando mi hermano literalmente mataba y luego devoraba personas por satisfacción más que necesidad pero por un momento esa vez pensé que ahora, luego de que Gustabo dejara de matar yo podría intentar entrar a la policía.

Que ingenuo que fuí pensando en eso.

Que ingenuo que fuí pensando en eso

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Amantes Canibales.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora