Capítulo 13 - ¿Ha dicho lo que creo que ha dicho?

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NARRADOR

Han pasado dos meses desde que la tormenta de nieve pasó. En Corona sigue haciendo frío ya que están a mediados de febrero.

Anna y Kristoff salieron del hospital hace ya mucho y han mejorado notablemente. 

Las Navidades se pasaron en una feliz y nevada ciudad de Corona que la hicieron inolvidable.

Quedan tres días para el 14 de febrero, mejor conocido como día de San Valentín.

ANNA

- ¡¡Anna Arendelle!! -el grito que dio la señora Roth* hizo que me austara y mi cabeza cayera contra la mesa.

Sí, ahí estaba yo, Anna Arendelle, durmiendo. Como ya dije ESTABA, y eso significa que la vieja señora Roth, mejor conocida como señora oh-Dios-mío-mis-oídos, me había despertado de mi preciado y vital sueño reparador en medio de la horrible, inútil y aburridísima clase de "preparación empresarial", algo que, me permito decir, resulta de lo más irritante.

Claro que yo no tenía la culpa de que la emoción por cierto baile SUPERIMPORTANTISÍSIMO me tuviera en vela toda la noche.

- Auch... -me quejé disimuladamente frotándome la cabeza.

Algunos reprimieron la risa y con razón, a ver quién era el guapo de cara que se reía en clase de la señora Roth. Desde el principio de los tiempos, la señora Roth ha estado dando clases de preparación empresarial en el instituto, todos decían que debía haberse retirado hacía años pero que jamás se librarán de ella, ya sabéis lo que dicen; "bicho malo, nunca muere". La verdad es que razón no les faltaba, esa mujer, que debía tener cientos y cientos de años, parecía un arrugado dinosaurio del Paleolítico recién desenterrado de la fosa más honda del planeta, con esa ropa de lana de anciana y esas gafas con las que ni si quiera veía, la señora Roth era el perfecto ejemplo de una profesora amargada, vieja y gritona. 

- Escuche bien Arendelle, en mi clase no se duerme, ¡¿entendido?! -me gritó con su mirada de odio.

- Sí, sí, sí señora -dije nerviosa.

- Ésta es su PRIMERA y ÚLTIMA advertencia, a la siguiente será enviada al despacho de la directora, -asentí- y recuerde, la estaré vigilando, siempre vigilo -concluyó entornando los ojos con su temible voz de dinosaurio, entonces me dio la espalda y comenzó a decir los deberes para mañana- Su tarea para mañana, alumnos, será escribir una redacción de quinientas palabras sobre lo importante que es tener un buen trabajo hoy en día.

En la clase no se oyó ni una mosca pero todos pensábamos lo mismo: maldita sea la dinosauria chillona.

Gracias a Dios el timbre sonó en cuanto la vieja pelleja acabó de decir los deberes, todos salimos escopeteados de allí deseando no volver a ver a esa bruja, por lo menos tocaba el recreo.

Me reuní con Mérida, Punzie y Elsa en las taquillas.

- Ughh, ¿no creéis que la señora Roth es la persona más irritante del mundo? -se quejó Punzie mientras dejaba sus cosas en la taquilla.

- ¿Tú qué crees? -dijo Mérida rodando los ojos, Punzie le sacó la lengua.

- Mejor vámonos de aquí antes de que el pasillo pete -dijo Astrid acercándose a nosotras.

- Astrid lleva razón -apoyó Elsa mientras cerraba su taquilla.

Aquel día no nos apetecía ir a la cafetería así que salimos a la zona verde del patio donde nos esperaba Mavis. La chica era bastante maja y simpática a pesar del la impresión que daba, mis amigas la conocieron mientras yo estaba en el hospital y me la presentaron, desde entonces me hice muy amiga suya, siempre está bien conocer a gente nueva.

❅Separadas al nacer❁ {Slow updates}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora