Ripperd From Reality

Chapter 1: small boy, big secret

Regresé a la escuela una vez más, solo que esta vez estaba ocultando un secreto. Un secreto tan grande que si se revela, bueno, no sé qué pasaría, pero no puede ser bueno. Estaba con mucho dolor; cada paso fue difícil. Y para empeorar las cosas, Kageyama acababa de detenerse junto a la entrada esperando que llegará. Dejé mi bicicleta y salí a su encuentro, nos miramos a los ojos y él se va corriendo mientras hago todo lo posible por correr.

Cuando llego allí, él ya está adentro y se ríe de mí cuando entré. Podía sentirme luchando por caminar, sin revelar cómo me sentía por dentro.

Vi la cara engreída de Kageyama cuando entré, con Tanaka riéndose a su lado.
Cuando ingresé, sentí una mano en mi hombro, me estremecí bajo el toque. Era Suga. Me sonrió, pero sus ojos parecían preocupados. ¿Tal vez me sintió estremecerme?

—Buenos días Hinata.

Había un poco de preocupación en su voz. Definitivamente lo notó.

—Buenos días Suga. Oh, capitán, buenos días.

Saludé a los dos sempai cuando se unieron a nosotros en la sala del club. El resto del equipo llegó poco después, luego de que todos se cambiarán y prestarán atención para poder dirigirnos al gimnasio.
Sin embargo, me quedé atrás. No quería que me vieran. Toda la vergüenza oculta por la ropa que llevaba.

Todos escucharon rápidamente a Daichi hablar sobre el próximo campamento de entrenamiento en 1 semana. Recordándonos que traigamos las notas y empacáramos todo y bla bla bla, me desconecté. Estaba más concentrado en cómo ocultar las marcas vergonzosas que estaban por todo mi cuerpo. Después de que todos se fueron al gimnasio, me quedé esperando que todos se fueran inmediatamente. Pero Suga no se fue, se quedó y empezó a caminar hacia mí y se sentó a mi lado.

—Hey Hinata, ¿está todo bien?

—Sí, todo está bien. ¿Por qué lo preguntas a Suga-san?

—Bueno, cuando te toqué antes, noté que te estremeciste.

Joder, se dio cuenta.

—Sí, me lastimé el hombro después de entrenar, eso es todo.

—Está bien. Bueno, tómalo con calma hoy, ¿está bien?

Suga me revolvió el cabello.
Uno de los únicos lugares de mi cuerpo sin cortes ni hematomas. Moví mi cabeza hacía arriba y la restregué en su mano. Su mano se sentía tan agradable corriendo por mi cabello. Sentí mis mejillas calentarse un poco. Después de un rato, se levantó y se dirigió al gimnasio.

Me cambié rápidamente, tan rápido como pude sin lastimarme, y lo seguí.

Cuando entré en el gimnasio todos estaban esparcidos y habían comenzado a calentar. Daichi hizo una carrera en el entrenamiento como siempre y, finalmente llegó el momento de los ejercicios de punta. ¡MIERDA! No pensé tan lejos, si salto como siempre hago, mi camisa podría levantarse y todos lo verán.
¡Y lo más importante, va a doler mucho! Me acerqué a Suga, que se estaba preparando para comenzar. Sentí su mirada calmada sobre mí cuando comencé a hablar. Mientras me explicaba, noté lo suave que se veía su cabello y cómo su sonrisa era pequeña y linda mientras hablaba... espera... ¡¿Qué estoy pensando!? Suga-sempai es solo un compañero de equipo genial. Intenté convencerme a mí mismo, pero aún sentía mis mejillas sonrojarse mientras él y yo hablamos, sin poder evitar admirarlo.