Capitulo 4(Leo)

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Todos los chicos estábamos en mi casa, por lo general en estás ocasiones yo estaría haciendo bromas o algo pero en este momento solo un pensamiento rondaba por mi cabeza...o más bien una persona: Calypso. No puedo dejar de pensar en ella, la forma en la que se trenza su cabello color caramelo o la pequeña peca junto a su ojo izquierdo o el aroma a canela que siempre la envuelve. Han pasado unas semanas desde que la conozco pero siento como si la conociera hace años. Tal vez sea pronto para decir esto pero me gusta enserio...
- ¡LEO!
- Ummm ¿Que?
- Tienes cara de enamorado- me dijo Jason
- Jason te has golpeado con muchos ladrillos
- Sabes que tengo razón, apuesto a que estabas pensando en Solecito
Solo, yo le puedo decir así
Todos me miraron...ups, tal vez lo dije en voz alta.
- Amigo, si no la puedes sacar de tu cabeza solo llamala.
No lo pensé y la llamé. Tardo un poco en contestar pero sentí alivio cuando escuché su hermosa voz
- Hola, Leo
- Hola, Solecito
- ¿Que paso?
- Ummm...- en ese momento me di cuenta de que no tenía excusa para llamarla. Les hice señas a los chicos para que me ayudaran
- ¿Leo?
- Sip, este...- Percy tomo una libreta y escribió una play en una hoja cine-¿Irías al cine conmigo?- espere nervioso la respuesta
- Claro, ¿Cuando?- me sentí aliviado
-¿Mañana?
- Bien
-¿Te recojo a las ocho?
- Sip, hasta mañana.
- Adiós Solecito
Ella colgó. Yo me deje caer sobre mi cama y sonrei.
- Me dijo que si
Todos me felicitaron, pero si antes era difícil sacarla de mi mente ahora era imposible.
Al día siguiente los chicos nos reunimos en casa de Jason y su hermana, Thalia, que estaba con su novio, Luke. Thalia al ver que llegábamos salio con Luke. A las siete y media salí de la casa de Jason hacia la de Caly, solo tenía un problemita...no tengo auto. Cuando mi mamá murió, las llaves quedaron pérdidas en el incendio y jamás le había pedido uno a mi padre. Camine y llegué a su casa, faltaba un minuto para las ocho asi que toque. Espere unos minutos y estoy seguro de que escuche varios grititos de emoción, probablemente de Piper y Hazel. Entonces Calypso abrió la puerta y me quedé sin palabras, llevaba un simple vestido blanco con unos zapatos dorados, su cabello estaba suelto y suavemente hondulado decorado con flores
- Hola
- Hola
- Ummm...¿Nos vamos?
- Claro, solo que no tengo coche. Las llaves se quemaron en el incendio del taller de mi mamá.- ella solo asintió, no dijo nada lo cual le agradecía.
- No te preocupes, podemos caminar- dijo con una sonrisa- aparte el cine no está tan lejos de aquí.
Empezamos a caminar mientras hablamos, estar con ella me hacía sentir bien. Ella me entendía y se reía de mis chistes, supongo que era por qué había crecido en una isla sin contacto humano. Llegamos al cine y escogimos una película. Hubo un momento durante la película donde nuestras manos se encontraron, ninguno de los dos se movió, a la mitad de la película Calypso puso su cabeza sobre mi hombro yo pasé mi brazo por sus hombros, acercándola más. Al terminar la película salimos del cine, decidí acompañarla a su casa
Hacía frío y vi que ella se frotaba los brazos asi que me quite mi chamarra y se la puse sobre los hombros.
- Leo, tendrás frío.
- Estoy bien, no te preocupes.
- ¿Y si te enfermas?
- Enfermarme es mejor que verte sufrir
Estaba oscuro pero estoy seguro de que ví a Cal sonrojarse, es adorable. Volví a pasar mi brazo por detrás de ella, Cal se acerco más a mi. Nos detuvimos enfrente de su casa.
- Me diverti
- Yo igual, Solecito
Ella se acercó a mí y beso mi mejilla. Los dos nos pusimos rojos, ella murmuró algo que sonó como un buenas noches y entro en su casa. Yo probablemente estaba sonriendo como tonto pero no lo podía evitar. Me dirigí a mi casa, no pude dejar de pensar en ella toda la noche.

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