Capitulo 11(Calypso)

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Todos se fueron y me quedé sola con Leo. Nos quedamos en silencio un rato hasta que el rompió el silencio que nos envolvia
- ¿Hace cuánto lo sabes?
- Desde ayer, mi padre me llamo en la mañana
- ¿Y no me dijiste?
- No supe cómo...lo siento, se que hoy es un día difícil para ti.
- No tienes por qué disculparte pero gracias, eres la única que lo recordó...los conozco hace años pero ninguno se acordó nunca
- ¿Vas a ir a verla?
- Pensaba ir más tarde
- ¿Que tal si vamos ahora? Te acompañaré, nadie debería hacer esto solo.
- Lo he hecho solo todos estos años
- Pues hoy no, vamos...me has ayudado toda esta semana, me toca ayudarte a ti. Solo espera, conseguí algo especial para esto.
Me dirigí a la cocina y tome el ramo de flores que había cortado yo misma especialmente para esto
- ¿Esas son las flores que tanto cuidas? Cal, no tenías que hacerlo- unas lágrimas salieron de sus ojos
- Pero lo hice, estás son mis favoritas por qué son especiales...tan especiales como tu mamá.
Más lágrimas salieron de sus ojos, pero me abrazo...estuve tentada a pedirle que nos quedáramos así todo el día, que no se separara de mi pero eso no sería correcto.
Nos levantamos, tomé las llaves del coche de mi hermana y conduci hasta el cementerio. Mientras caminábamos hacia la tumba que buscábamos le tome la mano y la apreté suavemente, Leo me devolvió el apretón y sonrió ligeramente pero era una sonrisa triste, ya había notado que esas sonrisas triste eran frecuentes...a excepción de cuando estábamos juntos. ¡Dioses! Detesto todo esto, yo quiero quedarme aquí...con Leo. Al principio me pareció molesto pero después de la primera semana ya éramos mejores amigos y con el tiempo me empezó a gustar pero ahora no me gusta...estoy enamorada de él, totalmente enamorada.
Finalmente paramos frente a una lapida de mármol con un dragón grabado en metal, Leo se arrodilló y se rompió. Empezó a llorar, todo su dolor y tristeza fue liberado. Me arrodille junto a el, deje el ramo junto a la lapida y lo abracé, acaricie su suave pelo rizado.
- Fui yo...lo siento...te extraño...lo siento...fue mi culpa...soy una mala persona...lo siento- murmuraba para si mismo, yo sabía por qué decía esas cosas y detestaba que se hiciera eso.
- No fue tu culpa, Leo. Tu trataste de ayudarla. Eres una gran persona, ella estaría...esta muy orgullosa de su hijo, de ti...ni ella ni yo soportamos que te digas esto. No fue tu culpa.
El siguio llorando por un largo rato, yo podría haber llorado pero ya no tenía fuerza para eso. Cuando terminó, nos levantamos y maneje hasta su casa. El me hizo entrar, nos acostamos el uno junto al otro en su cama, sin decir nada solo disfrutando del poco tiempo que no quedaba juntos. Tenía ganas de decirle lo que sentía, que estaba enamorada de él como nunca lo había estado antes.
- Voy a volver a escapar- eso me dejó sin habla.
- No, no lo hagas Leo ¿Por qué quieres irte?
- Tu ya no estarás aquí y el lugar me recuerda a mi madre cada día que despierto aquí muero por dentro...las dos personas que más me importan no estarán así que no tiene sentido seguir aquí.
- ¿Hablas enserio?
- Todo lo que dije es cierto, sobre todo lo último.
Me sonroje mucho, cerre los ojos y suspire lentamente.
- Iré contigo
- No puedes hacer eso
- ¿Por qué no?
- Tu tienes una familia
- No la tengo, mi padre solo se interesa por mi porque se ve bien frente a las cámaras. No le importo.
- ¿Enserio irías conmigo?
- Me importas, Leo. Claro que iría contigo. Ya no quiero estar en esa maldita isla, gracias a ti aprendí lo que es tener una familia.
- Tu me recordaste lo que es tener una.
Tomo mi mano entre las suyas tan casualmente que pensé que había sido por accidente pero yo sabía que no era así, cada mirada, cada que nos tomábamos de las manos o nos sentabamos muy juntos era voluntario.
- ¿Sabes que te empezaran a buscar? Tu padre es un empresario famoso después de todo- yo le había dicho eso, no le dije el nombre de mi padre o de su empresa...no quería que me viera diferente.
- No me importa, no quiero volver a la isla...esa isla no es un hogar, es una prisión y escapar contigo es la única solución inmediata.
- ¿Sabes que no se a donde iré? ¿Que tal vez viaje sin rumbo algún por días?
- Eso es parte de la diversión, tu mismo lo has dicho. ¿Cuando te irás?
- Me pensaba ir el sábado después de que te fueras.
- Podríamos irnos mañana,después de la ceremonia de mi hermana y Bianca, no levantaría tantas sospechas y para cuando nos busquen ya estaremos lejos.
- ¿Estás segura de que quieres hacer eso?
- Totalmente- dije abrazándome a él
Me empecé a quedar dormida y lo último que escuche fue un susurro
- Te amo
Me quedé dormida.
Desperté al día siguiente y descubrí que estaba sola en el cuarto de Leo, me levanté y note que había una nota en el escritorio...se me encogió el estómago cuando la leí. Decía cuatro palabras, dos de ellas dolieron, las otras dos me mataron.
" Lo siento. Te amo"
Lágrimas empezaron a correr por mi cara, tomé la nota y la guarde en mi bolsillo de pantalón, salí corriendo hacia la calle pero estaba desierta. Lo llame pero no contestaba, le mande mensajes pero no los veía. Mi corazón estaba hecho pedazos, mi cerebro solo pensaba en él y mi cuerpo temblaba de la tristeza y el dolor. Llame a los demás y les pedí que fueran a casa de Leo, en lo que llegaban revice su cuarto. Se había llevado la chamarra que le había regalado pero había dejado la que me prestó en nuestra primera cita, me la puse. Todavía olía a él, a esa extraña mezcla de jabón y aceite para motor. Seguí buscando algo que me pudiera decir a dónde se había ido, hasta que encontré tres pequeñas cajas una dorada, otra plateada y una rosa metálica. En la primera había fotos de su madre, en algunas aparecía el. En la segunda fotos de sus amigos, pero en ninguna aparecíamos solos el y yo...eso era raro, estoy segura de que teníamos fotos nosotros dos solos.
Cuando abrí la tercera caja entendí por qué, solo eran fotos de nosotros dos...en algunas aparecía solo yo. Debajo de las fotos había dos cosas que llamaron mi atención, un pequeño colgante dorado en forma de corazon y una carta.
Para mí Solecito:
Espero que nunca llegues a leer esto...o no hasta que te haya dado el collar que hice y te allá dicho lo que siento por ti. Escribí esto por qué no sé como decirte que me gustas...mucho y espero que después de escribirlo se me ocurra como. Eres la chica más hermosa que he visto, te conocí por qué hice explotar tu mesa ¿Recuerdas?, no me la agradezcas. El punto es que me gustas, pero no solo eso...yo te amo. No puedo dejar de pensar en ti y espero que pronto reuna el valor para decírtelo...se que te gusto por qué te sonrojas cada que te tomo de la mano o cuando me descubres viéndote durante clases. No me he sentido así con nadie, a veces creo que somos soulmates...espero que enserio lo seamos por qué te amo, enserio.
                                             Te quiere,
          Leo Chico Malo Supremo Valdez
Empeze a llorar, tomé el collar y me lo puse. En ese momento todos entraron al cuarto de Leo, Piper y Annabeth me abrazaron pero yo no quería sus abrazos...yo quería a Leo y debía encontrarlo, sin importar que.

Soulmates COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora