cap 16. Estúpido bribón...

191 32 62
                                    

Y este es el momento cuando me pregunto ¿Cómo carajos llegué a esto? Si, por pura casualidad él había hecho una de sus gilipolleces y terminó en dirección y una tonta casualmente estaba pérdida y también terminó en dirección... pero el resto de cosas, ambos las fuimos armando, de verdad que soy idiota, pude sólo ignorarlo; pero no. Deje que mi maldito orgullo siguiera controlándome y llegamos a este precioso instante en que para ninguno de los dos es una opción ceder.

-¡Suéltame Kim! ¡¿A dónde me llevas?!

Jin: A un lugar libre de Yeicod -lo dijo en un susurro que no pude escuchar, esta costumbre de arrastrarme a todos lados debería ser patrimonio cultural de la humanidad.

-¡¿A dónde vamos bastardo?! -Mi voz flaqueaba y mi garganta ardía, gritarle a Kim esta en mi lista de malos hábitos inalienables, es algo que no puedo evitar.

Jin: Vamos por allá, dicen que por allá es bonito. -Caminábamos por los pasillos de las aulas, no sé qué quiere, ni que planea... y estoy segura de que no lo quiero averiguar.

-Estamos en medio de las mismas cuatro paredes de todos los días, ¡Ya suéltame!

Jin: ¿Viste la inflación del dólar? Uff es una exageración. -Ya perdió por completo su cordura y yo perdí por completo mi paciencia.

-¿Quién te crees? ¡¿Que mierda quieres?! -Él paró en seco y me miró a los ojos con la misma mirada que tiene cuando espera mis protestas. Las aulas al rededor estaban desoladas y el silencio no ayudaba al ambiente- ¿Crees que puedes arrastrarme a donde se te dé la regalada gana como una maldita muñeca de ventrílocuo? -Disminuyó la presión de su agarre mientras dejaba que su mirada se perdiera en mi rostro, así que aproveché y me solté de él.

Jin: Sí. La muñeca de ventrílocuo de Kim Seok Jin, ese es un buen título, ¿No crees? -Su tono atacante, ahí estaba, pero ese definitivamente no era un buen título-, pero no creo que seas merecedora de ese honor.

-Qué lástima... ¡Adiós Kim! -Yo muy campante me di media vuelta, pero él no permitió que diera un paso más. Era demasiado sencillo como para porvenir de él, pero tenía que tratar.

Jin: Tu intento es de admirar, becadita... -definitivamente ya me estaba cabreando.

-¡¿Ahora qué?! -Denme paciencia por favor.

Jin: Cállate y escúchame. Yo quería... Quería pedir... ¡Mierda! Quería pedirte disculpas por las estupideces de la otra noche. -Él giró su mirada lejos de la mía y yo seguía procesando esas palabras. Esperen, ¡Paren todo! ¿Escuché bien?

-¿Qué cosa? -Cuestioné atontada con una leve sonrisa de satisfacción en el rostro.

Jin: Oh no, no me harás decirlo de nuevo. -Yo nuevamente sonreí como tonta al analizar sus palabras, Kim Seok Jin se había disculpado conmigo ¡El fin del mundo se acerca!- Quizá no eres tan idiota como pareces... -Fijó sus ojos oscuros en mí, sus palabras me hicieron estremecer... tal vez lo del fin del mundo no sea tan descabellado.

-Cuidado Kim, eso casi suena como un cumplido. -Le di un pequeño golpe en el hombro y él sonrió incrédulo.

Jin: Ya, ya. Que no se te suba a la cabeza becadita, todo sigue igual. -Esas palabras fueron un golpe contra la realidad y de nuevo, viniendo de Kim, no podía ser tan bueno.

-Muy tarde. -Le mostré una sonrisa eufórica y me marche de aquel lugar... No piensa cambiar ¿Verdad?

Dos días después...

Duele Amarte | Kim Seok Jin © [En edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora