8. Sorry

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Últimamente estaba tan distraída y desconcentrada que no sabía ni en el día en que vivía. Había pasado casi una semana desde mi discusión con Zayn en la clínica. No fue hasta el domingo que me di cuenta de que ya estábamos en vacaciones de Navidad, después de que Harry nos deseara unas felices fiestas. Obviamente sabía que estábamos en Navidad, por las luces de las calles y los regalos ya repartidos, pero no me había percatado de las vacaciones. Ese día no vino Zayn a recoger a Harry, de lo cual me alegré. Su familia era muy simpática pero después de entablar conversación con ellos no pude evadir las innumerables preguntas de mi madre sobre mi relación con el chico de pelo rizado. Aunque parezca mentira, tuvo que intervenir mi hermana para decir que solo éramos amigos.

Volviendo al tema de la Navidad, era un alivio que aquí en Ámsterdam se celebrase el día cinco de diciembre —al menos la parte de los regalos, ya que la presión por comprarlos había desaparecido—. Nos mudamos desde Inglaterra hasta aquí cuando yo era pequeña, que era donde vivían mi tía y los demás parientes de mi madre y nos encantaba celebrar las fiestas como era tradición. Hoy, miércoles veintitrés, faltaba solo un día para Nochebuena. Pero era el día antes de Año Nuevo cuando en realidad lo celebrábamos, ya que mis abuelos, unos familiares raros de mi padre a los que nunca veía, tía Helen y Michael vendrían a cenar a casa y creo que era la primera vez que no me sentía emocionada por ello.

Respecto a los días pasados... 

Aunque estaba cerrada, había seguido asistiendo a la academia de mi tía Helen, y al parecer no había sido la única. Como si hubiese sabido que estaría allí, Luke había aparecido esos tres días seguidos: lunes, martes y miércoles. Para ser sincera, en realidad no era tan molesto tenerlo al lado como había pensado. Al ser el rubio su único alumno allí presente, mi tía decidió hacer un par de coreografías con nosotros, que según ella podrían ayudarme con las clases de artes escénicas en el instituto. Tras agradecerle las flores y preguntar por su padre —el cual estaba mejor, o eso creía él—, me disculpé con Luke por haber sido tan grosera los días pasados. Por otro lado, mi tía seguía empeñada en que tenía que buscarme un acompañante para su boda.

—Te dije que no quería que me emparejases con él.

—No me refiero a Luke —me dijo el martes, tras un descanso en el que aprovechó que el chico había ido al baño—. No hacéis muy buena pareja, pega más con tu hermana. —Abrió mucho los ojos recapacitando— Espero que no te guste.

Negué con la cabeza riéndome y ella prosiguió.

—Bueno, mejor, perdona por eso. Me refería al chico misterioso. ¿Qué hay de Zayn? No me creo que no hayas vuelto a verlo.

—¿Y qué remedio? Si no se separa de Harry ni para ir al lavabo. No quiero hablar de él, ¿de acuerdo?

—¿Qué ha pasado? —Decirle a mi tía que no querías hablar de algo o alguien era como hablar con la pared, no servía de nada—.  A mí me pareció un buen chico, a juzgar por cómo le vería tu madre.

—¿Y yo qué sé? Luke me envió flores y se puso como una moto. Y no te atrevas a decirme que estaba celoso, te lo advierto —dije apuntándola con el dedo, al mismo tiempo que ella levantaba ambos brazos en señal de inocencia.

—Vale, no comentaré nada. Pero que conste que eso de "no está mal"—dijo imitando mi todo de voz en sus últimas palabras— es lo más falso que me has dicho en tu vida. —Tardé unos diez segundos en darme cuenta de qué demonios estaba hablando y recordé que esa fue mi contestación cuando me preguntó una semana atrás si el chico que me había empapado de agua sucia frente a la iglesia era guapo—. Y si en realidad lo piensas es que te han trastornado el cerebro mientras dormías.

—Lo que tú digas. Recuerda que estás comprometida, Helen Sween.

El frío era tan helado que juraría que en cualquier momento se pondría a nevar. Había quedado con Jane para que me recogiese y diésemos  una vuelta o algo así, pero por lo visto se había olvidado por completo. Llevaba aquí fuera diez minutos esperándola. Mi tía se ofreció a llevarme a casa, como siempre hacía, pero le dije que no se preocupase por mí, que ya aparecería. Además, me había comentado que esta tarde quería ir a comprarse un vestido para los acontecimiento futuros, y yo no sería la causa que la impidiera retrasarse. Decidió irse, no sin antes avisarme de que había dejado a Luke allí y que debería preguntarle si podía llevarme, pero le contesté que había traído mi bicicleta. Me senté en el escalón del frío suelo y continué esperando cuando mi móvil sonó en señal de que había recibido un mensaje.

Please, remember {PAUSADA}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora