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Ssagagh zsegzsse

Muy temprano por la mañana de Domingo Altais despertaba justo en el momento en que Madam Pomfrey le daba avena a Harry Potter, y le avisaba que terminando se podía ir, mientras a ella le daba medicamento y le avisaba que después de almuerzo podía marchar, justo en ese momento que comenzaría a desayunar llego su hermano en compañía de de Nott, Zabini y las hermanas Greengrass. Ninguno le dio importancia a la presencia de Potter y Daphne con Draco se tiraron sobre Altais para abrazarla.

 —Nos has dado el susto más grande del mundo  – le reclamaba Nott  – Zabini casi tiene un infarto al ver que no respirabas.

— Más bien Nott, era el que tenía el infarto. Pero Parrot, ese niño dio el grito de su vida cuando te vio morada, gritó Draco como loco, creo que todo el Gran Comedor puso atención desde entonces...

— Y fue ahí cuando todos nosotros te rodeamos, hasta se acercó Weasley  – interrumpió Astoria al relato de Blaise  – La profesora McGonagall y Snape te trajeron y la profesora Sprout te estabilizó en el comedor con una planta rara.

— Es bueno saber que estas bien  – habló su hermano  – papá vino muy rápido y mamá quiso quedarse, pero padre la hizo marchar al ver que ya estabas bien y respirando.

Altais se sintió mal de preocupar mucho a Cissy, pero algo en el corazón le daba un calor al saber que la quería y se preocupaba por ella al igual como lo hace con Draco, así que sonrió cálidamente y abrazó a su hermano fuertemente, se sentía muy tonta en llegar y comer un cupcake de plátano, por un momento temió que su padre no estuviera ahí para salvarla y veía una hospitalización de semanas en San Mugo y hasta incluso su muerte, quería llorar, pero habían muchos presentes.

— Parrot, se sentía muy mal, se creía culpable al darte el cupcake  – le informaba Astoria  – al parecer son sus favoritos y su padre se los mandaba ya que ayer era su cumpleaños.

Altais se sorprendió, Matías estaba de cumpleaños y no sabía nada, peor aún, casi mancha ese día al casi morir.

— Ginny – dijo al recordar creerla culpable – y-yo tengo que hablarle. – todos se miraron entre ellos y se preocupo, y si anoche la habían descubierto y ahora estaba expulsada. – ¿Qué sucede?

— Ayer hubo un ataque – comenzó Daphne con cautela – los de primero ya no pueden andar solos, deben estar acompañados por alumnos mayores – señaló al grupo de segundo año, mientras Astoria ponía cara de fastidiada – o por un profesor.

— Anoche o tal vez hoy en la madrugada, no estoy segura, estaba muy oscuro, me despertó el ruido de la puerta – y todos vieron a la camilla que estaba cubierta por una cortina blanca sin dejar ver quién estaba ahí – algo escuche, pero no sabía que era alguien de mi generación.

— Solo es un nacido de muggles – habló Draco – no te preocupes, a ti no te tocaran.

Draco hablaba tratando más de convencerse más a si mismo que nada, su hermana era una mestiza, una Malfoy mestiza, era lo que su tía Bella diría un cáncer al apellido, uno que debía ser eliminado para purificar el apellido. La tía Bella, que mujer más peculiar, pero su madre la quería mucho como para hacerla su madrina y por ende esta tenía permiso de mandarle una carta al año.

Pero claro Altais no estaba preocupada, pues ella estaba tan involucrada en ese ataque como la pelirroja, lo único que pudiera pasarle es ser un sacrificio para traer de vuelta a Voldemort.

Al salir para la hora de almuerzo en su mesa la esperaba Ginny sentada junto a Matías, este se disculpó unas cien veces y ella solamente fue capaz de abrazarlo y desearle feliz cumpleaños atrasado, y que el otro año no lo olvidaría, y tenía suerte que ella nunca le quitaré sus postres o comidas favoritas. Ginny se encontraba extremadamente callada  y parecía a punto de llorar en cualquier momento. Le pidió a Blaise que las acompañara, pues ellas dos necesitaban hablar a solas y ya que al parecer era verdad eso que los de primer año no podían ir solos a ningún lado del castillo este parecía ser el más dispuesto sin preguntas por hacer.

Altais M.~Ron Weasley~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora