Unas horas después del incidente, Matthew se hizo presente en el hospital. Lo había llamado desesperada, temiendo que la vida de Auro terminara tan repentinamente, así que no tuvo otra alternativa más que acudir a mitad de la madrugada.
El despampanante brillo de su chaqueta negra anunciaba a todo el lugar su llegada, sin olvidar su tan engreída manera de caminar balanceando los brazos de adelante hacia atrás. El chico era todo un espectáculo. En cuanto sus ojos grises hicieron contacto con los míos, se aproximó rápidamente hasta mi lugar.
—¿Él está bien? —preguntó preocupado mirando hacia dentro de la habitación.
—Por lo menos no ha empeorado. Los médicos dijeron que la falta de oxígeno no le afectó. No está más mal lo que ya estaba antes, si entiendes a lo que me refiero. Los pronósticos siguen siendo poco optimistas.
Matthew soltó aire fuertemente por la boca mientras agachaba su cabeza. Su mirada estaba perdida en el suelo y sus manos colocadas en la cadera. Comenzó a caminar despacio mientras parecía estar pensando en algo, luego alzó la vista y me dedicó una mirada de desesperanza. Abrió la boca buscando las palabras para decirme algo, pero a juzgar por la expresión de derrota en su rostro, yo ya sabía lo que diría a continuación.
—Zoe, todo este tiempo he intentado callarme pero ya no lo haré. Debemos aceptarlo por mucho que nos duela, Auro va a morir y debemos estar preparados para eso.
—No lo hagas, Ignati. No lo digas —le pedí cerrando mis ojos con fuerza.
Inmediatamente sentí como sus brazos me tomaron por los hombros y me acercaron a él, obligándome así a mirarlo a los ojos.
—Escúchame Zoe, sé que esto te destroza. También a mí, a Tara. Cada uno lo apreciabamos de diferente manera pero a todos nos duele esto por igual. Era mi hermano, a pesar de que él nunca me vio de esa manera y en realidad me odiaba, para mí era mi familia. Está luchando, pero dentro de algunos días ya no lo resistirá y morirá. Es doloroso pero debemos prepararnos para cuando el momento llegue sino queremos que nos arrastre con él. Todavía hay un par de hijos de puta allá afuera a los cuales patearles el trasero. Debemos mantenernos enfocados en detener a Mason.
Arrastré el aire por mi nariz mientras negaba con la cabeza. Utilicé mi poca fuerza y me liberé de sus brazos como pude, apartándolo frenéticamente de mí.
—Basta. No quiero escucharte más. No quiero escuchar que tú también has perdido la esperanza, ¡es tu hermano! Todos se han dado por vencido. Yo no lo dejaré.
—Zoe —musitó acercándose nuevamente a mí para intentar tranquilizarme.
Claramente mi actitud ya estaba llamando la atención de todas las personas en el hospital. Estaba consciente de que mi tono de voz se había elevado más de lo necesario y mis movimientos eran torpes y agresivos, pero estaba malditamente harta de escuchar a todos decir que Auro moriría pronto y debía dejarlo ir. Mi esperanza era la única que prevalecía, y eso me hacía sentir un vacío enorme porque sabía que la única persona que me apoyaría cuando nadie más lo hacía, era Auro.
La mirada de Matthew me suplicaba que guardara la calma. Actuó rápido y tomó mi brazo, obligándome a entrar con él en la habitación donde se encontraba Auro. Cerró la puerta con seguro y todas las persianas, asegurándose de que nadie más pudiese ver lo que estaba pasando ahí dentro.
—La nota, ¿la tienes? —me preguntó en susurró a pesar de que solo estábamos los dos ahí, y bueno, un inconsciente Auro.
Llevé mi mano hasta el bolsillo de mi pantalón, hurgué hasta sentir el áspero papel en contacto con las yemas de mis dedos. Lo saqué y lo deposité en la palma de la mano de Matthew.
![](https://img.wattpad.com/cover/233539430-288-k533883.jpg)
ESTÁS LEYENDO
DAMIEN [#2] ✔️
Mystery / Thriller[ TERMINADA ] SEGUNDO LIBRO DE AURO. Tras haber escapado del maléfico plan de Akim, Zoe sigue en la lucha para detenerlo en compañía de Matthew y Kian, al mismo tiempo que intenta mantener a salvo a todos sus seres queridos. Auro se encuentra en un...
Wattpad Original
Te quedan 7 partes más de forma gratuita