047

2.8K 215 116
                                    

— ¿Te gusto? ¿Lo hice bien, bebé?

Joaquín lo tomó de las mejillas y con una sonrisa sincera, desbordante de amor, pronunció.

—Lo hiciste increíble, cariño — Emilio sonrió ante ese nuevo apodo dirigido a él y le dio un pico en los labios— ¿Y yo? ¿Te hice sentir bien, Mailo? —Preguntó acariciando distraídamente el lóbulo de su oreja.

—Demasiado bien diría yo... —Respondió traviesamente y lo besó. No pudo evitar mover un poco sus caderas nuevamente dentro de él, muy despacio. Joaquín gimió contra su boca en medio del beso, apretando entre sus manos el cabello negro del cual se había aferrado al sentir esos deliciosos movimientos.

—Hmmm... —El castaño se separó, mordiendo su labio inferior— Hazme tuyo otra vez, Mailo~ —Se acercó nuevamente, repartiendo besos en su mejilla izquierda y cuello sin dejar de acariciar con sus manos la ancha espalda y cabello.

Emilio le devolvió las caricias en las caderas, muslos y glúteos, comenzando a sentir la excitación invadirlo ¿Podrían hacerlo de nuevo? Observando el reloj que se mantenía en el buró de Joaquín, se dio cuenta que aún les quedaba mucho tiempo para pasar tiempo juntos. Doce treinta de la mañana, llevaban dos horas y media en la cama... ¿Eso significa que tardarían otras dos horas y media en terminar si lo volvían a hacer? Elizabeth llegaba a las cinco y media así que...

Se estaba olvidando de un gran detalle, aún no era fin de semana y en unas horas iniciaban sus clases. Maldita escuela.
Detuvo sus movimientos y acercó su rostro al contrario hasta que sus narices se rozaron en un beso esquimal que hizo reír al castaño y contagiar al pelinegro.

—Bebé, tendremos que dejarlo para otro día. En unas horas tenemos escuela.

—¿Y?

—¿Cómo que "Y"? — Apretó su mejilla de forma cariñosa y fingió reprenderlo — ¿Planeas no ir a la escuela, niño malo?

—Si es por ti, si —Formó un puchero cruzándose de brazos.

—Ni por mí y ni por nadie vas a faltar, niño, así que será después.

—Pero Emi...

—Nada de peros, bebé —Deposito un beso en su frente y luego en sus labios— Te prometo que haremos el amor después... Y será más lindo que esto —Prometió en un susurro cariñoso. Joaquín mordió su labio inferior y asintió al sentirse complacido con su promesa.

—Está bien, mi ángel.

Compartieron unos cuantos besos más antes de que Emilio saliera de él con cuidado y se retirara al baño. Ya dentro de este, se retiró el condón y lo envolvió en un pedazo de papel para así mismo tirarlo.

—No puedo creer que por fin lo hayamos hecho... —sonrió— yo realmente lo amo, él es el amor de mi vida.

Y lo único que sintió fue sentirse flotar en las nubes.

Joaquín no estaba lejos al sentirse de la misma manera mientras estaba acostado en la cama con una sonrisa boba marcada en sus labios, recordando cada beso, caricia y sensación que sintió. Todo fue completamente nuevo para él que se sentía tan correcto por haber sido con la persona correcta.

—Él es el amor de mi vida.

5 años antes

Ese día, Joaquín era sumamente feliz por el simple hecho de que su madre lo recompensó con un cono de helado por haber limpiado pulcramente su habitación. La felicidad no se iría fácilmente de su ser mientras ese helado le durara por muchas horas y si se lo acababa rápidamente, estaba seguro que su madre le compraría otro por haber tenido la consideración de no sólo sacar la basura del bote de su habitación, sino que también de toda la casa.

༺𝓒𝓾𝓽𝓮 𝓑𝓸𝔂༻ 𝓪𝓭𝓪𝓹𝓽𝓪𝓬𝓲𝓸́𝓷  (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora