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Capitulo anteriormente subido: jul, 21, 2020

CAPITULO 6

Las manos de Emilio seguían sosteniendo el rostro de Joaquín recorriendo con sus ojos cada rasgo de su bonita cara. Joaquín sin duda era un niño demasiado hermoso, nadie podía compararse a él ante los ojos de Emilio.

Joaquín dio una pequeña sonrisa cuando el pelinegro acercó su rostro al suyo y acaricio su naricita con la de él tiernamente.

-Eres muy, muy pero muy hermoso, Joaquín -Dijo Emilio en voz baja, besó la pequeña nariz del castaño- Eres el niño más hermoso que he conocido en mi vida.

Las mejillas de Joaquín aumentaron de color y rio bajito.

-T-tú también eres muy hermoso, Emilio como un a-angelito- Habló bajito y también se acercó a Emilio para dar un pequeño beso en su nariz. -Tu nombre es griego ¿No?... Co-como un dios griego.

Emilio sonrió en grande, con el corazón descontrolado, sintiéndolo retumbar en sus oídos. Emilio nunca antes había sido tratado con tanto cariño.

De pronto, se sintió un completo pervertido. Estaba siendo cegado por la inocencia de Joaquín, convirtiéndose en un aprovechado lujurioso. Se dio cuenta de que lo que estaba a punto de hacer, estaba mal. No debía aprovecharse de la inocencia que el pequeño castaño poseía.

Emilio fue desvaneciendo su sonrisa poco a poco, convirtiéndola en una de arrepentimiento. Sus manos se deslizaron hasta los brazos de Joaquín, acariciándolo por unos cuantos segundos. Al final, tomo sus pequeñas y delgadas y delgadas manitas, presionando sus propios labios en el dorso de cada una. El color intenso en las mejillas del menor persistió aún más.

-Lo siento, Moco... No debo aprovecharme de ti, bebé, no de ti. -Murmuro Emilio, sobre la piel de las manitas de Joaquín.

- ¿No vas a besarme? -Preguntó Joaquín sin entender.

-Creó que... Aún no es tiempo de hacerlo... -acerco sus labios a la frente de Joaquín y dio un corto besito-. Y creó que tampoco soy la persona correcta para enseñarte cómo hacerlo.

Joaquín frunció el ceño sin comprender bien las palabras de su mejor amigo. El pequeño simplemente quería que le enseñara a besar, nada más. No había nada de malo con que le enseñará.

-Emi... -susurro- p-pero yo quiero que me beses tú, solo tú, por favor...

Aquella charla pudo haber continuado si no hubiera sido por que la Mamá de Emilio llegó, sobresaltando a ambos cuándo la puerta fue abierta. Emilio se levantó de golpe, provocando que el pequeño se tambaleara hacía atrás, por poco cayéndose si el rizado no lo hubiera sostenido de las manos.

- ¡Joaquín! - sonrió la madre de Emilio al ver al pequeño niño- Que bueno que estas aquí, corazón, justo fui a traer la despensa de la semana y mira lo que compré.

La mujer sacó una bolsa llena de gomitas de colores, agitandolas al aire en dirección a Joaquín. Los ojitos del castaño brillaron con emoción y de inmediato se soltó de las manos de Emilio, para correr por las gomitas que lo esperaban.

- ¡Son de ositos! -Exclamó Joaquín emocionado, abriéndolas de inmediato y sacando una al azar-. ¡Gracias! -agradeció masticando la gomita.

-De nada, corazón -Dijo la mujer y acaricio el cabello castaño con pequeños rizos, dulcemente.

La madre de Emilio camino hasta el comedor y colocó las bolsas que sostenía en sus manos sobre la mesa.

-Emilio, ayúdame a sacar el mandado para preparar la comida.

༺𝓒𝓾𝓽𝓮 𝓑𝓸𝔂༻ 𝓪𝓭𝓪𝓹𝓽𝓪𝓬𝓲𝓸́𝓷  (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora