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Mailo

Hola, ¿Cómo va tu día?

Espero que bien.

Perdón por no mensajearte antes, lindo, tuve cosas que hacer.

Espero con ansías verte mañana... Te extraño.

Fue un milagro que Emilio tuviera la autorización de su padre al prestarle el auto para su salida del sábado. Aunque claro, hubo una condición de por medio; Lavar el auto al día siguiente y subir las calificaciones de la universidad. Algo muy simple era lavarlo, pero muy diferente era subir su promedio. No era malo, pero tampoco tan bueno con su rango de 8.9

Haría todo lo posible por alcanzar tan siquiera el 9.5 para así conseguir nuevamente el auto. O al menos hasta que tuviera uno propio.

Seidy envolvió con sus brazos el brazo derecho de Emilio, mientras se adentraban a la espaciosa e increíble fiesta de universitarios. La casa era linda y con grandes habitaciones donde se podía andar libremente sin empujones o choques de cuerpos. La música electrónica y pop rondaba por todos los ángulos, a su vez, que las bebidas alcohólicas, refrescos y demás alimentos ligeros o postres se encontraban en la mesa de botanas.

—Joder, hace mucho que no salía de fiesta. Esto es increíble.

—Sí que lo es... —Emilio observó todo a su alrededor maravillado. Tanto a las personas-que muchas de ellas no conocía- como la estupenda vivienda llena de luces de colores.

Hace tanto que tampoco salía a disfrutar un poco de sus ratos libres por culpa de los estudios, y también... por cierta personita de ojos miel y mirada inocente.

¿Que estará haciendo su pequeño angelito ahora? Por un instante quiso tenerlo a su lado para disfrutar juntos de ese sábado por la noche.

Pero ahora, estando presente en una fiesta después de tanto tiempo y que sin duda se le antojaba beber hasta el cansancio con todas esas botellas de alcohol frente a sus ojos... Esperaba que su lindo novio la estuviera pasando bien sin él.

—Vamos por las bebidas —Seidy soltó el agarre en su brazo y lo tomó de la mano entrelazando sus dedos para así llevarlo consigo a la mesa de botanas— Hace más de medio año que no bebo algo de estas delicias.

Al ya estar frente a ese paraíso que se presentó a los ojos de ambos, no supieron que tomar primero. Sus pupilas se paseaban por todas las bebidas, botanas y postres con una divertida sonrisa en sus labios. Habían enormes jarras con bebidas de colores para que cada invitado se sirviera en su vaso lo que se le apeteciera. Se preguntaba cuál era el más fuerte y el menos inofensivo.

—¿Qué tendrá ese de color azul? —La chica señaló la jarra y siguió observando las demás.

—No lo sé... todas lucen demasiado raras.

—¡Hola, guapa!

Seidy se giró al escuchar aquel saludo con esa conocida voz para ella y sonrió en grande al ver a su mejor amiga igual de emocionaba por verla.

—¡Pero cuanto tiempo! —Ambas se unieron en un entusiasta abrazo.

—¡Lo sé, lo sé! Desde que salimos del bachiller que no nos vemos —Se separaron y soltaron unas risas de emoción al observare detenidamente.

—¡Estás preciosa! —Seidy exclamó al ver el atuendo que le favorecía a su cuerpo. Jeans ajustado y una blusa blanca con encaje y escote. Algo simple pero lindo.

༺𝓒𝓾𝓽𝓮 𝓑𝓸𝔂༻ 𝓪𝓭𝓪𝓹𝓽𝓪𝓬𝓲𝓸́𝓷  (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora