Bakusquad is the type || Escenarios

Denki

Recién abrías tus ojos con cuidado y delicadeza ya que la luz solar te quemaba la visión.

Cuando ya los pudiste abrir completamente recordaste lo que había pasado la noche anterior. Habían experimentado todas las poses y todos los ritmos con tu esposo Kaminari Denki.

Ahora estabas recostada en su pecho mientras este te abrazaba por la cintura al igual que tu. Te moviste ligera y cuidadosamente para no despertar al rubio. Cosa que a tu pacer funciono, ahora te dirigías a la ducha para limpiarte el sudor y fluidos que la noche anterior te había dejado en tu cuerpo, tanto adentro como afuera.

Abriste la ducha y te metiste a bañar. Empezaste mojando tu cabello y tu cuerpo, para después abrir el shampoo y echarte un poco en tus manos y ponértelo en tu cabello, hacías movimiento circulares concentrándote más en la raíz.

Cuando sentiste que estaba bien lavado pasaste al enjuague quitando todo rastro de espuma que quedaba en tu cabeza y cabello.

Por otra parte el rubio con el mismo sentimiento que tú despertó debido a los rayos del sol y habría los ojos lentamente.

Al acostumbrarse vio todo a su alrededor notando la falta de una persona.

— Tu —

Pero al escuchar el sonido de la regadera, entendió que te estabas bañando, emocionando al rubio con mechón negro.

Se levantó rápidamente y se dirigió igual a la ducha y abrió la puerta, escuchando la voz de su esposa.

— Kaminari eres tú? — preguntaste

— así es soy yo — dijo apuntándose con el pulgar mientras abría las cortinas de la ducha

— Ka-Kaminari? — pregúntate nerviosa tratando de tapar tu cuerpo con tus manos

— tranquila, ya lo e visto todo — dijo entrando también a la ducha

— e-está bien — dijiste apenada dándote la vuelta para seguir enjuagando tu cabello 

— te ayudo? — dijo este de forma melosa en tu oído y acariciando tu cintura

— n-no es ne-necesario — hablaste entre gemidos esta vez por las caricias del rubio

— oh vamos, se que quieres — lo último lo dijo con una voz más ronca cerca de tu oído, cosa que te éxito aún más.

— mmmh — gemías al sentir sus dos manos masajear tus dos pechos — bien entonces déjame ayudarte a ti también — le dijiste dándote la vuelta y agacharte, pero tú contrarío te lo impidió, y lo miraste extrañada.

— anoche fuiste tú la que me hizo sentir bien, creo que hoy es mi turno — al terminar su frase te tomó por las caderas, dejando tus piernas en sus hombros y apoyándote en la pared de la ducha y quedar su cara enfrente de tu intimidad.

— vaya que vista tengo — dijo este y pasó su legua por toda la cavidad.

— Ka-Kaminari — gemías y le agarraste sus cabellos por el placer que te proporcionaba y por qué te sentías más segura.

Este te lamia y succionaba tu clitoris, mientras con sus manos masajeaba de nuevo tus pechos.

— aaah, sabes muy bien — decía este sin despegar la vista de tu genital, para que al terminar la frase de nuevo se adentrará, pero esta vez metió su lengua en la vagina como tal.