Capítulo 2

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Consiguiendo amigos

–Ya lo conocí, y es muy lindo –Dijo Anna con un tono de voz muy chillón. Elsa suspiró mientras se dejaba caer pesadamente en la cama– ¡Elsa! ¡Arruinaras la manicura que te acabo de hacer! –Elsa volvió a sentarse con las piernas cruzadas.

–¿Sabes? Eres muy dramática, Anna Spring –Anna le enseñó la lengua de manera juguetona.

El chico nuevo, claro que ya lo conocía; habían hablado en la biblioteca y lo había visto durante la cena, el muchacho le sonrió amablemente y ella sólo pudo mirar hacia otro lado; no es que no le agradara, era porque lo había visto sentado con Hipo Haddock y su grupo de amigos. Esos chicos sí que no le caían bien, y como ahora Jackson pertenecía a su bando era mejor mantenerse alejada de él.

–Qué suerte tiene Kristoff, puede ver a ese manjar cada vez que esté en su habitación –Volvió a quejarse Anna, ella y el chico misterio se habían conocido cuando Anna fue a ver a Kristoff para devolverle el videojuego que le había prestado durante las vacaciones de verano y desde entonces sólo hablaba de lo "lindo" que era– ¿Ya lo conociste Elsa? –Preguntó mientras terminaba de decorar su uña del pulgar con esmalte rojo.

–Si –Respondió– Nos conocimos en la biblioteca, mientras realizaba mi castigo –Anna se hecho sobre ella gritando eufórica.

–¿QUÉ? ¿Y PORQUÉ NO ME LO HABÍAS DICHO? –Elsa la empujó y la chica cayó al suelo.

–Por qué no pensé que era tan importante -Anna simuló estar ofendida.

–Claro que es importante Snow, es muy importante que me cuentes todo y cada una de las cosas que te pasan durante el día con lujo de detalle –Elsa rodó los ojos– Por eso soy tu mejor amiga.

–Lo siento Anna –Anna la ignoró– Prometo comprarte chocolate mañana –La muchacha de cabello rojizo soltó un gritito de alegría mientras que Elsa bostezaba– Creo que será mejor dormir, mañana tendremos otro día de clases –Dijo acomodándose en su cama y cubriéndose con las sábanas.

–Tienes razón. Buenas noches Els –Dijo antes de apagar la luz y acostarse para finalmente poder dormir.

Elsa se removió un poco en la cama, los sueños comenzaban a invadirla así que se dejó llevar.

°°°°°
La nieve caía y cubría todo, con cada paso que daba dejaba una huella en el piso; las copas de los árboles estaba cubiertas de hielo y hacían que se vieran como diamantes a la luz del sol.

La platinada sonrió y con un ademán de su mano derecha logró crear un muñeco de nieve, adoraba usar su magia lejos del palacio; de alguna manera le permitía usarla con mayor libertad y sin temor de dañar a alguien más. Gracias a su amado guardián es que había aprendido a controlar sus poderes, la desventaja es que tenía que verlo en aquella montaña alejada pues nadie en el castillo lo podía ver, y cuando era niña la creían loca por "hablarle a la nada".

Sacudió un poco la cabeza intentando alejar esos recuerdos y concentrarse en llegar lo antes posible con él. Corrió sin importarle que sus pies se hundieran en la blanca nieve, sólo quería verlo, correr a sus brazos y besarle con todo el amor que le tenía.

Lo vio a lo lejos, sin duda era él, estaba sentado sobre su cayado y parecía sumido en sus pensamientos, la muchacha creó una bola de nieve entre sus manos y se lanzó impactando contra su nuca y haciéndolo caer de bruces a la nieve. El joven soltó una sonora carcajada al mismo tiempo que se levantó y empezó a hacer más bolas de nieve, aun dándole la espalda. Cuando se giró un poco para encararla, todo se nubló y después sólo hubo oscuridad.

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