Capítulo 3

187 16 47
                                    

Déjà vu

El día pasaba tan lento que a Elsa se le hacía eterno, había pasado el desayuno en compañía de Jack y se habían conocido mejor; además habían descubierto que tenían clases juntos a parte de literatura, como la esgrima, natación e historia. En todas sus clases juntos se habían sentado en el mismo lugar o al menos uno cerca del otro, era extraño pero les agradaba estar juntos.

Al finalizar las clases, Elsa se dirigió a realizar su castigo en la biblioteca; Jack la esperaría allí para elegir el tema para su trabajo. Al llegar lo observó en la mesa donde se habían sentado en la mañana, el aula estaba vacía como de costumbre y Jack era el único que estaba ahí, se encontraba leyendo un libro que Elsa reconoció inmediatamente: El fantasma de Canterville de Oscar Wilde, Elsa ya lo había leído hace unos cuantos años y era su favorito.

Jack levantó la mirada y se fijó en la silueta femenina que le sonreía tiernamente, se sintió extraño, su cabeza comenzó dar vueltas, el pulso se le aceleró y una extraña luz brillante le nubló la vista; sabía lo que vendría a continuación: un Déjà vu. Por lo sacudió la cabeza rudamente intentando evitarlo pero le fue imposible, su vista se tornó blanca e imágenes pasaron por su mente.

Una hermosa niña de cabello platinado se asomaba por la ventana y sonreía alegremente, él se acercó a la ventana y rio al estar frente a ella sólo siendo separados por un vidrio.

–Elsa –Le susurró el muchacho.

–Hola Jack –La niña se sonrojó levemente mientras se miraban a los ojos.

Jack sujetó su cabeza con brusquedad en un intento por borrar esa extraña visión, volvió a enfocar su mirada en la joven que lo observaba confundida y su mente le jugó una nueva visión.

La niña que había visto anteriormente ahora era una adolescente que vestía un vestido color turquesa y una larga capa color purpura, además de unos guantes de un tono azul más claro; en su mirada podía distinguirse la preocupación y el terror, la imagen se fue desvaneciendo poco a poco hasta regresarlo a la realidad.

Esa mujer de su Déjà vu era Elsa, el mareo aun no pasaba y se sentía muy débil por lo que se apoyó en el respaldo de su silla y tocó su cabeza con ambas manos tratando de recuperarse. Elsa corrió rápidamente a verificar si se encontraba bien, se había preocupado por él al verlo entrar en un trance y después agarrar sus cabellos con brusquedad; quizá se sentía mal o su presión arterial había disminuido.

–Jack, ¿Estas bien? –El aludido levantó la mirada y la fijó en la suya, parecía aterrado y desconcertado lo que preocupó más a la chica– ¿Necesitas ayuda? ¿Te sientes mal? Vamos a la enfermería seguramente sufrirás un desmayo –Dijo mientras lo ayudaba a ponerse de pie.

–E-estoy b-bien –Habló con dificultad– Sólo necesito un poco de aire fresco –Elsa asintió y abrió el enorme ventanal dejando entrar a la brisa de otoño, Jack inspiró pesadamente– No te preocupes Elsa, esto suele pasarme algunas veces constantemente –Explicó tratando de tranquilizar a la chica.

–¿Estás seguro? –Jack asintió mientras bebía un sorbo de agua de su botella– ¿No necesitas ir a la enfermería a que te revisen? –El muchacho negó suavemente.

–Créeme cuando te digo que estoy bien, estoy acostumbrado a pasar por estas situaciones –Se frotó la frente y suspiró.

–¿Sufres de hipertensión arterial? –Preguntó y Jack negó– ¿Entonces, por qué estabas a punto de desmayarte?

–No estaba a punto de desmayarme –Volvió a beber agua.

–P-pero tú... –Jack la interrumpió.

Volverte a AmarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora