Cap 46

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Narra Julyet

Mariane.... La brisa parece decirme que no queda ninguna esperanza compañera silenciosa en los días más tristes y oscuros quiero reír y llorar al mismo tiempo porque hoy ya no sé que es lo que puedo sentir o no ante las nuebes que se ciernen sobre el corazón. Susurros en el viento que mencionan lo que callamos palabras vacías que nunca más serán pronunciadas el eco de una canción rota y el rastro de una lágrima silenciosa una hoja que se desprende y queda a la deriva luz de luna que no alcanza a penetrar en el alma. No existe un mañana después del pasado que aún amenaza con atarme mediante cadenas invisibles pero dolorosas el sonido ha quedado suspendido a la espera del llanto sé que mis latidos ya no volverán a marchar como antes y aquí me quedaré a la espera de un milagro. Tu voz se escuchaba en el horizonte de mis recuerdos dulce como el sueño más vívido que tuve alguna vez fría como una daga que cortaba el aire y yo, encerrado entre la indecisión y la melancolía observa en silencio la agonía de mi corazón. Tu voz fue como una luz en el sendero que se alejaba conforme mis ensoñaciones se volvían trizas tu memoria el más hermoso tormento la ilusión un espejismo que me separaba de mi más grande anhelo un deseo que ahora amenaza con quedarse estático. Tu voz siempre ha permanecido ahí transformándose de maneras continuas y desesperadas distorsionando mis emociones hasta convertirlas en un atisbo de sombras falsas que viví en el ayer y que hoy no me conducen a ningún lado. Ya no puedo recordar el color de tus ojos pues los míos se hallan empañados por las lágrimas. Eran tan azules como el cielo de otoño cuando aún caminabamos juntos por un sendero lleno de hojas caídas y lluvia fresca. Solían ser verdes durante las noches interminables en que me susurrabas al oído frases que hoy han caído en un abismo profundo e impenetrable. Se volvían grises como un rayo de luna en mis sueños donde siempre te hallabas presente pero hoy esas imágenes forman parte de recuerdos tristes. No distingo el color de tus pupilas pero sé que las mías se inundan de melancolía.


Amor ProhibidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora