Amor Prohibido

cap 80

En ese mismo lugar de España.

Un pequeño rayo de sol comenzó a molestar mi vista, comencé a abrir poco a poco mis ojos cuando vi como mi maestra estaba acurrucada en mi cuerpo, se veía tan hermosa y tranquila, la abracé un poco par susurrarle al oído "Buenos días miss", ella sonrió aun con los ojos cerrados para después mirarme con una dulzura, con esa mirada que solo ella podía tener en mi mente no pasaba nada más que "Ella es tan diferente, inevitable, inefable. A veces tan fría, tan distante, tan mujer. Era ella sencillamente ella.", Julyet comenzó a jugar con mis manos para después decirme "me encanta estar a tu lado", yo solo le respondí con un beso en la mejilla, ella se bajó de la cama para dirigirse hacia el primer piso, vi cómo me estiro la mano como para acompañarla, me baje de la cama y la tome la mano bajamos las escaleras riéndonos de cualquier tontería, la sonrisa de Julyet cambio al ver a una nueva persona en la sala. Ella me tomo la mano fuerte como si tuviera miedo que me pasara algo, sus ojos comenzaron a mostrar preocupación, el hombre que se encontraba con Yisella y Ricardo volteo a ver a Julyet para después decirle "Hola hermanita, ¿Quién es esa hermosa jovencita?", Julyet me miro con y puso su mano en mi cintura para después decirle con una voz fuerte y clara "Es mi pareja, hermano", bajamos las escaleras para después dirigirnos a donde ellos se encontraban, cuando por fin estuve frente a frente al hermano mayor de Julyet, el me tendió la mano como para estrecharla conmigo, cuando toque la mano de ese hombre en mi cuerpo se produjo un temor como si ese hombre quisiera algo de mí, de la nada me causo un miedo muy profundo e inolvidable, solté su mano despacio para que no pensara que lo está rechazando, mi cuerpo se congelo ante esa persona, que es esta sensación de miedo, la calidez de la mano de Julyet me saco de mis pensamientos, nos quedamos mirándonos por unos segundos hasta que su hermano mayor hablo.

¿Y qué edad tienes pequeña? – dijo mientras miraba a Julyet.

Joaquín, tiene 17 – dijo ella mientras lo veía de una manera muy alterada. Uhmm te gustan las mayores ¿no peque? - dijo Ricardo molestando a Yisella.

No, no, es eso solo que – dije mientras jugaba con las puntas de mi cabello aun nerviosa. Así que, ¿cómo lo pasaron anoche? – dijo Yisella guiñándome el ojo.

Julyet se puso roja y yo solo me reí de los nervios, ella me tomo de la mano para salir de la casa y estar a solas ambas, salí primero de la casa para esperarla sentada junto a la playa, y la verdad mirando las olas del mar solo pasaba por mi mente los hermosos momentos que pase anoche a su lado, simplemente fuimos una y la única testigo de ello fue la luz de la luna y nuestras cómplices las estrellas, sentí como me besaron el cuello pero la verdad me sentía segura ya que podía sentir a medio metro su perfume, sentirme segura a su lado era lo mejor. Ella se sentó a mi lado y se acurruco en mi hombro para después decirme.

Fue una hermosa noche a tu lado – dijo mientras jugaba con mis dedos.

Mi amor, ¿quieres estar conmigo? – dije mientras levantaba su mentón para besarla. Señorita Corft, la respuesta siempre será un si – dijo mientras me besaba.

La tomé de la mano mientras sentía sus cálidos labios y lo puse en mi pecho, ella se quedó un poco confusa para después decirme.

¿Qué, que pasa? – dijo sonrojada.

¿Sientes? – dije mirándola a sus ojos.

¿Tu pecho? – dijo sonriendo.

No tontita, mi corazón, tan solo mi corazón late de esa manera cuando estoy a tu lado – dije volviendo a besarla.

Ambas nos comenzamos a besar, sin parar ella se acostó sobre mí, coloque mi mano en su cintura, me detuve cuando comencé a escuchar pasos que se acercaban a nosotras, ella levanto la mirada bajándose inmediatamente de mi cuando me di cuenta de quien era simplemente me pare de inmediato, "¿Ariana?", quede helada cuando vi a la persona con la que había tenido una aventura de una sola noche hace meses atrás, me quedo mirándome fijamente hasta decirme.

¿Quién es ella? – dijo mirando a Julyet de pies a cabeza.

¿Qué haces aquí? – dije tapando a Julyet con mi cuerpo.