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Kagome Higurashi ha tenido un inicio de semana de mierda, y no solo porque su primer amor resulto ser un patán de primero, sino que su mejor amigo—quien juro estar a su lado hasta superar su decepción amorosa—la evitara y solo estuviera alado de Kikyo, la chica de un grado superior y la más popular de la escuela por su apariencia y su gran agilidad en el arco.

De algún modo le molesta su comportamiento y su reciente cercanía con la chica pero se dijo a ella misma que debe soportar si es lo que realmente quiere su mejor amigo. Por lo cual se tragó sus molestias y procuro no hablar con Inuyasha.

-Es un idiota. —Sango agarro su emparedado y le dio un mordisco con rabia, ella está más ofendida por el comportamiento de Taisho, cuando trago la comida volvió a hablar. —Se comporta como si no existieras ¡Se supone que debe apoyarte después de tu primer amor fallido!

Kagome levanto los hombros sin interés, o tratando de parecer desinteresada, no necesitaba pensar más sobre el porqué Inuyasha decidió dejarla cuando más lo necesita. Agarro su botella con agua y tomo un sorbo para ignorar el creciente dolor en su pecho.

-Kikyo se le confeso hace unas semanas a Inuyasha. —Miroku llego con ellas sin invitación se sentó en la banca donde comían su almuerzo. —Él quiere conocerla y tal vez intentar una relación.

Las dos chicas voltean a ver al castaño, cada una con sentimientos encontrados pero Kagome con una gran tristeza porque Inuyasha jamás se lo conto. Se supone que son los mejores amigos que le dicen todo al otro pero al parecer se equivocó.

-¿Estás seguro?—Preguntó Kagome con tristeza, no quiere aceptar que su amistad realmente es una farsa y no confía en ella lo suficiente para decirle que hay una chica que le interesa. —Debe haber un error.

Miroku miro con lastima a su amiga, no quiere traicionar a Inuyasha pero se pone en los zapatos de Kagome y la horrible sensación que debe sentir ahora mismo, ella no tiene la culpa de los sentimientos y la decisión que hizo Inuyasha.

-Lo siento. —Es lo único que puede decir.

El golpe de la "traición" es demasiado fuerte, por lo cual se queda callada unos segundos para tranquilizarse pero no puede evitar sentir dolor en su pecho. Las lágrimas quieren salir de sus ojos pero se niega a romperse, no dejara que otro hombre arruine su vida.

-Debo hablar con él. —Dice con determinación, al menos necesita una explicación de su mejor amigo y después podrá seguir con su vida. —Ahora vuelvo.

Sango y Miroku la miran preocupados, saben que la comunicación es lo mejor en estos casos pero Kagome suele ser un poco, bueno demasiado, impulsiva en sus decisiones. Temen que termine en pelea entre los dos, aunque también su lado chismoso esta listo para verlo.

Los dos se ven con una sonrisa y se levantan para seguir a su amiga hasta el patio.

Kagome camina con prisa, no quiere que su valentía se vaya, debe ser inquebrantable cuando llegue con Inuyasha y le exija explicaciones del comportamiento—aunque ya sabe—que tiene hacia ella. Al menos hasta que pueda sacarle la verdad de que tiene una novia o lo que sea Kikyo.

Visualizo a Inuyasha sentado en un banco junto con la chica pálida, los dos reían con demasiado contacto físico en medio. Sus ganas de arruinar su ambiente comenzaron a dominarla.

Camino, troto mejor dicho, hacia Inuyasha y Kikyo, no le importaba que los estudiantes que pasaban le dedicaban una mirada curiosa o que Sango y Miroku se encontraran detrás de ella con una sonrisa en sus labios, listos para la pelea.

-¡Hey, Tú!—Grita con fuerza, Inuyasha voltea con terror al notar que Kagome se aproxima a ellos con una velocidad veloz. —Mas te vale no escapar.

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