uno

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Richie Tozier no era alguien nuevo en pasar detenciones los sábados.

Sin embargo los demás presentes en la habitación, parecían como si lo fueran.

El señor Wise, el profesor asignado a detención, se paró frente a la biblioteca divisando a los cinco estudiantes frente a él.

⎯ ¡Estarán aquí desde las nueve de la mañana hasta las cinco de la tarde! Eso les dará ocho horas para pensar en lo que han hecho y reflexionar sobre sus acciones. Nada de hablar y/o interactuar. Dijo el mayor frente a ellos. ⎯ Yo estáre en mi oficina, a un par de habitaciones de aquí. Compórtense... Y le hablo a usted Tozier.

Richie sonrió. El señor Wise frunció el ceño. ⎯ ¿Fui claro?

Richie suspiró. ⎯ Como el agua.

El señor wise murmuró un "bien" y caminó fuera de la biblioteca, cerrando la puerta tras de él.

Richie miró al rededor observando a los otros cuatro estudiantes. Frente a él había un chico con una chaqueta universitaria y otro chico vestido de rosa.

Richie miró a su izquierda, ahí había un rizado usando una camisa abotonada con pequeñas aves en esta.

Detrás del rizado había una chica con cabello corto y pelirrojo, la chica jugaba con un encendedor que tenía en sus manos. El sonido que hacía al encenderlo y apagarlo hizo que todos voltearan a verla.

⎯ ¿cómo te llamas? Preguntó Richie colocando sus pies encima del escritorio.

⎯ Beverly, Beverly Marsh. Dijo la pelirroja. Ella siguió jugando con su encendedor. El mismo sonido hizo que el rizado enfrente suyo se molestara volteando a donde estaba ella. 

⎯ ¡dios! ¡por favor, para de una vez!

Beverly sonrió. ⎯ Perdona. Linda camisa, niño pájaro.

El rizado rodó los ojos, ⎯ Es Stanley Uris.

⎯ Stanley Orin... Hablando de orinar, necesito echar una meada rápida. Dijo Richie.

Stanley frunció el ceño. ⎯ ¡Uris! ¡Es Uris joder!

⎯ ¡Podrías callarte, niño pájaro? trato de orinar. Dijo el de gafas.

Los dos chicos frente a él voltearon al escuchar el sonido de la cremallera del pantalón abriéndose.

El chico de rosa pegó un chillido. ⎯ ¡¿Pero qué mierda estás haciendo?!

⎯ Meando. Dijo Richie. Estaba mintiendo, él sólo quería molestarlos.

⎯ ¿En la maldita alfombra? Hazlo y tu maldito pene será cortado a la mitad. Exclamó furioso el pequeño.

⎯ Bueno, ahora mi pene se siente un poco excitado por el echo de que lo tocarás. Dijo richie guineando un ojo.

⎯ S-sólo ignoralo, E-Eddie. Dijo el chico de chaqueta universitaria.

Richie subió la cremallera de sus jeans. ⎯ ¿Ignorarme? Eds no puede ignorarme auque lo intente.

Eddie frunció el ceño e inhaló. ⎯¡Eddie! ¡Es Eddie Kaspbrak! Dijo furioso y dio la vuelta dándole la espalda a Tozier. Joder, ya empezaba a odiarlo.

⎯ ¿Qué hay de ti d-d-deportista? Dijo Richie, imitando la forma de hablar del tartamudo. ⎯¿Cómo te llamas?

⎯ Mi nombre es Bill Denbrough. Respondió el castaño.

Richie se levantó del escritorio el cual yacía sentado y caminó al de la bibliotecaria, sentándose en éste.

⎯ Se supone que no debes hacer eso. Dijo Stanley.

Richie rió ⎯ Y se supone que tampoco estés en detención pero aquí estás. Stanley apretó su mandibula e ignoró al de gafas.

⎯ Entonces, princesa, ¿qué hizo tu adorable trasero para acabar aquí? Dijo Richie dirigiendo su mirada a Eddie.

Eddie rodó los ojos ⎯ Vete a la mierda

Bill habló ⎯ Oye tío, ¿p-podrías dejarnos en paz? Si estaremos aquí un l-l-largo tiempo, no queremos oírte.

Richie rió entre dientes. ⎯ Es Richie Tozier. No te quedes sin aliento, B-b-bill.

⎯ Eres un idiota. Dijo Stanley. ⎯ La escuela sería igual sin ti, no vales nada y tampoco aportas nada, solo eres uno más, Tozier.

Richie volteó a la ventana. Él sabía que las palabras de Stanley eran ciertas, aunque jamás lo admitiría.

⎯ ¿Se está volviendo aburrido no? Dijo el azabache. ⎯ ¿Qué tal si embarazamos a la señorita Marsh que esta ahí?

Beverly levantó la mirada de su encendedor. ⎯ No gracias, no me van los tíos. Dicho esto volvió a jugar con el encendedor en sus manos.

Richie se encogió de hombros.

⎯ ¿Alguna vez te callarás? Preguntó Eddie al de gafas.

⎯ ¿Alguna vez crecerás? Volvió a preguntar Richie.

⎯ ¡Que te follen, idiota! Exclamó Eddie.

Richie rió y guineó un ojo al asmático. ⎯ Cuando quieras Eds, mi cara es tu asiento.

⎯ No me llames Eds, cabrón.

Richie relamió sus labios provocando un sonrojo por parte de Eddie. 

We are not alone de Karla DeVito sonaba de fondo en el tocadiscos.

⎯ ¿Que les parece si jugamos un juego? Escribamos en papeles la razón por la cual estamos aquí, los mezclamos y adivinamos cuál es de quién.

⎯ Esa no es mala idea. Dijo la pelirroja.

⎯ Habla por ti, no quiero decirle a nadie mis malditas cosas privadas. Dijo Eddie.

⎯ Oh vamos cariño. Dijo Richie dirigiendo su mano a las mejillas de eddie.

Eddie en un rápido movimiento tomó la muñeca de Richie. ⎯ Tócame y te mato. Dijo el asmatico entre dientes.

⎯ Me gusta que se resistan. Dijo Richie sonriendo.

Eddie soltó a Richie. ⎯ Entonces, ¿jugamos o qué? Preguntó el azabache.

 ⎯ Está b-bien, juguemos t-t-tu estúpido j-juego.

Los cinco adolescentes se sentaron en el suelo formando un círculo. Algunos estaban más en desacuerdo que otros.

Cada uno escribió en un papel la razón por la cual estaban en detención y los dejaron dentro de una bolsa.

Richie tomó la bolsa y revolvió los papeles dentro de esta.

⎯ Comencemos. 




─ ɴᴀʏ ☪

the breakfast club - losers AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora