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Los adolescentes se sentaron en el suelo formando un círculo.
⎯ Entonces... Es nuestro segundo sábado en la maldita detención. ¿qué se supone que haremos? Preguntó Beverly con sus manos apoyadas en el piso.
⎯ Oh, qué tal si- Comenzó Stanley.
⎯ Nada de drogarse con las aves, niño pájaro. Ya sabemos cómo acabó la última vez. Dijo Richie interrumpiendo al rizado.
Stanley frunció el ceño. ⎯ Iba a decir que cerremos nuestros ojos y dejar que alguien dibuje en nosotros, y tenemos que adivinar quién fue.
⎯ E-Esa es una buena idea. D-d-deberíamos jugar eso. Bill coincidió con Stanley.
⎯ Si veo un pene en mi jodido brazo, inmediatamente golpearé a Richie en el rostro. Dijo Eddie en un tono amenazante.
Richie rió entre dientes. ⎯ ¿Y qué te parece un pene en tu boca, princesa?
Eddie agrandó los ojos y se sonrojó. ⎯ ¡Cuida tu boca, Tozier!
Beverly rió. ⎯ ¡Joder! ¡Ustedes son demasiado gays! ¿lo sabían?
⎯ ¿Q-q-qué? Preguntó Bill en confusión.
⎯ Lo siento, mi error, somos demasiado gays. Dijo Beverly riendo.
⎯ Vale, como sea perdedores, juguemos. Dijo Stanley.
Beverly cerró los ojos y dejó que escribieran en ella, cuando los abrió observó una pequeña llave en su brazo.
La pelirroja sonrió. ⎯ Oye, como la que tengo en mi collar. Dijo sosteniendo la pequeña llave colgando en su cuello.
Beverly miró a los cuatro chicos. ⎯ Creo que... fue Eddie.
⎯ No, fue el niño pájaro. Dijo Richie.
Los minutos pasaban y a cada uno le iba tocando hasta que fue el turno de Eddie de cerrar los ojos.
Cuando los abrió, no había uno, si no tres penes dibujados sobre su brazo. Eddie miró a Richie quien ya había empezado a correr.
Eddie persiguió a Richie por la biblioteca mientras Beverly, Bill y Stanley miraban. ⎯ Las piernas de Eddie son muy cortas, jamás atrapará a Richie. Dijo Beverly riendo.
⎯ Pero R-Richie se cansará en algún m-momento. Añadió Bill.
El de gafas paró de correr y abrió sus brazos hacia Eddie quien saltó en Richie tirándolo al suelo.
⎯ ¡¿Qué es todo ese alboroto?! Gritó el señor Wise desde su oficina.
⎯ Chicos, ¡vayan a sus escritorios ahora! Dijo Stanley gritando en susurro.
Cuando el Sr. Wise entró a la biblioteca, los adolescentes estaban en sus respectivos lugares.
⎯ ¿Qué fue todo ese alboroto? Preguntó el mayor.
⎯ ¿De qué alboroto habla señor Wise? ¿podría describirlo? Dijo Eddie batiendo sus pestañas inocentemente. Eso hizo que Richie sonriera.
El Sr. Wise frunció el ceño. ⎯ Cuide su pequeña boca, Kaspbrak.
Richie resopló divertido. ⎯ Pequeña boca. Repitió Richie mientras reía, el asmático giró hacia él y frunció el ceño. ⎯ Descuida, Eds. Apuesto a que alguna parte de ti es grande. Dijo guineando.
⎯ ¡Richard Tozier! ¡No hable chorradas en esta escuela! Dijo el Sr. Wise dando la espalda a los estudiantes. ⎯ Y señor Kaspbrak, por favor lávese el brazo. Dicho esto el mayor caminó saliendo de la biblioteca.
Richie rió ruidosamente.
⎯ Eso estuvo cerca. Dijo Beverly.
Eddie giró hacia Richie. ⎯ ¡Vete a la mierda! ¿cómo te atreves a hablarme así? ¡y al frente del señor Wise!
Richie sonrió. ⎯ Sólo era una broma, Eds-
⎯ ¡Y no me llames Eds!
Bill se inclinó a Stanley para luego susurrarle al oído. ⎯ Creo que B-B-Beverly tenía razón.
⎯ Si... Eddie no fue capaz de atrapar a Richie. Dijo el rizado.
Bill frunció el ceño. ⎯ ¿qué? No, de que todos aquí somos gays. Susurró el castaño.
Mientras Bill trató de burlarse de Richie y Eddie, no se había percatado de que se acababa de declarar a Stanley.
