Capitulo 21: Juliana

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Aquella noche dormí mucho mejor de lo que esperaba. Supuse que era por tener la compañía de Nayeli. No me había soltado en toda la noche. Aún me rodeaba fuertemente con sus brazos cuando me desperté a la mañana siguiente. Tuve que separarla de mí.

Nayeli también parecía de mejor humor. Tenía un ligero rubor en sus mejillas. Nos turnamos para usar el baño y ducharnos antes de vestirnos y dirigirnos a la cocina. Sentí su temblor al acercarnos al salón. Le apreté el brazo.

"No pasa nada."

Llegamos a la cocina sin encontrarnos con nadie. Revolví por el refrigerador y los armarios buscando ingredientes.

"¿Qué te parecen panqueques?" pregunté.

Ella asintió.

"Los panqueques me recuerdan a mi casa."

Me ayudó a mezclar los ingredientes. Los cociné mientras Nayeli preparaba una
macedonia.

Teniendo en cuenta que aparentemente los vampiros solo consumían sangre, el refrigerador estaba sorprendentemente bien provisto para las necesidades de un humano.

"¿Cuándo fue la última vez que comiste bien" le pregunté con la boca llena.

Ella sacudió la cabeza.

"Desde que llegué aquí he estado totalmente aturdida. En realidad no me
acuerdo."

"¿Dónde te raptaron?" pregunté.

"Estaba de vacaciones en Florida con mis padres" me explicó en voz baja.

Las lágrimas empezaron a anegarle los ojos con el recuerdo.

"¿Y tú?"

"Cancún" suspiré.

Aunque sentía curiosidad por preguntarle a Nayeli más cosas de su vida antes de venir a La Sombra, no quería disgustarla y que nos deprimiéramos las dos. Así que no lo hice. Intenté buscar temas de conversación más intrascendentes mientras terminábamos el desayuno.

Me recliné en la silla con el estómago plenamente satisfecho por primera vez desde que llegamos a la isla. Lo recogimos todo y estaba a punto de volver a la habitación con Nayeli cuando Valentina Carvajal apareció en la puerta, bloqueando la salida.

Llevaba una larga capa negra sobre unos jeans y una camisa. Parecía estar a punto de irse

Nayeli se ocultó detrás de mí. Pero no era necesario. Tenía los ojos puestos en mí, y solo en mí.

"Ven conmigo, Juliana."

"¿Por qué?"

Hizo una pausa, con una mirada de impaciencia asomándole a los ojos, como si estuviera decidiendo si molestarse o no en darme una respuesta. Se acercó hacia mí de una zancada y me tomó la mano.

"Tengo que enseñarte algo" dijo.

Empezó a empujarme hacia fuera de la cocina.

"Espera... Nayeli. Primero tengo que llevarla de vuelta a nuestro dormitorio.
Tiene miedo de ir sola."

Valentina soltó un bufido de impaciencia. Entonces levantó a Nayeli, la cargó sobre
su hombro y ella misma la transportó a nuestra habitación. Adiviné que aquello le provocaría a la pobre Nayeli otro ataque de pánico. Pero por lo menos ya estaba de vuelta en la habitación. Esperaba que se distrajera con los libros que Valentina me había dado mientras yo estaba ausente... donde fuera que quisiera llevarme esa vampira.

Su mano fría envolvió de nuevo la mía al sacarme del apartamento. Cuando llegamos a la terraza, me levantó en sus brazos y, saltando al estrecho pasamanos que bordeaba la terraza, se zambulló en el aire. El estómago se me revolvió. Era cien veces peor que la montaña rusa más brutal. Me quedé completamente sin aliento; era increíble que no vomitara todo lo que acababa de comer.

LSDUV (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora