Moneda de cambio

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Afrodita

¿Cuánto tiempo he hecho esto? Tengo la sensación de que siempre ha sido de esta manera, la mejor forma de definirlo es que salte al abismo y hasta ahora logre estrellarme contra el suelo, esto debería aterrarme, pero creo que siento un poco de alivio de que la caída se haya detenido, no puedo caer más de lo que lo he hecho ¿entonces por qué sigue doliendo de esta forma tan terrible? Por qué se me hace un nudo en la garganta y las lágrimas caen de mis mejillas mientras te llamo de rodillas frente a tu puerta. Perdóname, déjame explicarte lo que paso ojalá pudieras escucharme, pero te entiendo yo tampoco quisiera escuchar a una persona tan repugnante como yo.

Fue hace más de 15 años cuando te vi por primera vez, fue mera casualidad que nuestros grupos se juntaran, tal vez no viera prestado atención de no ser por Shura quien me hizo mirarte con tu uniforme mientras avanzabas rápidamente por los pasillos ignorando todo cuanto hubiera a tu alrededor, nos parecíamos físicamente, pero supongo que las similitudes se acababan ahí. No me costó descubrir lo de mi padre, realmente estaba completamente maravillado con él, quería abrazarlo que me cargara y me besara el rostro con tanta desesperación, pero no podía era muy pequeño para presentarme frente a ustedes aun y lo que era peor descubrieron que eras su hijo, planeaban separarlos lo más rápido posible enviarte lejos a otro país, entonces lo hice.

Les di lo que querían sin dudarlo para que no lo hicieran, tenía solo cuatro años cuando perdí mi virginidad: fue aterrador y doloroso la media hora más larga de mi vida y el primer paso hacia la desgracia, imagina que usaron mi interés para extorsionarme amenazándote a ti y a mi padre, luego a Cardinal, estaba asustado era además demasiado pequeño y albergaba en mi interior la esperanza de presentarme a ustedes cuando tuviera la edad suficiente para entrar al centro de educación aguardando que ninguno de ustedes fuera apartado de mi lado, los deje hacerlo hasta hartarse de mí. Luego cuando el director se enteró me rento a personas de afuera, aun no tenía edad para tener un celo mucho menos un bebe por lo que fue solo diversión para ellos, me usaron para sus películas tras las cuales me daban dulces o juguetes ¿mi integridad solo vale un caramelo? Soñaba con verlos de nuevo abrazándome y consolándome por todo el martirio que había tenido que pasar, aguante todo lo que pude lejos de Granatum en los brazos de alfas repulsivos que me herían sin considerar mi estado. Tienes idea de lo emocionado que estaba cuando se aburrieron de mí y me regresaron, más bien cuando llego mi celo y cabía lo posibilidad de que quedara embarazado, quería correr a su lado abrazarlos, pero vieron esa película me juzgaron tan arduamente que no podía verlos a la cara fui hostil y recibí hostilidad. Sé que hice cosas horribles, repulsivas, creí que me perdonarías si te decía que me habían obligado que yo no quería esto, esto último era verdad.

- No es justo- murmuro contra tu puerta casi sin voz suficiente, débil y cansado debí cerrar la puerta apartar a DeathMask, llorar, hacer que lo odiaras a él en vez de a mí.

- Vamos levántate, llevas tres días así- dijo Death a mis espaldas suspirando agotado, su mano se deslizo por debajo de mi brazo para levantarme, pero le aparte, si el abría la puerta creería que soy una zorra- necesitas comer y dormir...

Lo mire sobre mi hombro, él no era especialmente atractivo había pensado la primera vez que lo vi, era muy probable que ni siquiera fuéramos compatibles, pero era el única alfa que aceptaría tener hijos con alguien que había sido tocado hasta los huesos. Tampoco era una buena persona, grosero, vulgar y repulsivamente honesto.

- Te vez terrible y hueles mal, debes ducharte... tu celo- lo habíamos hecho durante este probablemente había vida en mi vientre, o tal vez estaba tan mareado como para percatarme del calor de este- cuando abra la puerta lo arrastrare contigo

Proyecto IlitíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora