―¡Otra vez tú aquí!―Izuku se encogió ligeramente y le sonrió avergonzado, si, ya parecía costumbre pasearse por la enfermería por huesos rotos o alguna quemadura. Ya había perdido la cuenta de los regaños de la mujer por meterse en batallas demasiado fuertes para un inexperto estudiante. Pero esta vez era un poco diferente.
―Lamento causarle tantos problemas―la ancianita suspiró y se hizo a un lado para dejarlo pasar, desde que el chico atravesó la entrada, Recovery lo escaneó para tratar de adivinar de que se trataba ahora.
―¿Cuál es el problema?―el omega jugueteó con sus dedos y desvío la mirada al suelo, los cachetes se le colorearon de rojo.
―Verá, mis...mis ciclos se están volviendo irregulares y me preocupa mucho porque nunca eh dejado de tomar los supresores―la mujer asiente y procede a hacerle una revisión general, le revisa la vista, le toma la temperatura y escucha su respiración con el frió estetoscopio―me da mucho miedo que esto vaya a ocurrir en un lugar concurrido, donde no pueda escapar―Recovery le mira comprensiva, aquello sería muy problemático, sobre todo si un alfa llegara a tocar al joven estudiante.
―¿Cuándo fue tu último ciclo?―
―En realidad no puedo llamarlo ciclo en si porque solo duró un par de horas, fue hace una semana, pero faltaban varios días para que lo tuviera―
―¿Tienes vida sexual activa?―el omega se sonrojó terriblemente y comenzó a murmurar estupideces―No es nada fuera de lo normal jovencito, tranquilízate―Izuku respiró un par de veces y trato de controlar su rubor, fallando como nunca. Sabe que es algo normal pero eso no quita que le avergüence.
―No...de hecho soy virgen―
―¿Por qué?―¿Por qué? ¿Cómo que porque? Izuku se revuelve en su asiento, se siente incómodo con ese tipo de preguntas, siempre ha sido muy pudoroso―Resulta ser incluso raro que un omega de tu edad aún sea virgen―¡Auch! Eso ya lo sabe y no quiere escucharlo―¿tienes un compañero, no?
―Sí, así es―
―¿No te acompaña en tus celos?―
―Kacchan es muy joven, aún tiene trece años―la mujer entiende ahora cuál es el problema.
―¡Oh, vaya!―La pequeña doctora ríe algo divertida y vuelve a su asiento, después comienza a escribir en una receta médica―Tu problema es muy sencillo, conforme la edad avanza el cuerpo de los omegas madura, tú estás completamente listo para procrear y los celos espontáneos son la forma en la que tu cuerpo te lo está diciendo tanto a ti como a tu alfa―Izuku suelta una risita gutural y triste.
―Kacchan ni siquiera es capaz de olerme―
―Estoy segura de que ya puede hacerlo, el problema es que no asocia ese aroma contigo todavía, ahora, subiré las dosis de tus supresores para evitar cualquier incidente―ella le sonríe y él le corresponde, pero honestamente no le cree mucho. Seguro solo lo dice para subirle el ánimo, enseguida el omega toma la receta junto con un botecito que Recovery Girl le extiende―esos supresores solo durarán lo que resta de la semana, asegúrate de conseguir los nuevos o tendrás problemas.
―Recovery Girl―el chico vacila pero al final es mejor quitarse la duda―No creo que pueda aliviar mi celo con mi compañero hasta que él sea mayor―si es que de milagro Kacchan le acepta―¿si ese es el caso que pasará conmigo?
―Mientras más se reprime el instinto más fuerte azotará cuando este vuelva, de momento trabajaremos con los supresores e iremos aumentando la dosis dependiendo a la intensidad de tus celos―él hace una mueca de inconformidad.
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My alpha
RandomIzuku no se consideraba atractivo, la belleza era algo con lo que no iba a contar para cortejar o llamar la atención de su alfa, porque sí, encima de todo lo que estaba pasando en su caótica existencia, se sumaba el hecho de haberse presentado como...