Estaba preparado, ya había hablado con mi sobrina Celestia quien es ahora una gran regidora. Esta guerra iba a ser brutal, pero yo estaba preparado, estaba listo para luchar en honor a mi sobrina, ya pasaron muchos años desde que Rosset y Zylem se fueron de mi vida, pero aún hoy en día pienso en ellos. ¿Habrán logrado tener ese desenlace que ella tanto quería? No lo sé y tampoco quiero saberlo.
Mientras revisaba mi armamento, pude divisar a la distancia a un hombre, miré atentamente sus rasgos, aún no podía verlo bien ya que estaba de espaldas. Se movió el cabello dejando al descubierto su cuello, ¿¡Zylem!? Él se parece muchísimo a Zylem y aunque hace años no veo a mi hijo, es imposible no reconocer la cicatriz en su cuello. Avance a paso rápido y hale su brazo, se volteó para mirarme, no es Zylem, él no tiene los ojos blancos, pero por algún motivo siento que lo conozco. Lo solté y me fui sin decir nada, me metí entre los soldados hasta perderme. Mezclado entre los soldados, marchamos a Elalaitam al ritmo de la voz de la Reina.
Fue una pelea bastante dura, pero al final todo pareció dar un vuelco, ahí estaba él y quien me atacó con una ira retenida muy potente. Bravo, mi excuñado, quien se lanzó sobre mi batiendo su espada, quería matarme, lo vi en sus ojos. Se que me odia, pero ¿Por qué esta queriéndome matar en lugar de estar con su hermana?
—HIJO DE PUTA —Gritó desde el fondo de su garganta— Por tu culpa ella está muerta hijo de perra, voy a matarte, aunque me cueste la vida —Su voz se suavizó, pero su ira seguía mezclada en ella.
En eso un cuerpo se adelanta a mí, el joven de los ojos blancos golpeaba con fiereza su espada contra Bravo.
—Vaya, que hermosa cara tienes ahora —Se burlo este, tenía un sentido del humor muy peculiar. Aunque hay que admitir que Bravo se ve muy gracioso con ese parche en el ojo, el joven reía a carcajadas.
—Siempre serás un idiota Damon ¿Qué tal si le damos fin a esto? —Dijo ¿Damon? Pero entonces Bravo dirigió su mirada a mi— ¡TU! —Una ira contenida a mas no dar, no entraba tanta ira en el cuerpo del hombre y eso hacia ver sus ojos encendidos en llamas.
—¿Yo? —Preguntó el tal Damon sin entender.
—Tu no tarado, el —Lo apuntó con la espada, el chico dirigió su vista a mí, pero yo estaba muy ocupado fulminando a Bravo, maldito idiota. Se lanzó contra mí y nos ensalzamos en una pelea de espadas.
—OYE —Dijo el chico metiéndose delante de mí y atajando su espada— Es conmigo con quien peleas, no con el —Lo mire perdido, ¿Hay algo entre ellos dos?
—Si supieras quien es, lo habrías matado desde el principio —Empujo con ira al chico, estoy perdido ¿Por qué querría matarme ese tonto? Claro se ve que no puede mantener una pelea por más de dos segundos.
Sea lo que sea que haya entre ellos, deben ser buenos amigos, conozco a Bravo y si tiene algo personal con alguien se va a muerte. A mí me ataca como si quisiera degollarme, a él solo lo aturde, no quiere lastimarlo. Es un idiota. El estúpido chico vuelve a intervenir y se mete a pelear con Bravo, el quería una pelea real y sostenida, estaba molesto porque no tenía la atención sino yo. Rosset tenía esa misma personalidad, le molestaba cuando alguien le robaba los reflectores en combate. El chico me defendía y yo me estaba mordiendo el labio, hay que ser muy idiota para defender a una escoria como yo y este chico se ganaba el premio al mayor idiota, yo no me fui, no voy a huir de Bravo, lo enfrentaré como siempre debió ser. Él no va a matarme de todas formas, la maldición dice que caeré en manos de uno de mis hijos y claro está, Bravo no es mi hijo. El chico vuelve a ser aturdido y yo termino en otra lucha de espadas con mi excuñado.
—¡Pero que rayos! ¡Pelea conmigo cobarde! —El chico estaba muy furioso por la falta de atención del soldado enemigo, pero yo estaba en esta pelea, pero el idiota otra vez se interpuso. Metete en tus cosas soldado de ojos blancos.
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Inferno |Destinados L.2| ✔
RomanceEn un mundo caótico por las diferencias políticas, un Príncipe y la hija de un General de guerra tratan de encontrar un lugar para su amor El problema principal: Ambos pertenecen a dos mundos que se destruyen mutuamente Obstáculo: Una Princesa de fu...