VENTURA [ꜰᴀɴꜰɪᴄ]

C12 "Muriendo de celos"

Un día muy duro para los dos, las emociones chocaban, la tristeza invadió pero la compañía perfecta abrazó las lágrimas y las secó.

Andrea: Vi, ¿por qué no nos avisaste?

Vivían: no me dio tiempo, todo fue muy rápido [quitando sus aretes]

Fernanda: ¿cómo está él?

Vivían: ¿como quieres que éste Fer? Solo a su papá tenía en la vida.

Andrea: bueno Vi, ahora te tiene a ti [sonrió pícara]

Vivían: yo no soy nada de él Andrea, no tiene sentido tu comentario [la miró seria desde el espejo]

Andrea: Ay ya Vi, debes darte una oportunidad para querer, los ojos tiernos con los que te mira Damián me recuerdan a Héctor, ustedes eran la pareja perfecta.

La mirada de Vivían desde el espejo llegó a  Fernanda y se encontraron en completo silencio, uno que se tornó incómodo.

Andrea: no se porqué siempre siento que ustedes me ocultan cosas, solo porqué era menor pero ya crecí como ustedes.

Vivían: no digas tonterías Andrea y atiende ya ese celular que me desespera.

Así lo hizo, Andrea salió del cuarto a contestar la insistente llamada dejando a aquellas dos solas.

Fernanda: ¿Nunca se lo dirás?

Vivían: ¿Qué caso tiene Fer? [negó nostálgica] el pasado ahí se queda.

Fernanda: un pasado que aún te pesa Vivían, y estoy segura que al él también.

Vivían: Ay por favor Fer [rodó los ojos] él pudo tener lo que yo no, su vida no ha sido mala y no se lo reprocho ¿eh? [suspiró] la culpa fue mía.

Fernanda: no digas eso, sabes que no es verdad, además tu no tuviste una mala vida con Santiago, era muy serio pero no un mal hombre.

Vivían: no soy quién para juzgarlo el aceptó la realidad aún sin entenderla, nadie más lo hubiese hecho, nunca supo que la del problema era yo.

Fernanda: y tú tampoco lo sabes, no estás segura.

Vivían: basta Fer [con ojos llorosos] ya nada importa.

Andrea: me toca trabajar esta noche [entró de imprevisto] ¿que te pasó Vi? [viéndola secar sus lágrimas]

Vivían: nada Andy.

Fernanda: te dejamos descansar amiga ha sido un largo día [interrumpió] vamos Andy.

Andrea no quedo convencida, sabía que algo le habían ocultado siempre, un "Gracias" le leyó en los labios de Vivían para Fernanda quien le asintió sonriendo y dejó un beso en el aire antes de salir del cuarto, adoraba a su amiga y abrazaba desde el respeto su pasado con todo el dolor que implicaba. 

Al escuchar la puerta y los pasos alejarse el llanto fue incontenible, imparable y desgarrador, tal como el peso que llevaba encima. Todos juzgaban su dureza, ella misma se reprochaba quién era, todos lo culpaba a él, a Santiago, su difunto esposo y aunque claro que ayudó a crear esa mujer de acero no era el autor de aquella fiera que llevaba dentro.
Se metió a bañar para que el agua tibia limpiara sus lágrimas, ya había derramado suficientes y se negaba a seguir haciéndolo. Al salir y tomar su celular un golpe de tranquilidad llegó.

"El dolor se hace llevadero cuando lo compartes con la persona correcta, la que te toma de la mano y te toca el corazón.
Gracias Vivían, nos vemos mañana"