C10 "Fue un placer"

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Un beso puede cambiar el rumbo de todo, pero dos, ya dos era sinónimo de un sentimiento que empezaba a arder muy profundo. Los labios del otro eran adicción, eran perdición, el calor de sus cuerpos y la acelerada respiración delataban sus profundos deseos.
Ella enredó sus dedos en el cabello de Damián mientras sentía que él se aferraba a su cintura, como si no quisiera soltarla jamás. El ruido impetuoso de la puerta abriéndose los hizo separar de golpe.

Fernanda: Vivi... [Entró desesperada y asustada] ay perdón [se giró incómoda]

Vivían: Fer... [dijo agitada limpiando sus labios temblorosos] pensé que llegabas mañana.

Fernanda: adelanté el vuelo [miró a un nervioso Damián] y Ruth me dijo que te desmayaste pero veo que ya estás mejor, vengo al rato.

Damián: tranquila, yo.. [Vio a Vivían quien trato de esquivar su mirada] yo ya me iba ¿se siente mejor?

Vivían solo asintió sin verlo a los ojos ni un segundo, sus labios estaban rojos por la intensidad del beso, Damián aún agitado y asustado por la manera que los descubrieron decidió salir de la oficina, ya tendría oportunidad de hablar con ella, él también tenia un gran enredo en su cabeza.

Fernanda: Ay Vivi, me vas a matar pero ¿él y tú?

Vivían: ¡No! Él y yo nada ¿cómo se te ocurre? [Respiró profundo para controlarse] fue para molestarlo.

Fernanda: Andy me contó algo pero no me imaginé que llevarías a tanto el "molestarle" ¿no te gusta ni un poquito?

Vivían: Que no Fer que no, jamás estaría con alguien así, es un niño, solo me juego [alzó la voz]

Ella quedó estática cuando descubrió que la puerta estaba entre abierta y aquel niño venía entrando con la comida para ella, cruzó su vista con la de él, una mezcla de nerviosismo y sorpresa la invadió, recibió los alimentos y agradeció vagamente, Damián no supo que decir, solo asintió y se retiró en completo silencio.

Frenanda: creo que te escuchó Vivi, pobrecito [negó] él solo trata de cuidarte mira todo lo que trajo.

Vivían: no tiene porqué estar detrás de las puertas espiando me da igual que piensa [mintió haciéndose la fuerte]

Fernanda: Ven a comer por favor, no está bien que te estés descuidando.

Vivían: Fer prométeme que no dirás nada, aquí no paso nada, no viste nada, te lo pido.

Fernanda: cuenta conmigo amiga, como siempre [sonrió]

Vivían terminó de comer y luego de una larga conversación con Fernanda siguió trabajando, necesitaba ocupar su mente, negarse a ella misma que algo había pasado, que sintió algo, era un juego con él solo eso. Pero en la mente de Damián, aquellas palabras retumbaban todavía "un juego" el cielo que tocó en los labios de ella se esfumó tan de prisa que el golpe dolió ¿Cómo pudo pensar que esa mujer se fijaría en él? ¿Por qué sentía ese dolor en el pecho y esas ganas desesperadas de abrazarla? El amor para él nunca fue un estandarte de victoria, muy por el contrario, su suerte para ese tema era nula, un engaño lo destrozó y viene ahora a posar sus ojos sobre una dama que solo "jugaba" que injusto le resultaba aquello, tan injusto que su dignidad valía más, que el salir de ahí no era una opción, era la única solución antes de caer rendido de amor por ella, porque sí, estaba enamorado aunque según él "a tiempo de huir"

La tarde pasó lenta, y la noche llegó más sobria de lo habitual, él pacientemente esperó que todos se fueran, sabía perfectamente que ella seguía ahí, en su oficina, en ese templo que dominaba, desde donde movía todo a su antojo, pero él estaba listo para decirle adiós a ese mandato, toco la puerta suave pero sin titubeos.

VENTURA [ꜰᴀɴꜰɪᴄ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora