C25 "Te espero"

695 63 23
                                    

De sus labios ni una palabra, su mirada nublada y su corazón latía a mil por hora, era una sensación indescriptible la que estaba experimentado, tantas emociones juntas arrasaban con su mente...

Vivían: es imposible [dijo en un hilo de voz] júrame que es cierto Héctor [apretó fuerte su mano]

Héctor: esa imagen lo dice todo muñequita ¿cuánto tiempo tiene doctora? [sonrió emocionado]

Doctora: por el tamaño y el sonido fuerte del corazón al rededor de 9 semanas, es necesario que te revisé el médico que llevará el proceso ¡Felicidades Vivían!

La doctora limpio suavemente el gel de su vientre, Vivían no decía nada, las lágrimas no paraban, Héctor la ayudó a levantarse y ella se prendió a él en un abrazo cargado de sentimiento, correspondido con la misma intensidad. Tantas veces lo intentó, cuánto había sufrido, la resignación envuelta en frustración se había quedado en su vida pero ahora la realidad la chocaba de frente, una realidad increíble, pero el miedo era inevitable, la fuerza llegó de golpe, la incertidumbre, las dudas, las preguntas...

Vivián: doctora pero ¿cómo estoy? ¿cómo esta... [suspiró] cómo está el bebé? [se tocó el vientre y cerro los ojos]

Doctora: todo está en orden Vivían, a pesar de no saberlo antes llevas un muy buen embarazo, excelente entorno tiene el bebé.

Vivián: pero a mi edad ¿qué puede pasar? ¿qué debo hacer? yo no podía..[cuestionaba agitada llena de miedo]

Doctora: vi todos los resultados y estás muy sana, si tienes los cuidados normales llevarás un embarazo tranquilo y a termino. Felicidades a usted también colega [miró a Héctor]

Héctor: no, no doctora [sonrió] que más quisiera pero no soy el papá, ese si que se va a volver loco de la emoción [miró a Vivián]

La cara de ilusión de ella fue inevitable, era Damián, ese hombre que tanto se encargó de alejar para que fuera feliz es quién le trajo la alegría a su vida, el papá de su bebé, el amor de su vida.
Estaba en un sueño de esos que no se creen, caminar por aquellos pasillos de vuelta a la habitación era caminar en las nubes, sólo era ella y ese sentimiento tan inexplicable.

Héctor: Damián me dijo que iría a la finca y viene en la tarde.

Vivían: dime que me puedo ir ya por favor, necesito verlo [rogaba con sus ojos]

Héctor: te puedes ir [asintió] pero creo que debes hablar antes con alguien.

Ella miró de frente y se encontró con Andrea quien la esperaba nerviosa afuera de la habitación, había una conversación pendiente, un sentimiento latente de perdón que pedía a gritos salir.

Andrea: Vi [corrió a abrazarla envuelta en llanto] perdóname hermana por favor perdóname [sollozaba]

Vivían: calma pequeña [abrazó con fuerza] perdóname tu a mi por como te dije las cosas [su orgullo desapareció ante el dolor de Andrea] ya todo esta bien [acarició su cabello]

Andrea: fue por mi culpa tu dolor hermana, Fer me contó todo [bajó su rostro] hubieses sido la mejor mamá del mundo yo lo sé.

Vivían: mírame [tomó su rostro] la vida me esta dando otra oportunidad para demostrar que puedo ser una buena mamá [sonrió entre lágrimas]

Andrea: no me digas que...

Héctor: serás una flamante y consentidora tía Andy.

Andrea por instinto abrazó a Vivían con una infinita emoción y Héctor al ver la escena las arropó a las dos con sus brazos, solo él sabía cuanta alegría había en el corazón de Vivían, una que ella tenía que compartir ya mismo con Damián, decirle que no tenía que buscar afuera la felicidad, que ella lo era.

Vivían: bueno basta de debilidad [secó sus lágrimas] me voy ya mismo [sonrió] debo verlo cuanto antes. No me importa si me dices que no puedo [miró a Héctor y beso su mejilla] adiós.

Héctor: ¿alguien te detendría acaso? Corre por Damián y por favor muñeca, ya no lo hagas sufrir al pobre.

Andrea: te llevo hermana, no me pienso separar de este pequeñin [acarició su vientre y ella sonrio feliz]

Como un huracán salió de esa clínica con una sola misión ver a Damián y darle la hermosa noticia, pero muy a su manera. Llegó a la finca y organizó todo para la sorpresa que le daría a él, quería un momento especial porque era una ocasión inigualable. Luego de preguntar donde estaba y nadie poder responder, ella recordó que sólo había un lugar donde solía drenar sus penas, con una terapeuta especial.

Damián: ... Pero no la voy a dejar, porque la adoro tu lo sabes Zafiro, mira nada más que grande esa tu bebé ¿recuerdas esa noche?

Vivían: ¿lograste que te responda?

Habló a sus espaldas asustandolo pero llenando de ilusión su corazón al verla, estaba preciosa, simplemente divina, su cabello al viento, unos bellos ojos verdes llenos de brillo y una sonrisa encantadora lo tenían embobado.

Damián: no sabía que habías salido del hospital mi vida, Héctor me dijo...

Vivían: se lo que te dijo [lo miró desafiante] pero yo hago lo que deseo, lo sabes bien.

Damián: ¿cómo te sientes? Estás bellísima [intentó acercarse]

Vivían: bien [giró a ver a Zafiro y se recostó altiva sobre el pequeño muro] ¿cómo está ese pequeñito?

Damián: será hermoso como la mamá [se colocó junto a ella mirando al pequeño potrillo] lo trajimos al mundo juntos ¿recuerdas? [tomó su mano]

Vivían: lo recuerdo [se soltó de él sonriendo pícara] hiciste un buen trabajo aquella vez, eres bueno con los bebés, estoy segura que cuando tengas el tuyo serás un gran padre, mereces la felicidad y sé que la alcanzaras.

Damián: Vivían hay tantas opciones que podemos buscar mi amor por favor, además yo quiero vivir a tu lado no me importa nada más, dame una oportunidad, una sola. Mírame mi amor [la giró y tomó suave su rostro]

Vivían: es importante que hablemos [lo miró a los ojos muy seria] pero no aquí, te espero hoy a las 4 en la cabaña ni un minuto más tarde porque entonces me iré.

Damián: ¿Pasa algo malo? No me dejes así con esta duda, Vivian por favor mi vida.

Vivían: Te espero [tocó suave su mejilla mirándolo sería]

Ella se giró y una sonrisa se dibujo en sus labios dándole la espaldas a él, estaba muy ansiosa y con muchas ganas de abrazarlo de gritar que serían papás pero debía esperar hasta la tarde, además sería una enorme emoción para él, un poco de nervios previos no vendrían mal. El rostro de aquel hombre era desconcertado, su corazón latía muy fuerte y un hueco en su estómago lo quemaba ¿Qué sería eso tan importante? ¿Por qué en la cabaña? ¿Acaso terminaría todo de una vez? Ella lo sacó completamente de sus pensamientos y acrecentó las dudas en él.

Vivían: Ah y Damián [giró y lo miró] no uses ese perfume [guiño un ojo y se fue sonriendo]

Si, sin duda su actitud era muy extraña, fría y sería pero seductora, dulce y nerviosa. Algo pasaría esa tarde y eso lo dejó exaltado.

Lo que jamás se imaginó era que su vida iba a cambiar, que aquella mujer de paso firme y seductor llevaba en su vientre el fruto del gran amor que se tenían, aquello que él tanto había deseado. Si, sin duda sería la mejor sorpresa de su vida...

VENTURA [ꜰᴀɴꜰɪᴄ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora