Cap. 10: "Al fin te encontré"

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Cuando despertó miró a su alrededor, la luz blanca lo encegueció, ya que había tenido los ojos cerrados por mucho tiempo, el pitido de las maquinas cerca suyo y el suero colgando encima de él, lo ubico en el lugar. Lo último que recordaba era tener al policía en sus manos, amenazándolo con la navaja, si no hubieran llegado, hubiera terminado con el trabajo, uno más, sólo faltaba uno más. En su cabeza sentía que todo lo que había hecho estaba justificado, pero muy en el fondo lo había disfrutado, había tomado un fuerte gusto por ver brotar la sangre del cuerpo de los otros, más que por justicia era por placer. Continuo mirando a su alrededor y notó que estaba sólo, intentó sentarse y un fuerte dolor en su hombro izquierdo lo detuvo, ahí recordó el disparo y el dolor en su cara, le recordó el golpe del otro policía, lo que lo había dejado noqueado, también notó que tenía esposadas las manos a las barandas de la cama. Así que suspiró y miró el techo, pensando cómo podía salir de ahí. En eso escucho que alguien abría la puerta, así que volvió a cerrar sus ojos y pretendió estar dormido. La enfermera, revisó el suero y que todo estuviera en orden y luego volvió a salir. Iba a retrasar lo más que pudiera el interrogatorio y pensaría en una manera de escapar.

No muy lejos de ahí, otra persona despertaba y tenía en frente a la persona más bella que había conocido y que más de una vez le había quitado el sueño, su cabeza estaba llena de imágenes de esa persona, no sabía si estaba soñando o si realmente había despertado, cuando el otro reacciona y se aleja asustado, él toma su mano para no perderlo nuevamente, pero el nombre que pronuncia, es otro que también estaba guardado y pertenecía a su vida.

- Wei Ying...

Su voz salió áspera y débil, apenas audible. Xiao Zhan lo miró sorprendido, también conocía ese nombre y se preguntaba, cómo lo podía saber el. Se quedaron unos segundos, así mirándose a los ojos. Cuando Xiao iba a decir algo apareció la madre de Yibo y se abalanzó sobre, él.

- Oh por Dios, Yibo, despertaste...- muy emocionada, las lágrimas empezaron a caer. Xiao Zhan aprovecha para soltar el agarré de Yibo.

- Iré a avisar al Dr. Qiren que el paciente despertó.- dijo y se despidió, casi corriendo hacia la puerta. Yibo lo miró como queriendo detenerlo, pero su garganta dolía y su voz luchaba por salir, también el agarre de su madre lo previno de hacer cualquier movimiento, así que la abrazó y le decía como podía que estaba bien, que debía calmarse que él ya estaba bien.

Xiao Zhan, no podía controlar su corazón, latía demasiado fuerte y sintió una fuerte punzada en su cabeza, que hizo que se recostará en contra de la pared de uno de los pasillos. Luego de avisar a las enfermeras, caminó hacia la sala de descanso, pero todo le daba vueltas.

"Lan Zhan, Lan Zhan"

Mientras se sostenía la cabeza y amagaba a caerse, aparecieron Zhuocheng y Ziyi.

- Zhan-ge ¿estás bien? – Ambos corrieron a su encuentro. Ninguno de los dos debía estar allí, pero Ziyi había recibido una llamada de urgencia por una de sus pacientes y Zhoucheng, había decidido acompañarla y de paso para ver cómo estaba Zhan-ge.

- Zhan-ge contéstame ¿estás bien?

- La cabeza....me duele mucho la cabeza... – terminó de decir para luego desvanecerse en los brazos de Zhuocheng.

- ¡Zhan-ge!

- Llevémoslo a emergencias.

Mientras Ziyi atendía a su paciente, Zhoucheng, llevó a Xiao Zhan a la sala de emergencias. Allí él mismo lo atendió y le colocó un poco de suero, luego de revisar todos sus signos vitales, estaba un poco afiebrado. Seguramente producto del cansancio. Él sabía que Xiao Zhan, venia de hacer turnos corridos y que casi no estaba durmiendo. No iba a cambiarle el turno, pero como Zhan-ge insistió tanto, se lo cedió, así que estaba al pendiente y pensaba visitarlo de cualquier manera esa noche.

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