Ya era la tercera infusión que Louis le traía, definitivamente no era así como pensaba que se pasaría su semana de cama y manta, pero resulta que el rizado es de estómago delicado y que se hubieran pasado tres días comiendo dulces era demasiado para él.
El mayor rodó los ojos al pensarlo. El chico no aguantaba nada.
De camino de vuelta a la habitación se topó con Zayn, quien le preguntó sobre Harry y él solo le dijo que "estaba escribiendo el testamento desde la cama".
Harry tendía a dramatizar su dolor de estómago. Gemía de dolor y hablaba de una luz al final de un túnel.
Louis estaba seguro de que a lo que se refería era probablemente la luz del baño, pero simplemente le siguió el juego.
Una vez dentro de la habitación, dejó la infusión sobre la mesa de noche del rizado y encendió la tele.
—Louis... —dijo el menor con un tono de voz pastoso— si me muero, no vuelvas a compartir la habitación, tenme como un recuerdo vivo.
—Claro que no volveré a compartir habitación —el ojiazul resopló, refiriéndose más bien a que no volvería a tratar de socializar.
—Siento arruinarte tu semana de telebasura —dijo haciendo un puchero. Louis se sentó en la cama del rizado y dirigió su mirada al televisor.
Harry se sentó en la cama y empezó a tomar su infusión, mirando el programa que se retransmitía.
Eran un grupo de personas muy operadas semidesnudas en una isla, tenían que no enamorarse entre ellas durante todo un mes o algo así.
La infusión le sentó genial, notaba como tras cada sorbo, su barriga se asentaba, dándole más movilidad sin retorcerse.
A Harry no le parecía como si estuviera dramatizando, se sentía mal y tenía que exteriorizarlo. El caso es que a Louis nunca le dolía nada. Podía tragar y tragar toneladas de comida basura y levantarse al día siguiente como si hubiera cenado una pieza de fruta.
—He pensado... Que si quieres podemos volver a cenar con tus amigos, por lo de esta semana, digo —soltó Louis mientras miraba sus manos en su regazo.
—Oh, no hace falta, sé que no estás cómodo —le ofreció una sonrisa tranquilizadora— olvida lo que te dije el otro día sobre pagarme esto —dio otro sorbo a su infusión y Louis suspiró.
—De todas maneras, durante estos meses lo único que hicimos fueron cosas que yo quería. Beber alcohol y no salir de la habitación cuando pasábamos tiempo juntos, siento que de alguna manera te estoy encerrando conmigo y no quiero. Quiero hacer algo que tú quieras.
—En primer lugar, alguna vez sí salimos de la habitación.
—Borrachos.
—Cierto. Pero salimos. Y en segundo lugar, las cosas que a mí me gustan a ti te hacen sentirte incómodo, no quiero que te obligues a pasarlo mal por... mí.
—Dices "por mí" como si fueras poca cosa —el mayor ahora miraba la infusión del rizado, subir y bajar. De sus labios a su regazo.
—No es eso, es que no vale la pena pasarlo mal por mí, ni por nadie, ¿entiendes? No soy tan importante como para ello —dijo atropelladamente.
—Bueno, eres mi primer amigo en años, creo que sí vale la pena —sonrió y se levantó de la cama— cuando te encuentres mejor haremos lo que quieras.
—Solo quiero estar aquí, estirado en la cama, haciendo nada, me lo estoy pasando bien —hizo un puchero.
La verdad, desde aquel día donde Louis le ofreció pasarse toda la semana en la habitación haciendo absolutamente nada, no volvieron a besarse. Cosa que el rizado en cierto modo agradecía.

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WITCHER ||L.S||
Fanfiction«Bienvenido a la residencia White, aquí encontrarás jóvenes como tú.» La residencia White trata que los jóvenes excepcionales puedan controlar sus dones. Harry Styles, un joven de diecisiete años el cual ingresaron en la residencia White por exponer...