WITCHER ||L.S||

CAPÍTULO 10.

El día llegó.
El día en el que esperaban a todos los cazadores de brujas.

Mery reunió a toda la residencia para informarles lo que podía pasar ese fatídico jueves.

—Un pequeño grupo de vosotros ha sido entrenado con esmero el último mes. Hemos ampliado y fortificado los poderes de los más avanzados para convertirlos en los protectores de los recién llegados y los que aún necesitan experiencia. Me congratula, sin dudar, el avance extraordinario que han tenido en un mes. Pero no es suficiente. Unos adolescentes no podrían con una secta que lleva practicando la cacería durante siglos. En cualquier momento por el gran portón entrarán los protectores que nos manda el consejo, y, de tal manera, podrían entrar los cazadores —hizo una breve pausa—. No sabemos cómo será su ataque, no sabemos si nos envenenarán, si nos matarán a balazos o cuál sea su plan. Prudencia, os pido.

Toda la sala estaba sumida en el silencio y el miedo podía tocarse con la yema de los dedos, algunas chicas, se miraban entre sí. Harry se encontraba con el resto de personas que fueron entrenadas, de pie, justo al fondo de la sala. No podía entrar en pánico, pero deseaba hacerlo.

Su mayor prioridad, ahora que se veía envuelto en una relación sentimental, era proteger a toda costa a Louis. Haría lo que fuera necesario para ello.

Sidney, la telépata, se encontraba entre ellos, cosa que a Harry le sorprendió porque no fue entrenada con el grupo. Niall miró a Zayn con sorpresa al ver que se encontraba entre los protectores. Louis, por su parte, no le dirigió ni una sola mirada a Harry.

Mery, volvió a tomar la palabra.

»—Como algunos habéis podido suponer, los que han sido entrenados están en grupo al fondo de la sala —todos se giraron a mirarlos— quedaos bien con quiénes son, ellos podrían salvaros la vida hoy. La protección que nos manda el consejo es, si no tengo mal entendido, Berserkers.

—¿Cómo tenéis pensado meter Berserkers sin asustar al resto del país? —preguntó una chica.

—Los Berserkers no son como eran antes. Son cambiaformas, no bichos enormes cegados por la ira. Se convierten en eso, claro está, pero no es su forma habitual.

»—Tienen apariencia de hombres grandes, musculados, pero pueden convertirse en esas bestias. Son muy irascibles, así que mejor dejadlos tranquilos mientras estén en la academia.

Sonó el timbre, todos miraron a la puerta. Asustados, con toda la información recién recibida.

Mery se acercó a una ventana, segundos después corrió a abrir la puerta.

Entraron tres hombres enormes, de cabello largo atado y barba arreglada. Entraron en el salón y se sentaron en los sillones, de cara a los jóvenes.

—Tú —señaló uno a Louis— no me gustas —su voz sonaba gutural, con un acento marcado del este.

—¿Yo? —Harry estaba caminando dirección a Louis para protegerlo del hombre, pero Mery le paró.

—Tú lees. Pensamiento. No me gusta.

—Disculpa, pero, a mí tampoco me gusta, no es que lea tu pensamiento a propósito —dijo el joven, indignado.

Ahora Harry palideció. Ese hombre podría descuartizar a Louis si quería y él le estaba retando. Cuando pensaba que el hombre iba a ir a por su novio, los tres hombres rompieron a reír.