Río | Nico | Un rato de platica

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Narrador Omnisciente:

— Hey! Amigo, ¿Estás seguro de que quieres invitar a esa águila? Es muy siniestro. – el de plumas rojas con grises trataba de frenar al amarillo

— Todos deben de disfrutar lo que Brasil tiene por dar! Así que sí. – respondió decidido el de chapa

— Tío Nico, no es que no me agrade ese águila pero... De verdad... No creo que sea muy buena idea. – comento Carla, quien iba con ambos cantantes a todas partes

— Tú tranquila Carla mi niña, seguro estará emocionado por ir. – revoloteo el ave amarilla, desde que habías llegado al refugio Blu de Río de Janeiro el pequeño ave se había estado comportando algo extraño a los ojos de los demás para ti siempre ha sido irritante

— Bueno, haya tú, yo iré a avisarles a los demás sobre la fiesta. – dijo Pedro, quien se fue volando en la otra dirección junto con la pequeña guacamaya azul

El amarillo solo rodó los ojos por el comportamiento de su amigo, al ya estar cerca pudo divisarte en el barandal de la terraza del edificio, alegremente se apresuro a llegar a tu lado. Estabas concentrado en un ave más pequeña, para devorarla, y si no la atrapabas al menos serviría para recuperar tus fuerzas.

— ¡Hey! ¿Qué haces?. – logro tomarte por sorpresa perdiendo la concentración, lo miraste con el ceño fruncido — ¿Todo bien?. – volvió a preguntar

— Trataba de cazar algo, y todo estaba bien, hasta que llegaste tu. – lo miraste mal, el solo sonrió, le agradaba hablar contigo a pesar de que fueras frío con el

— Genial, oye, venía a invitarte a una fiesta, será en el mercado. – dijo alegre, lo miraste confundido por su comportamiento

— Sabes que soy un águila ¿No?. – asintió afirmativo — Como aves pequeñas. – solo te veía con una sonrisa — Mínimo de tu tamaño, máximo del tamaño de Blu. – el amarillo solo te seguía viendo con una sonrisa — En pocas palabras, las demás aves me temen porque podría devorarlas junto con sus huevos.

— Tu tranquilo, le agradaras a todos, anda ven. – insistió el pequeño

— ¡¡Ya déjame!!. Siempre te la pasas molestando ¡¿Qué acaso no entiendes que no me gusta hablar contigo?!. – gritaste frustrado, el amarillo puso los ojos cristalinos

— Ah, ok... Digo, no era muy importante de todos modos... – se quitó su chapa y bajo la mirada — No era como si fuera importante para alguien.... Ya sabes, como... Para mí... – alzó la mirada, sus ojos transmitían tristeza y te hacían sentir culpable por haberle gritado

— ¡Ay no! No hagas ojitos de perro regañado, no funcionará. – desviste la mirada pero aún así fuiste incapaz de soportar la culpa — Ash! Está bien.... Iré. – terminaste por aceptar, encontentando de inmediato al amarillo

— Woohoo!! Hoy la fiesta tendrá un invitado de honor!. – exclamó con emoción revoloteando alrededor tuyo, de la nada soltaste una risita por su comportamiento — *le gasp* – te miro con asombro

— Oh no, no, no, no, no, no, ni se te ocurra decirlo. – le advertiste, pero aún así lo hizo

— Te reíste!!. – exclamó con emoción

— No, no es cierto. –

— Claro que sí. –

— No tienes pruebas. – sonreíste

— Como digas, de todos modos... Creo que deberías sonreír más, así no te tendrían tanto miedo. – dijo divertido

— Sí, supongo que tienes razón. – soltaste un respingo — Por cierto, a todo esto ¿Cuál es tu nombre?. – preguntaste, pues cuando se conocieron no querías saberlo y nunca te lo dijo

— *Le gasp ×2*– soltó emocionado — ¿Ahora si te interesa?. – pregunto derramando alegría, asentiste, se aclaró la garganta — Soy Nico. – dijo

— Una pregunta ¿Por qué siempre vienes a hablar conmigo? Siendo que todos los demás huyen de mi. – preguntaste algo inseguro, tenías que solo lo hiciera por conveniencia

— Desde que llegaste al refugio ví que eras un ave solitaria, así que decidí en alegrarte un poco, no podemos juzgar a los demás por su especie y sus instintos, seguimos siendo aves después de todo. – respondió con total sinceridad, tus ojos enmanaron un brillo al escuchar sus palabras

— Wow... Bueno, gracias... Supongo... Es la primera vez que escucho algo así, en México absolutamente todos me temen o me odian, ya sabes, halcones, las aves de rapiña más veloces. – explicaste

— Y dime ___________, ¿Cómo fue que llegaste a Brasil?. – pregunto acomodándose mejor en el barandal de madera

— Pues, era un ave que habían capturado de contrabando, soy un águila real y cazan a mi especie por su pico, plumas y garras, además de vendernos a magnates millonarios como sus mascotas, o Aceves nos disecan. – miraste de reojo al amarillo y se veía sorprendido por ello

— ¡¡Eso es horrible!! ¡No entiendo porque hay personas que se esfuerzan en acabar con la naturaleza!. – dijo molesto

— Por eso hay muchas especies en peligro de extinción, el humano teme a un fin del mundo externo, pero lo único que vendrá será un fin del mundo provocado por el mismo. – ambos soltaron un suspiro cansado

— __________. – te llamo — Eh... Tu ¿Preferirías quedarte platicando un rato más?. – pregunto algo avergonzado

— Por supuesto, de todos modos las fiestas no son mi fuerte. – respondiste relajado, por una vez no te sentías tan tenso como siempre

Y así se la pasaron por el resto de la noche, y sí, la ausencia de Nico fue notable durante la fiesta, pues se hizo notable a la hora de cantar, faltaba una voz media entre Pedro y Carla que trataban de compensar la ausencia del ave amarillenta.

En horas, antes de amanecer, fueron a buscar al pequeño ave para así regañarlo por no haber llegado a la fiesta. Pero cuando llegaron, lo encontraron dormido junto a ti, el águila a la que tanto le temían, siendo abrazado por tu ala.

— Bueno, ahora sabemos la razón de su comportamiento. – dijo Pedro, mientras veía le escena con ternura

— Sí, quien diría que el tío Nico es del otro bando. – dijo Carla, también admirando con ternura la escena que le proporcionaban a ambos

— Yo diría que es más bien de ambos. – dijo divertido el ave de plumas rojas y grises

Ambos se fueron, no querían molestarlos y despertarlos así que mejor optaron por dejarlos dormir. Durmieron hasta tarde, pues ni Linda y Tulio se atrevieron a despertarlos, simplemente llenaban de ternura el corazón de quienes los veían dormir juntos.




















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One-shots | (Male Character × Male Reader) | Vol.1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora