Policías y Ratones | Basil | ¡Felíz cumpleaños! No lo olvidaste ¿verdad?

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Narrador Omnisciente:

Una mañana más, despertaba bastante contento pues era un día especial, era su cumpleaños, esperaba que por fin un día del año su mentor le mostrará algo de cariño.

Contento se alistó para su día, y cuando se dirigió al comedor para desayunar no noto nada especial, ni siquiera un regalo. Se acercó algo inseguro y tomo asiento cuando Dozon dejo su plato sobre la mesa.

— Buenos días, __________. — lo saludo el de bigote — Te prepare panqueques, tus favoritos. — dijo haciéndole entender que era su desayuno de cumpleaños

— Muchas gracias, Dawson. — le agradeció por el desayuno y empezó a comer

— No entiendo porque lo conscientes Dawson, ya no es un niño. — comento Basil con un tono frío, el chico se encogió se hombros

— Vamos Basil, ¿No puedes felicitar al muchacho? Hoy es un día especial. — le respondió su compañero, el contrario arqueó una ceja ¿Era enserio? ¿De verdad no recordaba su cumpleaños?

— No sé a qué te refieres. — dijo indiferente

— ¿N-ni siquiera un abrazo? — sugirió el menor de los tres, aunque algo inseguro de lo que le fuera a responder, Dawson sonrió esperando que Basil cediera

— ¿Para qué? Ya estas grande para abrazos. — respondió fríamente y fijo su vista en el periódico, Dawson trato de consolar al menor pero este se negó

— Uh... __________... ¿Qué te parece si vamos a la relojería por el reloj de arena que querías? — sugirió el de bigote, el muchacho lo vio y sonrió de lado

— Claro. — respondió gustoso y al terminar de comer se levantó, ambos se dirigieron a la salida mientras que el detective rodaba los ojos sin entender porque concentía al muchacho

En eso la anciana que le rentaba al detective salio con una caja envuelta a modo de regalo, esto llamo la atención del ratón más inteligente. La señora se acercó al muchacho antes de que se fuera.

— Oh, ___________, muchacho mío, toma este regalo por tu cumpleaños, sé que no es mucho pero espero que te guste. — le dijo entregándole la caja, fue ahí que Basil entendió todo, había olvidado el cumpleaños de su discípulo y se comportó grosero ante ello

— Muchas gracias. — le agradeció el joven ratón

Ambos salieron por fin sin dejarle a Basil decir nada, ¿Ahora que iba a hacer? Seguro que el chico estaba sumamente molesto con el y no iba a poder cambiar eso.

— Es su cumpleaños... — murmuró y se regaño a si mismo un buen tiempo, durante varios meses se había repetido le fecha y que le haría algo especial, pero termino olvidandolo

Cuando los otros dos ya iban de regreso el menor iba algo cabizbajo debido a que su mentor no había recordado su cumpleaños, durante el camino Dawson trato de consolarlo sin éxito alguno. Al abrir la puerta se encontraron al detective sobre una de las sillas poniendo algunas decoraciones, al ver a ambos se puso algo nervioso, además de que no tenía mucho equilibrio sobre la silla.

— ¿Qué es todo esto? — pregunto el menor, entro y se poso cerca de donde estaba su mentor

— Oh, ___-___________, F-felíz Cumplea–... ! — perdió el equilibrio y cayo, pero exitosamente fue atrapado por el menor — Ños... ? — sonrió apenado

— ¿Sí te acordaste? — pregunto arqueando una ceja, el detective trago saliva y sonrió nerviosamente

— N-no... ¡P-pero! Hice todo esto a modo de disculpa! — exclamó refiriéndose a las decoraciones del lugar — Incluso te compre un pastel de chocolate. — menciono señalando el comedor donde estaba el pastel, el menor sonrió

— Gracias. — lo abrazo, acción que provocó que su mayor se tensara un poco, pero termino por responder al abrazo

— No hay porque. — sonrió al sentir la calidez del joven ratón, se aclaró la garganta al ver a su compañero sonreír orgulloso — E-en fin... ¿Quieres comer pastel? — pregunto, se separó del abrazo y fue directo a la mesa para tomar un cuchillo

— Por favor. — respondió acercándose a su mentor

Cayó la noche, Dawson se fue a dormir temprano mientras que mentor y alumno tenían una partida de ajedrez rápido. Cada uno tenía la vista fija en el tablero, pero solo fue cuestión de unos simples movimientos para que Basil terminará ganando fácilmente.

— Uff... algún día le ganaré. — comento el menor, su contrario sonrió con orgullo

— Y espero ansioso que ese día llegue. — comento, pues en la partida rápida pudo notar el gran avance que estaba teniendo

— ¿Y? — el detective lo miro confundido

— ¿Y qué? — arqueó una ceja

— ¿Y cuál es su castigo de hoy por haber perdido? — pregunto, pues el trato que siempre ponían al jugar era que el perdedor tenía que sufrir un castigo

— Mmm... Hoy te lo dejaré fácil por ser tu cumpleaños... — se quedó pensando un rato — ¡Ya sé! — exclamó al ya tener algo — Hoy tu castigo será responderme una pregunta, sin importar de lo que se traté, y debes ser completamente honesto. — respondió, el menor rio nervioso, no tenía ni idea de lo que podía preguntar

— Bueno, adelante. — dijo confiado, aunque estaba bastante nervioso por lo que fuese a pasar

— ¿Te gustan las hembras o los machos? — pregunto, ahora que lo pensaba nunca le había mencionado a su mentor de su sexualidad

— Machos. — respondió con simpleza, los ojos del mayor se iluminaron esperanzados

— ¿Hay alguien que te guste? — pregunto presuroso, el menor se sobresalto un poco por esto

— Dijo solo una pregunta. — se cruzó de brazos y sonrió con aires de grandeza

— Oh vamos! Solo una y ya. — alego por no recibir respuesta y porque no lo dejara preguntar más

— Ok, con tal de que usted me diga quién le gusta. — sugirió una condición, de inmediato el ratón detective abrió los ojos como platos y se paró

— Buenas noches. — dijo para así caminar hacía su habitación, pero su alumno se interpuso

— ¡Espere! ¿De verdad le gusta alguien? ¿Quién es? — lo invadió con millones de preguntas relacionadas las unas con las otras

— _________, niño maleducado. — el menor sonrió apenado — Dije, buenas noches, y eso quiere decir que tú también te tienes que ir a dormir, cuando no duermes lo suficiente te pones igual que un sociopata. — lo regaño cruzandose de brazos esperando a que le diera paso

— Sociopata altamente controlado, Basil. — le corrigió y se hizo a un lado dejandolo pasar a su habitación para así el también irse a la suya — Que cosa... Basil enamorado... ¿Será la ratoncita del bar clandestino de la otra vez? — pregunto a la nada mientras cerraba la puerta

— Pero qué niño más escandaloso. — comento Basil desde su habitación, soltó un suspiro y sonrió inconscientemente — Creo que es a lo que los demás llaman... Lindo. — dijo viendo a la nada regañandose internamente por sus sentimientos recién encontrados

El mayor nuevamente suspiro cansado, tan solo si su alumno supiera que él era el dueño de su inteligente corazón.






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One-shots | (Male Character × Male Reader) | Vol.1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora