One-shots | (Male Character × Male Reader) | Vol.1

Mao Mao: Heros of pure heart | Mao Mao | Primera Cita

Narrador Omnisciente:

—No sé, Colosal, ahora no estoy muy seguro de esto– por primera vez se estaba viendo al héroe nervioso por algo

—Ay! Vamos amigo! Todo va a salir bien, ya verás– lo alento el tejón —Es decir, tu lo quieres, el te quiere... ¿Qué podría salir mal?– cuestionó sin pensar, por ello la murciélago lo callo

—Colosal no digas eso, siempre que se dice "¿Qué podría salir mal?" Algo sale mal– le regaño la menor

—Adorabat– la mencionada volteo a ver al felino negro —Eso no me ayuda...– bajo el entrecejo

En eso algunos toques en el marco de la entrada llamaron la atención de los tres, te encontrabas recargado en este mismo mirando con dulzura al felino que se notaba nervioso siendo que el había sido quien había tomado la iniciativa de invitarte a una cita.

—__-_______!– exclamó nervioso el mínino al verte, se acercó a ti y tocio un poco —¿L-listo para salir?...– pregunto ofreciéndote su pata para  así salir

—Vamonos!– dijiste emocionado, lo jalaste fuera y empezaron a caminar por el Valle

La caminata estaba silenciosa, no lo soltabas de su pata y eso aumentaba su nerviosismo. Era la primera vez que tenía señales de una relación formal y le era algo difícil el mantenerse tranquilo ante tu actitud tan entusiasta.

En un instante te detuviste despertando la curiosidad del felino, este se posó a tu lado para poder ver el porque te habías detenido. Vio que mirabas fijamente a un gato parecido a el solo que más alto y con ojos azules. Sus celos despertaron sin pensarlo dos veces.

—¿________?– te saco de tu trance —¿Qué tanto miras– pregunto con el entrecejo fruncido

—Perdón, Mao Mao, es que ese gato se parece un poco a ti– reíste apenado por la situación, en eso tu mirada volteo a la heladería —¡Vamos por un helado!– arrastraste al gato hasta el local

—Buenos días, déjenme adivinar– hablo el encargado al verlos —Primera cita ¿O me equivoco?– reíste ante su carisma y asentiste —Bueno déjenme les preparó un especial de pareja– exclamó con emoción —Va por la casa–.

—Muchas Gracias! Eso es increíble, ¿No, Mao Mao?– miraste al de pelaje negro, pero este solo soltó un gruñido

—Yyyyy, aquí tiene!– les hizo entrega de un tazón con helado de los tres sabores más reconocidos, fresa, chocolate y vainilla, y en la punta había un poco de helado de menta

—De ve muy rico!– se fueron a sentar para comer

Habías empezado a comer de aquel helado, fue cuestión de segundos para notar que el de orbes esmeralda no comía, posaste tu mano encima de la suya llamando su atención. Tomaste un poco de helado en tu cuchara y se lo acercaste.

—¿Qué haces?– pregunto al ver cómo le acercabas el bocado, lo evitaba —No, déjame, yo puedo comer solo– al ver que seguías insistiendo rodo los ojos y termino por aceptar el bocado

—¿Ya mi celosito se calmo?– preguntaste divertido al verlo disfrutar del dulce helado frente a ustedes, esto provocó un leve sonrojo en el felino

—Yo no soy celoso!– reclamo, le plantaste un beso en la mejilla

—Y yo no soy tu novio al que apenas invitaste a una primera cita– respondiste a su reclamo por tu anterior comentario

—Bueno, pero es tu culpa por verlo de esa manera– te culpo por su actitud de celos

—Ay, Mao Mao, ¿Cuando vas a entender que tus orbes esmeralda son los únicos que me gustan?– lo tomaste de las mejillas y juntaste sus narices —Tu eres perfecto, eres un héroe valiente, un gran amigo, un gran hermano mayor, un gran novio y sobre todo un hermoso y adorable felino de pelaje negro con una actitud gruñona que me enternece el corazón– su sonrojo aumento en cuanto le dedicaste aquellas palabras

—No sabes cuánto amo que me halagues– dijo para así tomar tus manos y bajarlas de sus mejillas para así poder plantarte un corto beso en los labios

—Creeme que lo sé– le diste un toquesito en la nariz, en eso el empezó a darte cariñitos frotando su cabeza contra tu pecho —Engreído– comentaste divertido, empezaste a acariciarlo y este empezó a ronronear

—Vas a provocar que me quedé dormido...– dijo en un bostezo el felino que empezaba a acurrucarse en tus piernas

—No importa, le podemos llevar el resto del helado a Colosal y a Adorabat– dijiste sin dejar de acariciarlo

—Sabes que no me refiero a eso...– te miro a los ojos —No quiero que alguien se te acerque...– frunció su entrecejo, aunque no dejaba de estar somnoliento por tus caricias que nada más no cesaban

—Tranquilo, estaré bien– le besaste su frente y eso basto para que al fin se quedara dormido sobre tu regazo

Todo estuvo tranquilo hasta que una gran explosión hizo acto de precencia en el Valle, de alguna manera no logro despertar al héroe, un gran monstruo salió de entre las llamas de aquella explosión; en cuestión de minutos Colosal y Adorabat ya habían llegado a escena. Solo faltaba Mao Mao, pero... ¿Cómo despertarlo? Siendo lo tierno que se veía dormido, aunque no había de otra. A los otros dos les urgian refuerzos, así que no quedo nada más que despertarlo y dejarlo entrar en escena.

—Vuelvo en diez minutos– dijo para así alejarse corriendo a atacar al monstruo

—Tardate lo necesario!– gritaste para que te escuchará, aunque lo más seguro es que acabaría con el monstruo cinco minutos antes de lo que te habían dicho originalmente

—Hola~– aquel gato que habías visto antes se te había acercado para coquetearte —¿Tienes novio?– pregunto pícaro, frunciste un poco el entrecejo y fingiste una sonrisa

En eso al recordar la batalla que se estaba llevando a cabo sonreíste divertido y volteaste a ver al d rojos azules.

—Sip, ¿Ves aquel gato negro con la Katana dorada?– le preguntaste mientras señalabas al mencionado, el otro asintió —El es mi novio, y es muy celoso, así que te recomiendo que te alejes si no quieres morir– el de orbes zafiro tragó saliva nervioso

—¿E-el sheriff?– pregunto con nerviosismo, asentiste con una gran sonrisa —Bueno, y-yo creo que ya m-me voy...– se esfumó

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