Capítulo 33

356 31 25
                                    

Pasaron 2 dias y no se sabia de Enrique hasta que...

Cristina: Almita, mira.

Alma: Que? (distraida).

Enrique: Hola.

Alma: Enrique!! (lo abrazo).

Cristina: Los dejo solos.

Alma: Donde estabas, me tenias preocupada.

Enrique: En un hotel.

Alma: Dejame explicarte lo que pasó.

Enrique: No, déjame hablar a mi por favor.

Alma: Esta bien.

Enrique: Quería estar sólo para pensar, Alma yo te amo y me ilusione cuando nos casamos y cuando decidiste quedarte a mi lado aunque Daniel supiera que la bebé era suya pero cuando un amor es tan grande como el de ustedes no hay nada que los separ...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Enrique: Quería estar sólo para pensar, Alma yo te amo y me ilusione cuando nos casamos y cuando decidiste quedarte a mi lado aunque Daniel supiera que la bebé era suya pero cuando un amor es tan grande como el de ustedes no hay nada que los separe y en algún momento estarán juntos, no sabes lo que daría que me ames la mitad de lo que lo amas a él pero aprendí que cuando quieres a alguien deseas que esa persona sea feliz aunque no sea contigo y yo se que tú eres feliz con Daniel.

Alma: Me emociona oirte hablar así, te quiero mucho Enrique pero no puedo amarte, perdón.

Enrique: No me pidas perdón, ya lo entendi, y me haría feliz que estés con él y que por fin puedan vivir su amor y estar juntos con su hija, los papeles del divorcio te los mandaré y serán rápidos, sólo tendrás que firmar y listo, quiero que seas ...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Enrique: No me pidas perdón, ya lo entendi, y me haría feliz que estés con él y que por fin puedan vivir su amor y estar juntos con su hija, los papeles del divorcio te los mandaré y serán rápidos, sólo tendrás que firmar y listo, quiero que seas muy muy feliz Alma.

Alma: Yo también quiero que lo seas, que te enamores de alguien que sepa corresponderte, te lo mereces.

Enrique: Se que si (sonrió leve).

Alma: A donde irás?

Enrique: Voy a aceptar un ofrecimiento en Los Ángeles.

Alma: Te vas a Los Ángeles?

Enrique: Si, quiero hacerlo.

Alma: Te irá bien (sonrió).

Enrique: Puedo darte un abrazo?

Amarte AsiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora