Capítulo 1: Todo Comienza

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Meto el último cuaderno que necesito en mi mochila llena de estampados de la Trifuerza y salgo de mi habitación corriendo a toda prisa para no llegar tarde a la preparatoria, genial, el primer día de escuela y voy tarde, ¿qué pensarán los maestros de mi?

Agarro un pan tostado que mi madre recién puso en la mesa y salgo de casa a toda prisa sin siquiera despedirme de ella. El autobús pasa justo al momento en el que salgo y corro hacia él, el chofer me abre la puerta y me mira divertido.

-¿Primer día y ya tarde? -sus ojos chocolate brillan hacia mi con diversión-

-Perdón -me encojo de hombros y me dirijo a un asiento del autobús-

Camino entre los demás alumnos que al parecer serán mis compañeros todo un semestre y escucho algunas de sus cuantas "primeras impresiones" de mi.

-Que antigua es -una rubia que parece tener más plástico que carne en la piel susurra-

-¿Enserio? ¿Zelda? Es de los años prehistóricos -una morena le susurra a la rubia que al parecer es su "mejor amiga plástica"-

-Que nerd es -un chico de lentes que luce más nerd que yo le susurra a su compañero de "batallas de fantasía"-

Finalmente encuentro un lugar hasta el fondo, donde nadie está, y me siento en el duro asiento de piel color gris. De mi mochila saco un cuaderno con muchos dibujos de Zelda, Link, Navi, y todos ellos, y me pongo a observarlos durante todo el tramo desde mi casa hasta la preparatoria. Las hojas de otoño caen en el paisaje y el frío se cuela por las ventanillas frágiles del autobús.

Al llegar, guardo el cuaderno de nuevo en mi mochila, y me levanto del asiento para salir del autobús olor a comida y a adolescentes con alcohol y cigarros. Finalmente, "Arlington Downsing" está frente a mis ojos, mi madre siempre quiso meterme a esta preparatoria, pero a mi me daba igual. Entro al enorme edificio y busco el lugar del director para recibir mi casillero y mis libros para el semestre. Al llegar, el olor a perfume caro entra por mis fosas nasales y un señor de unos 30 años en años perro me mira sonriente.

-Buenos días señorita, ¿se le ofrece algo? -su bigote se mueve de arriba a abajo-

-Amm, si -digo algo tímida- vengo por el número de mi casillero y mis libros para el semestre -sonrío amablemente y el me devuelve la sonrisa- soy Lily Winters

-Señorita Winters... -busca mi nombre en un formulario ubicado en sus dedos gruesos- aquí esta -me mira sonriente- señorita Lilia Winters

-Prefiero Lily -digo algo incomoda-

-Claro, mis disculpas señorita Winters -me entrega la hoja y salgo de ahí a paso rápido- oh, veo que le gusta mucho Zelda -escucho su muy bienvenida opinión y me volteo sonriente-

-Si, es mi videojuego favorito -sonrío-

-Mi padre jugaba con ese fósil de videojuego cuando era niño -de repente su opinión es rápidamente rechazada y salgo furiosa mientras escucho su burlona risa desde su oficina-

Vamos, no es tan malo que me guste un juego como este, además, solo lleva 28 años de historia, está más joven que ese viejo de 70 años con olor a perfume caro y cigarros. He odiado con toda mi alma que siempre me tomen burla desde secundaria, con el simple hecho de que me encanta un juego que te abre mas la mente que cualquiera de esos estúpidos juegos de matanzas y peleas que causan un retraso en las mentes de la sociedad.

Miro mi hoja con mi nombre y el número de mi casillero:

Nombre: Lilia Winters
Grado: 1er Semestre
No. de Casillero: 86

¡Genial! 86, el año en el que Zelda salió por primera vez en los videojuegos, definitivamente este numero es mi numero de la suerte. Me dirijo ahí y guardo los libros que no necesitaré en las primeras clases y parto hacia el salón de mi primera clase: Literatura. Al llegar agarro el último lugar de la clase y me siento a esperar la llegada del maestro o maestra. El olor a borrador y carbón de lápiz me molesta de tal modo que me cubro la nariz con mi suéter verde pasto y me sacudo los restos de estos materiales flotadores en el aire de mi nariz.

Almas Unidas (Link Fanfiction)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora