9.-El Encuetro.

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Octubre 02. Viernes.

Estaba todo bien para ser cierto, resulta que las espinas tenían una clase de tranquilizante, Evi apenas puede mover su pierna y Luis está noqueado, al parecer cuando recogió a Evi se le clavaron un par en la espalda, fue difícil sacarlas pues parecían anclas y el sacarlas con fuerza dañaría aun mas, Evi estaba tan molesta que las sacó la de su pierna a la fuerza provocando un sangrado leve, entre los dos le quitamos las suyas a Luis, nos tuvimos que refugiar en otra ciudad fantasma ya que uno de los neumáticos está inservible, si logramos conseguir un repuesto seguiremos avanzando, esta ciudad es demasiado fría, hay nieve todos los días y por si fuera poco debo cuidar de estos dos, mañana por la mañana iré a buscar comida… si ambos mejoran iremos los tres para mayor seguridad.

Octubre 03. Sábado.

Luis despertó esta mañana con mucho dolor en su espalda, era de esperarse luego de tales heridas y Evi ahora puede caminar con normalidad, listos los tres nos aventuramos a la solitaria ciudad envuelta en escarcha, conseguimos cosas pequeñas, cosas que la gente no llego a llevarse cuando las evacuaron, tuvimos la suerte de encontrar bolsas de arroz y otros productos en latas, alrededor de la cuadra solo nos restaba un edificio, era mas alto que los otros así que nos llevaría tiempo examinarlo, entramos tranquilamente para luego separarnos, cada uno registraba habitaciones diferentes con pocas esperanzas de encontrar algo, mientras inspeccionan con Luis en una de las habitaciones del segundo piso escuchamos una campana.

–¡María! ¿estas bien? –Gritó Luis preocupado.

–¡Oh no! ¡Vamos! –Corrí en dirección del sonido de la campana, ella no respondió a nuestro llamado.

Fue allí cuando nos dimos cuenta que no estábamos solo en este lugar, Evi se había topado con una trampa, del mismo tipo que las de la primer ciudad, ella estaba suspendida porque con una cuerda de metal alguien la estaba ahorcando desde un agujero en el techo, rápidamente la tomé de las piernas y la levanté aun mas para que no muriera asfixiada, Luis furioso extrajo de mi cinturón la pistola para luego disparar al techo, el ser misterioso la soltó para luego huir, Evi tosiendo mientras acariciaba su cuello se enojó tanto que olvidó el dolor, posteriormente arrancó un arrancó uno de los oxidados tubos de metal que pasaban por las escaleras y corrió en busca del atacante, nosotros corrimos detrás de ella pero otra trampa me dejó fuera, esto que narraré es contado por Luis ya que me quedé inconsciente, la trampa me tomó del pie y me haló hacía el techo golpeando mi cabeza contra el suelo, el contra peso era un refrigerador en la habitación contigua, mas adelante en un pasillo en el cual al fondo había una ventana haciendo contraluz ella se encontró con el sujeto misterioso, con todas sus fuerzas intentó someterlo en cambio recibió un golpe en el cuello y un rodillazo en el estomago, esa persona la tomó de rehén con un cuchillo en su cuello y se escondió detrás de ella, Luis llegó muy tarde como para ayudarla, solo le quedaba buscar una manera de evitar que ese sujeto le cortase el cuello.

–¡Sal de ahí maldito cobarde! ¡Venga, cobarde! ¡Pelea como hombre! –Luis tiró su arma al suelo y alzó los puños.

–¡Haha! ¡Oh no señor héroe, no es necesario! ¡Pues ya me la succionaron toda Mcfly! –En ese momento, con esas precisas palabras se dio cuenta que era Jonathan.

–Maldito degenerado. –Luis empezó a reír mientras su adrenalina se disipaba, se acercó a Jonathan para socorrer a la malherida Evi. –Jonathan, te odio, debería haber supuesto que eres tu el de las trampas, solo un marica deja trampas de ese tipo.

–¿Qué esperabas? Es el apocalipsis ¿Es de ustedes el auto militar? –Guardó su cuchillo he hizo un silbido peculiar.

–¿Ustedes se conocen? –Dijo Evi enojada entre tosidos. –Me tienen que estar jodiendo.

–Digamos que si, luego las disculpas, hay que irnos de aquí ¿Vienes? –Luis ayudó a Evi que se quejaba y maldecía en alemán.

–Claro que voy, oye por cierto niña… no creas que no se que me estás insultando. –Con un ego tan flexible y una sonrisa burlista es de esas personas que no se enoja con nada, de hecho se ríe junto a las personas que lo insultan.

Posterior al incidente desperté a un lado de una fogata, Evi estaba junto a mi sentada abrazando sus piernas con una mirada de odio hacia Jonathan, él y Luis estaban viendo una clase de mapa en la mesa, una chica entró a la habitación y se apegó a su brazo, no me levanté hasta que el dolor en mi cabeza pasó.

–¿Evi? ¿Qué pasó? –Me senté a su lado mientras sobaba mi cabeza.

–Caímos en la trampa de ese sujeto. –Señaló a Jonathan. –Dijo que su nombre es Jonathan, por lo visto ustedes son muy amigos… tienen la misma broma, otro imbécil mas al grupo. –Ella lagrimeaba del enojo que sentía. –Casi muero asfixiada y tu caíste en una trampa que te ocasionó ese golpe en tu cabeza… maldito hijo de… ¡Ah!

–Tranquilízate, al fin y al cabo fuimos intrusos. –Me puse de pie tambaleante.

–¿Cómo quieres que me tranquilice? ¡Casi me mata! –Gritó Evi con lagrimas en sus ojos.

–¿Qué pasa, necesitas un abrazo? –Luis acudió para consolar a Evi, al parecer ella tuvo mucho miedo en ese momento. Ella agachó su cabeza y alejó a Luis, él simplemente se quedó en silencio.

–¿Y ese mapa? Supongo que es el siguiente lugar por ir. –Me acerqué para ver claramente las líneas trazadas en el mapa.

–No se si lo has notado, pero mal al norte vamos mas difícil es encontrar sustento, solo mira a tu alrededor, este es un desierto frio. –Jonathan me vio de reojo con una sonrisa. –Así que la succionaste Mcfly, perdonen lo de las trampa, debía estar preparado por cualquier cosa, al menos ahora estarán mas pendientes de revisar mejor los lugares que saquean.

–¿Cómo pueden hablarse tan tranquilamente? ¡Casi nos mata y para colmo no se han visto desde que las bombas cayeron. –La voz de Evi estaba quebrantada por el daño en el cuello.

–Te llama Evi ¿Cierto? Entiende que nosotros somos como el agua, avanzamos sin importar que, nos alegra estar reunidos pero tampoco lo gritaremos a los cuatro vientos, no somos dramáticos… además deberías limpiar tu herida o se infectará, de paso no hables ya que te lastimarás mas. –Al decir estas palabras, Jonathan plantó el punto de inicio desde el cual Evi lo odiaría.

–¿Hacia donde quieres ir? –Ignoré completamente la situación para ser lo mas neutro posible.

–La mejor opción es seguir el sol, ósea al este, nuestro objetivo es encontrar uno de los pueblos turísticos y agricultores, la comida y agua debería ser abundante en esos lugares, gracias a los ojos que tuve por esos rumbos supe que los búnkeres estaban extremadamente lejos, cualquier persona que quisiera llegar a cualquier ciudad debía caminar por muchos días sin descanso, por cierto de camino hay mas bunkers a los cuales podríamos echarles un ojo, en el peor de los casos no ganaríamos nada pero hay que ser positivos, bien podrían darnos algo de valor. –Marcó varios puntos en los mapas.

–¿Qué pasa con los monstruos? Ya que tu pusiste aquellas campanas sabes de lo que hablo. –Luis se acercó a nosotros.

–Ya hemos tenido un par de encuentros con ellos. –Acarició la cabeza de la niña a su lado. –Mientras avancemos con cautela no habrá problemas.

–¿Qué te parece si pasamos por lugares divertidos? Es el apocalipsis, no habrá nadie molestándonos, a menos que aparezca el acosador fuera de eso estaríamos bien. –Luis queriendo aprovechar las libertades de no existir autoridad.

–Por mi está bien ¿Con acosador te refieres a un sujeto alto, sin piel y con michas cabezas? –Puso sus dedos sobre la cabeza simulando cuernos.

–Eso exactamente, estamos cansados de ver esa cosa en todos lados ¡No nos deja dormir en paz! –Agregué.

–Yo empecé a ignorarlo hace mucho tiempo, por lo visto hay mas de uno. –Jonathan quedó absorto viendo su reloj por unos segundos.

Octubre 04. Domingo.

Aprovechamos la gasolina del camión para llevarla al auto en el que llegamos, inspeccionamos la parte trasera tomando la llanta de repuesto, el coche tenía par de raciones y tres cantimploras, suficiente para llegar a la siguiente parada, había un rifle con dardos tranquilizantes, una arma mas a la lista, no es mortal pero será útil. Luis decidió conducir, Evi tomó el asiento del acompañante y nosotros tres en la segunda fila de asientos, aunque teníamos mucho espacio Lucian, creo que así se llama, se sentó en las piernas de Jonathan y se recostó en él, Jonathan acariciaba su abdomen con cariño, algo que me descolocó fue que no sabía si ella tenía algo en su bolsa o era un hombre, esto si que me dejó pensando por mucho tiempo, esta noche dormimos en el coche, estoy fuera sentado en el techo de este grabando este audio, ya no hace tanto frio así que no hay problema… ojala y encontremos un lugar donde podamos estar por un tiempo, se que es casi imposible ser sedentario en este mundo pero de verdad quiero descansar, es que el insomnio me mata.

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