16.-Si, En Efecto, Lo Disfruté.

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Al anochecer, cuando las calles están solas, la ciudad finge muerte con su silencio, sus habitantes duermen en sus casas por el toque de queda, en estos momentos es cuando nosotros trabajamos, los hijos de la luna roja salimos a derramar sangre, no importa si son anomalías u otros humanos, políticos o indigentes, por el bien de nuestra organización todo mal es aceptable, sin testigos ni cabos sueltos.

Un escorpión que se ha mantenido escondido ha salido al acecho sin saber que nosotros ya estábamos tras él, sabiendo que estaba acorralado en un terreno desconocido no le quedaba mas que correr intentando escapar, parecíamos lobos persiguiendo a una presa. Acacia, Ander y yo teníamos la misión de capturarlo con vida, es la única oportunidad que tenemos, el escorpión al abrir su cola para vernos se detuvo, en su mente quizá pensó “son solo tres humanos ¿Qué pueden hacer?” cerró su cola otra vez para darse la vuelta dispuesto a defenderse… grabe error, cuando atacó con su cola nos dispersamos, yo al ir de frente la esquivé lanzándome de lleno al suelo, Acacia y Ander le dispararon dardos tranquilizantes pero estos no surtían efecto, no nos quedaba de otra que someterlo, ambos saltaron a él enredando alambres en sus extremidades, este intentó liberarse usando su cola pero me prensé a esta de la punta y la cubrí con los mismos alambres, al final terminó como una mosca en una telaraña, poco después de dar por completada la captura lo arrastramos hasta una camioneta donde tuvimos que darle tanto sedante que nos quedamos vacíos, lo último que quedaba por hacer era llevarlo a una jaula en la parte privada de la ciudad donde se llevan acabo experimentos.

–¡Hey! Mis chicos de oro han vuelto ¿Cómo les fue? ¿Lo consiguieron? –El jefe Gao, fundador de los hijos de la luna roja, se acercó a nosotros como un niño al que le traen su regalo de navidad.

–Sedado y enjaulado, listo para ser procesado mañana mismo junto a los demás. –Acacia se quitó la capa de encima, esta capa es idéntica a la mía, todos llevamos una a la hora de salir, esta posee una luna roja en la espalda para diferenciarnos.

–¡Haha! Supongo que fue fácil para ustedes, ahora a lo que les interesa. –Gao nos llevó a su oficina donde se encontraban los demás miembros importantes. –Como saben el suero de tardó mas en ser terminado, mas con el incidente de laboratorio en la otra ciudad que gracias a Dios terminó en llamas ¿Quién diría que sería un éxito rotundo? ¡Tenemos zombis! Pronto harán una versión mejorada del suero para ser lanzado a las calles como gas tóxico, como soy un hombre de palabra sus familias estarán a salvo, mañana mismo serán llevadas a nuestra futura cede ¿Alguien ha tenido información de Yurien?

–Por lo visto nadie. –Agregué ante el silencio de mis compañeros.

–Ya que… bueno, cada uno sabe su papel en esto, puede que no hayamos tardado mas de lo esperado, sin embargo las ciudades están apunto de abrir sus puertas para la libre locomoción, pasamos de ser miles a cientos de millones, muchos humanos murieron pero todavía queda un gran parte que debemos extinguir, la mitad de ustedes irán a dirigir los soldados y otros a esparcir el gas, los últimos serán infiltrados en diferentes locaciones, si algo llega a pasar tienen los teléfonos satelitales y las coordenadas de los puntos seguros, si encuentran una anomalía avisen, no quiero que nuestro numero se reduzca, son excepcionales y perder su fuerza sería horrible. Ya con todo claro, pueden retirarse.

Mas noche los tres vigilábamos las calles desde la punta de un edificio paralelo a los departamentos donde vivían mis viejos amigos, pasándola juntos e intentando no ser consumidos por el aburrimiento, con unos binoculares los observaba plácidamente mientras comía trozos de carne seca de una bolsa, esto ya era rutina.

–Llevas dos años así, pareces de esos que acosan a una ex cuando los deja ¿Porqué no has ido con ellos todavía? –Ander se sentó a mi lado y tomó un poco de la carne.

–Espero el momento indicado, quiero darles una sorpresa y hacer una referencia innecesaria de paso. –Veo que están jugando en una consola nueva, haha… María les está partiendo el trasero.

–Creo que tantos experimentos te están afectando la cabeza ¿Cómo va tu ojo? –Acacia me dio una palmada en la nuca para luego robarme un trozo de la carne.

–Estoy cuerdo, aun… creo. Sobre mi ojos pues está bien, aunque a veces no veo mucho, como quisiera que todavía hubieran doctores bueno y alguien compatible para donarme un ojito. –Sonreí levemente.

–Tu sangre es difícil de encontrar así que no tengas muchas esperanzas ¿No has pensado en ser donador? Varios de los nuestros lo hacen por si alguno necesita transferencia. –Este empezó a fumar para luego recostarse en su silla.

–Dame fuego, hace mucho que no fumo algo. –Dije sacando una caja de cigarros.

–¿No lo habías dejado? Si sigues así tus enfermedades empeorarán. –Acacia alejó un poco su silla.

–Tranquila, solo es de vez en cuando, ahora que lo pienso ¿Qué tal te va con aquella chica? Perdona si no recuerdo su nombre, hace mucho que no nos tomamos un día libre los cinco a tomar algo. –Aspiré hondo para dejar salir el humo como una chimenea.

–Pues todo bien, logre que Gao la aceptara en eso de llevar gente importante para nosotros lejos, al fin y al cabo solo los tengo a ustedes y a ella. –Acacia empezó a perderse viendo las estrellas.

–Deberían pasar mas tiempo juntas, nosotros nos las podemos apañar sin ti por unos días mientras estás pasándola con Angelina. –Ander hacía aros con el circulo.

–¿Y tu que tal? ¿Ya has tocado fondo con tu chica? –Acacia le lanzó una piedrita a Ander.

–La pregunta ofende ¡Haha! No puedo evitarlo, son un adicto al placer. Pasando a algo mas gracioso ¿Porqué tu no tienes a nadie? Me refiero, eres apuesto y pareces un chico de alta sociedad, aun así no te fijas en nadie, si supieras como te ve la jovencita de la cafetería cada vez que vas por sus pasteles. –Ander acercó mas su silla con una sonrisa extraña.

–Digamos que no ha llegado alguien que me toque el corazón o me atraiga físicamente, déjá vú, esta conversación la he tenido docenas de veces.

–Alguien si ha tocado tu corazón. –Acacia tocó el centro de mi pecho, donde está mi cicatriz por culpa de aquel escorpión.

–Hija de… Esperaste mucho para hacer eso ¿Verdad? –Me eché a reír. –Hay una chica que me gusta, quizá sea endeble pero me agrada, tiene algo dentro de si que me es placentero.

Abril 02. Sábado.

Oh querido, perdona mi distanciamiento… ha sido un año ocupado, quisiera poder pasar mas tiempo llenando tus paginas pero me es complicado ¡Ya sé! En forma de compensación te contaré una experiencia propia y se titula “mi primer masacre" ¿Porqué el nombre? Bueno, sigue y verás.

Meses después de unirme resultó que un hombre muy poderoso económicamente logró obtener información de nosotros, así que tuvimos que poner manos a la obra, ósea que debíamos arrancar el problema de raíz. Dos equipos de tres y cuatro personas fueron enviados, como era de esperarse fuimos parte de eso, al principio Acacia y Ander se oponían a que fuera pero eventualmente aceptaron mi compañía, aun con todo dudaban de mi desempeño en la misión, es normal pues todavía soy joven e inexperto… eso no quita que tengo algo que ellos no. Hambre.

Cuando la luna estaba en su punto recibimos la señal de confirmación por parte del otro equipo, ellos entrarían por la puerta trasera mientras que nosotros desde la azotea, llegamos allí gracias a unos ganchos instalados por un aliado nuestro que trabaja para ese sujeto, él sabe que existimos pero no que estamos en todos lados siempre vigilando, el plan era limpiar todo el edificio, los siete niveles deben queda impecables, sigilo y rapidez es lo ideal aunque en lo personal preferiría disfrutarlo un poco mas, en el nivel mas alto nos movíamos con cautela como serpientes, cada guardia que se cruzaba en nuestro camino terminaba desollado, colgado o con el cuello roto. Algo en mi interior empezó a encenderse abriendo mi apetito poco a poco.

–¿Cómo va todo allí abajo? –Dijo Ander a través de un micrófono en su camiseta, sus palabras sonaban en los audífonos de los nuestros.

–Las primeras dos plantas están limpias, nos quedan veinte minutos antes de que pidan confirmación de posiciones. –Respondió el otro equipo.

–Hay que acelerar el paso, Acacia es hora de usar las armas de fuego y tu Jonathan vas ha… ¿Jonathan? ¿Qué pasó? ¡No me jodas! ¿Dónde se fue? –Ander veía a todos lados muy preocupado.

–Demonios, sabía que no era buena idea traer ese niño. Terminemos esto rápido, no podemos poner en peligro la misión por él. –Se asomaron por los pasillos solo para encontrarse con cadáveres llenos de cortadas y mordidas, a algunos cuerpos le faltaban sus ojos. –Esto se puso turbio ¿Qué pasó aquí?

–Debió ser él, está enfermo ese desgraciado.

Pasando a la siguiente planta se toparon conmigo, perdido en mi mundo de hierro y sangre los ignoraba adrede, cuando llegaron estaba en plena diversión, desde un ducto de ventilación atrapé a un guardia y lo halé hasta meter la mitad de su cuerpo en este, de tan profundas que eran mis puñaladas terminé partiéndolo a la mitad y dejándolo caer al suelo, su compañero al ver esto intentó correr e ir por ayuda, para su mala suerte lo embestí contra una pared en plena carrera, le clavé el cuchillo en la garganta para evitar sus gritos y con mis propios dedos le saqué los ojos y empecé a destriparlo hasta que una mano se posó en mi hombro sacándome de mi transe y disipando esa interferencia en mi cabeza. Al levantar la mirada me vi rodeado por ambos equipos, ellos me observaban como un bicho raro, un caníbal loco, un degenerado loco… quizá si estoy un poco mal de la cabeza ¿Y que? ¿No es el hedonismo la mejor forma de vivir? ¿A caso no estoy cumpliendo mi trabajo?

–¡Hey! ¡Hey! Chico despierta, tendremos que informar a Gao esto, se te fue de las manos. –Acacia me haló de la camiseta para ponerme de pie.

–¿Qué te sucede? –Ander me observaba de pies a cabeza notando como estaba cubierto de sangre y como masticaba algo. –¿En serio?

–Lo siento, es que tenía hambre.

–Esto es peor de lo que pensaba, terminemos esto, luego hablamos.

Su silencio antes de abrir la puerta fue una clara señal, de verdad me había sobrepasado, lo que aconteció después fue mas frenético, resulta que nos esperaban al otro lado pues ese sujeto tenía la idea de que vendríamos por él, surgió un intercambio de balas en el que cinco guardias defendían a plomo la entrada y nosotros nos cubríamos a los lados esperando la oportunidad de eliminarlos, ansioso por seguir sintiendo el éxtasis tomé una cegadora de mi cinturón y la lancé al marco de la puerta causando que rebotara entrando a la vez que cegando a todos en esa habitación, rápidamente nos lanzamos al ataque, ellos optaron por disparar y terminar todo rápido, por suerte alcancé a un guardia que estuvo apunto de dispararle a Ander, aparté su arma tomándolo de la muñeca, le di un fuerte golpe en el abdomen, cuando este se encorvó por el impacto lo tomé de la nuca y salté hacía atrás golpeando su cabeza contra el suelo tan fuerte que su cráneo se hundió provocando su muerte.

–¿Quieren dinero? ¡Llévenselo todo! ¡Prometo no hablar! ¡Prometo ayudar en todo lo que pueda. –Nuestro querido objetivo rogaba por su vida, no me molesté en saber su nombre, solo me importa cumplir lo que se me ordena y listo.

–El dinero nos lo llevamos, por tu silencio no te preocupes… nadie escucha a los muertos. –Ander hizo una señal con sus dedos para que el otro equipo registrara el lugar y otra para pedirme que me acercara. –Tengo una pregunta para ti, si me mientes este niño que ves aquí te comerá vivo, si me dices la verdad te daré una oportunidad de escapar.

–¡Diré la verdad! –Estaba asustado al verme, un joven con la mirada perdida y una necesidad de saciar el hambre casi palpable. –¿Qué quieres saber?

–Dime la verdad del proyecto hecatónquiro y ese llamado Yurien, se breve por favor.

–Am… no sé nada ¡Nada! Es la primera vez que escucho sobre eso, ni siquiera quien es ese Kamarov. –Dijo el hombre robusto mientras temblaba.

–Bueno, ya fue. Vete, no me sirves, si es cinco segundos sigues a la vista te mueres. –Ander se puso de pie.

–Si no sabe nada ¿Porqué dijo su apellido? –Empuñé el cuchillo que él me dio.

–¡Oh! Por poco y lo paso por alto, bueno… todo tuyo.

–¡No! ¡No! ¡Espera! ¡No lo entiendes! ¡Esto es mas grande que tu o yo!

–Y a mi no me interesa, ahora que te veo no pareces tener buen sabor, pero eso no lo sabremos hasta probar. –Clavé ambas manos con mi cuchillo y de un solo mordisco le arranqué parte del cuello llenándome de sangre. –Sabes asqueroso.

Oh querido, por hoy aquí termina esta historia ¡No te preocupes! Tengo muchas mas, pronto estarás lleno de ellas. Nos volveremos a ver cuando los muertos regresen a la vida.

♤[ Amanecer Sin Nombre ]♤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora